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lunes, diciembre 22, 2025
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Van en Caso Shots por una verdad histórica

El principio de la sanación es la verdad” es una de las pinceladas que refiere Olga Lucía Lozano, periodista y una de las autoras principales de la construcción de la Verdad Histórica vinculada al desarme de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), un proceso complicado que tuvo una de sus últimas etapas en la divulgación de una serie de relatos concentrados en un micrositio de 120 horas de contenido, y donde fue revelado lo más oscuro de la guerrilla.

La Comisión de la Verdad de Colombia, un ejercicio interdisciplinario que durante dos años y medio recabó más de 10 mil testimonios y evidencias, a lo largo de todas las zonas de influencia de las FARC, tuvo como objetivo obtener un retrato de la guerrilla, pero también abrir la posibilidad de certezas sobre diversos episodios que destrozaron familias de ambos lados.

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Tras prácticamente cuatro años de búsqueda, Soraya Ana Villarreal y Gonzalo Moreno, padres del joven desaparecido Kevin Moreno Ana, no han volteado a ver la justicia como prioridad, sino la localización de su hijo, quien fue visto por última vez en las instalaciones del bar Shots, en la conocida Zona de Antros de Mexicali. Este centro nocturno con actividades turbias desde tiempo atrás, se convirtió en el epicentro de las desapariciones en Mexicali, pues en un año fueron desaparecidos un total de 10 jóvenes (otros dos fueron localizados muertos). La mayoría no se conocían entre sí, pero el último punto donde se ubicó su paradero fue la Zona de Antros de Mexicali.

Desde entonces, varias familias viven en un abismo de incertidumbre: no saben qué pasó con sus hijos, hermanos o primos, pero tienen la certeza de que el último punto donde se tiene certeza que estuvieron, fue en este conglomerado de antros donde la operación del grupo delictivo de Los Rusos, estructura criminal ligado a La Mayiza, del Cártel de Sinaloa, era evidente y conocida por las autoridades.

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Hartos de la burocracia e ineficiencia gubernamental, Gonzalo y Soraya buscan nuevas alternativas para localizar a Kevin, o al menos, conocer lo que pasó con él aquel día de marzo del 2022, cuando las cámaras interiores del centro nocturno captaron el momento en que el joven estaba parado junto al baño, gira la cabeza porque al parecer alguien le habla desde el interior. Esa es la última imagen que se tiene de Kevin, el último rastro.

Kevin no salió del baño hacia el interior del bar Shots. Gonzalo recuerda que cuando ingresó a dicho bar para una revisión, descubrió que la alcantarilla emanaba un fuerte olor a cloro, como si intentaran limpiar una evidencia.

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Gonzalo Moreno, Foto: Cristian Torres

Por tratarse de un delito de lesa humanidad, como la desaparición forzada, ambos padres de familia consideran que es necesario crear una comisión interdisciplinaria conformada por abogados, periodistas de investigación, criminólogos, peritos, académicos y todo aquel que pueda ofrecer una idea para construir la verdad histórica.

Mediante la Célula de Búsqueda e Investigación, se emitió una convocatoria para conocer a interesados en conformar la Comisión de la Verdad Histórica, y hasta el momento dos especialistas -uno en memoria histórica y otro en materia forense- levantaron la mano para participar en el proyecto.

 

BUSCARÁN ACORDAR CON DETENIDOS E IMPLICADOS

En entrevista para ZETA, Gonzalo Moreno y Soraya Ana comentaron que la intención de construir una verdad histórica en el caso de Grupo Shots es para tener certeza de lo que ocurrió, y a través de ello, poder localizar a Kevin, independientemente de cualquier tema judicial.

Uno de los temas que podrían considerarse polémicos es la de ofertar -con apoyo del Ministerio Público- la posibilidad de recabar testimonios oficiales o no, con las personas implicadas directamente en el caso, con la promesa -en caso de estar detenidos- de brindarles beneficios de libertad; mientras que los que se encuentran absueltos, conocer su versión sin la posibilidad de que dicha declaración sea punitiva en su contra.

“Creemos firmemente que no se ha revelado qué sucedió, como sucedió y, sobre todo, si alguien permitió o estuvo presente de actuar en ese momento, en el caso de Shots. La conformación de esta Comisión de la Verdad Histórica, representa un ejercicio no solamente para sanar una herida latente, y lacerante, no solamente para mexicalenses, sino para todo nuestro estado de qué pasó en ese bar”, refiere Gonzalo Moreno, quien aseguró que cuando conocieron el mecanismo de verdad histórica -el cual viene como un derecho dentro de la Ley de Desaparición Forzada- pretendían llevarlo a cabo sin el apoyo de las autoridades.

Sin embargo, la misma Soraya Ana identificó que sería un error, dado que requieren toda la información que obra en las carpetas de investigación, no sólo de Kevin, sino de todos los desaparecidos, pues algunas evidencias de unos casos pueden servir en otros; o quizás algunos testimonios recabados en un expediente podrían beneficiar indirectamente en otros, por lo que pretenden conversar con los dos detenidos en los casos y acceder a los expedientes judiciales, acompañados de todos los participantes de la comisión.

Sin embargo, consideran, la autoridad no debe dirigir el ejercicio, sino coadyuvar en las diligencias de la comisión.

Jorge Ochoa, presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), comentó que este tema sería polémico, pero a su juicio, como sociedad se debería avanzar hacia la verdad histórica, para lo cual probablemente deben hacerse modificaciones legales para comprender que los acuerdos a los que se puede llegar con los implicados o sospechosos, tendrán que ser respetados por las fiscalías.

Fueron los coyotes, versión oficial, Foto: Cristian Torres

Esto no quiere decir que se trate de sustitutos o que se archivarán las investigaciones de la FGE, sino que se utilizará la información recabada y se ampliará sin la necesidad de preocuparse con las necesidades debidas de una investigación judicial que se presente ante un juez.

Gonzalo Moreno comentó que esto no es posible dado que la investigación de su caso se ubica en el área de secuestros, mientras que el resto se ubica en el área de Desaparecidos, un ente que -según dijeron- no ha representado un cambio en la política de atención para la búsqueda de personas desaparecidas.

Tanto Soraya como Gonzalo coincidieron en que al arranque de la investigación de Kevin se dieron cuenta -tiempo después- que hubo severas omisiones en el caso, dado que no había diligencias sustanciales; o bien, se realizaron mal las entrevistas, se violó la cadena de custodia de evidencia e incluso se perdió información recabada en un inicio. A esto se le debe sumar que el bar Shorts fue incendiado e invadido en dos ocasiones: una de ellas en abril del 2023, cuando una turba enfurecida ingresó para tratar de obtener información sobre sus desaparecidos; y otra dos años después en un inesperado incendio.

Pese a esto, la investigación de Kevin es enorme, pues cuenta con una gran cantidad de diligencias. Sin embargo, gran parte de ello no sirve “o es paja”, por lo que quisieran tomarla como punto de partida, pero explorar otras oportunidades.

 

NO PODEMOS ESPERAR 30 AÑOS PARA CONOCER LA VERDAD: LOZANO

Olga Lucía Lozano comentó que este tipo de ejercicios han sido sanadores en otras partes del mundo y recomendó que no se debe esperar a que pasen 30 o 40 años para ahora sí conocer la verdad histórica, como en episodios conocidos en México, como los movimientos sociales del 68 y los actos represivos del gobierno hacia estudiantes.

“En México de que el tema de la desaparición es bastante grande, así como el tema del reclutamiento forzado, pero es como que el tema tiene unos momentos y unas coyunturas en que todo el mundo habla de eso, pero en realidad no tiene una consistencia de verdad para revelar lo que está pasando en el país”, refirió la periodista, quien consideró que no se cuenta con una verdadera construcción de la realidad porque todos los casos se manejan aislados cuando muchos de ellos se concatenan o tienen un mismo origen.

“Uno ahí puede establecer la verdad de lo que pasó, por qué operaron de alguna manera, para qué los querían, por qué fueron ellos. En muchos casos van a descubrir que las razones son aleatorias; o sea, que es sólo porque, por ejemplo, es una persona joven menor de no sé qué que lamentamos para esto, o sea, puede que sea eso. Pero en otros casos pueden descubrir otras respuestas”.

Agregó que a través de diversos esfuerzos con intereses diversos se intentan construir algunas verdades sobre episodios que pudieran ocurrir, pero esto es insuficiente ante problemáticas mucho más complejas que requieren mayor información y un trabajo mucho más especializado y transdisciplinario.

“¿Por qué se da esta posibilidad? Porque no se tienen resultados (los familiares) porque en este lamentable hecho, y que, bueno, le damos la batuta a la autoridad investigadora sería lo mismo que hace ahorita. Yo creo que aquí lo que debe llevar, si se aprobara una creación, quien debe llevarlo es la academia, las A.C.; y yo me atrevo a pensar que pudieran estar representantes de autoridades, pero para apoyar con los posibles requerimientos que se les haga”, refirió Jorge Ochoa, presidente de la CEDH.

“NARCO”, EL PRINCIPAL IMPEDIMENTO

Uno de los grandes problemas que observan los entrevistados es que el poder de los grupos delictivos que -presuntamente- perpetraron estas desapariciones, continúan siendo grupos preponderantes. Es decir, la influencia criminal sigue siendo muy fuerte en Mexicali, por lo que personas que pudieran declarar o apoyar en la indagatoria se encuentran en riesgo.

Lozano comentó que la gran diferencia en Colombia es que ambas áreas se encontraban en un proceso de desarme y estuvieron de acuerdo en el proceso. Sin embargo, en México los responsables son los integrantes del narcotráfico, quienes no han perdido poder ni tienen interés en conciliar estos temas, por lo que sería muy riesgoso para algunas personas sí no se toman las medidas ideales.

Y es que gran parte del plan de trabajo requeriría a empleados del bar Shots, al propietario, el empresario Juan Luis Martínez Ayala, e incluso a los detenidos, los cuales podrían ser amenazados o agredidos dentro y fuera de las cárceles, como una forma de controlar el discurso, de censurar a los participantes.

Fuentes extraoficiales refieren que con el pasar de los años, algunos de los presuntos implicados en estos crímenes ya fueron asesinados, por lo que esto complicaría aún más la posibilidad de justicia y, posiblemente, también de la verdad.

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Autor(a)

Eduardo Villa
Eduardo Villa
Periodista desde 2011 y corresponsal en Mexicali del Semanario Zeta. Participante del Border Hub del International Center for Journalists y coautor del libro “Periodismo de Investigación en el ámbito local: transparencia, Acceso a la Información y Libertad de Expresión”
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