El 15 de diciembre de 2025, Donald John Trump, presidente de Estados Unidos, firmó una orden ejecutiva que declara oficialmente al fentanilo como un “arma de destrucción masiva”. La medida autoriza al Departamento de Defensa (DOD, por sus siglas en inglés) a utilizar recursos militares, incluidas operaciones terrestres, para combatir a las organizaciones criminales responsables del tráfico de esta sustancia.
Según el documento oficial, la nueva clasificación otorga facultades excepcionales al Gobierno de Estados Unidos para desplegar estrategias de guerra asimétrica contra los cárteles de la droga, a los cuales la Administración considera ahora como amenazas directas a la seguridad nacional. Donald Trump enfatizó que esta decisión responde a la urgencia de frenar las muertes por sobredosis en su país.
“El fentanilo ha matado a más estadounidenses que cualquier guerra moderna. Hoy declaramos que usaremos toda la fuerza de nuestro ejército para detener esta carnicería y desmantelar las redes de suministro en su origen”, afirmó el mandatario estadounidense tras la firma del decreto. La estrategia contempla el uso de inteligencia militar avanzada y ataques de precisión en territorios donde operan los grupos delictivos.
La orden ejecutiva instruye también a las agencias de seguridad nacional a colaborar estrechamente con las fuerzas armadas para identificar y neutralizar laboratorios clandestinos y rutas de distribución. Según la información disponible respecto a la nueva estrategia, la iniciativa busca cortar el flujo de precursores químicos y procesar a los líderes de estas organizaciones bajo normativas de defensa nacional.
Esta acción representa un cambio drástico en la política exterior de Washington respecto al combate al narcotráfico, al elevar el problema de una cuestión de seguridad pública a un asunto de defensa militar. La autorización explícita de “ataques terrestres” implica la posibilidad de operaciones directas unilaterales para desarticular la infraestructura logística de los grupos criminales.
Las cifras oficiales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) señalan que el fentanilo persiste como la principal causa de muerte entre adultos jóvenes en Estados Unidos. Ante este panorama, el gobierno encabezado por Trump busca resultados inmediatos mediante la militarización total de la lucha antidrogas.






