El humo saliente de la chimenea de uno de los hornos cambió de blanco a negro en el horario de interés, indicio de que podría haber ingresado materiales como ropa al interior.
Albergando a 11 niños bajo el cuidado de las Misioneras Franciscanas de Guadalupe, “Casa Paloma” abrió sus puertas para recibir a aquellos que necesitan un hogar.