Con el objetivo de combatir la crisis hídrica, el alcalde de Comondú, Roberto Pantoja Castro, aseguró que impulsan con la iniciativa privada un proyecto para construir la desaladora más grande de Latinoamérica en su municipio.
“Te comento otra que viene: un proyecto muy ambicioso, es un proyecto privado, pero que sin lugar a duda le va a cambiar la cara a Comondú”, comentó al dar la noticia.
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Dicha desalinizadora se ubicará en la zona del Ejido “Matancitas”, cerca de la comunidad de Adolfo López Mateos, que generará una producción de cinco mil Litros Por Segundo (LPS) que sería suficiente para abastecer a todos los habitantes del municipio.
“De darse, siempre y cuando se cumpla con el tema de la sustentabilidad y que sea un proyecto sustentable, estaríamos hablando de la planta desalinizadora más grande de Latinoamérica”, reiteró.
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Roberto Pantoja expuso que se espera una inversión inicial de 200 millones de dólares que provienen de la iniciativa privada, pero que por temas de convenio con el Ayuntamiento de Comondú, la desaladora estaría dotando de toda el agua que requiere Ciudad Constitución, Ciudad Insurgentes y Puerto Adolfo López Mateos.
En este escenario, el alcalde de incluso considera que en un futuro esta planta serviría para proveer el recurso hídrico que necesita la ciudad de La Paz.
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“Es inversión privada, pero obviamente supervisada por el Gobierno Federal, por el Gobierno del Estado y por el Gobierno Municipal”, agregó.
El proyecto se encuentra en etapa de trámites iniciales, sin embargo, confirmó que los promoventes ya adquirieron los terrenos para la construcción de la planta.
En estos momentos avanzan con la solicitud del permiso de impacto ambiental, también hay supervisión de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS).
“Ellos lo que quieren es cumplir toda la parte de sustentabilidad para que no haya ningún impacto negativo al medio ambiente”, sostuvo.
Cabe mencionar que integrantes del Frente Ciudadano en Defensa del Agua y la Vida (Freciudav) recalcan que el uso de desaladoras es perjudicial para las comunidades, tanto por la contaminación que producen, así como el alto costo de construcción y operación que conllevan.
Han insistido a las autoridades en que hay otros mecanismos más efectivos y necesarios, como la reparación de la red de distribución de agua.
