Cuando Javier Gabriel Mora Pino, alias la Piruja, fue detenido la noche del pasado 19 de diciembre, por elementos de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana (FESC), tras varios meses de seguimiento, les ofreció a los agentes 10 millones de pesos y les pidió contestar una llamada al Ruso, para que se pusieran de acuerdo con la liberación. (Se presume inocente mientras no se declare su responsabilidad por la autoridad judicial. Art.13, CNPP)
Pero los agentes se negaron y lo presentaron ante la autoridad federal por violar la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, por estar en posesión de armas de grueso calibre, granadas, droga y dos vehículos con reporte de robo en Estados Unidos, uno de ellos blindado.
De acuerdo a la información proporcionada por las autoridades de la Mesa de Coordinación por la Paz y Seguridad, el apodado la Piruja está encargado de toda actividad ilícita que opera en la Zona Sur del Valle de Mexicali, y es considerado un líder de zona que ha hecho ligas con grupos colombianos para el tráfico de drogas a los Estados Unidos, pero también sostiene un control territorial del narcomenudeo y la extorsión al Sur del valle de Mexicali.
Fue capturado, de acuerdo el informe policiaco de los elementos de la FESC, en el Kilómetro 57. Y la familia del detenido refirió que fue capturado en un punto que ya es San Luis Río Colorado, Sonora, dentro de una zona que colinda con el sur de Mexicali.
Aunque existió debate respecto a la entidad donde la corporación bajacaliforniana ejecutó la aprehensión, el acto de autoridad pasó la primera prueba ante un juez federal, el cual decretó la legalidad de la detención. Y en el Ministerio Público Federal se preparan para la segunda batalla jurídica el próximo viernes 26 de diciembre, cuando se decidirá la vinculación a proceso.
La noche del 19 de diciembre, la FESC tuvo conocimiento que la Piruja acababa de regresar de Puerto Peñasco, Sonora, donde, junto con una célula de sicarios, formaba parte de la batalla criminal entre La Chapiza y La Mayiza, grupos delictivos que solían conformar el mismo Cártel de Sinaloa, pero que desde el año pasado rompieron relación tras el secuestro y entrega de Ismael “Mayo” Zambada al Gobierno de los Estados Unidos, hecho perpetrado por Joaquín Guzmán, uno de los hijos de su compadre, Joaquín “Chapo” Guzmán, detenido ya en Estados Unidos.
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La Piruja, al igual que la mayoría de los líderes de alto nivel del grupo delictivo de Los Rusos que operan en Baja California, se encuentran dispersos entre Sinaloa, Sonora y Baja California Sur, con el objetivo de restarle terreno criminal a La Chapiza, dirigida por los hermanos Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán Salazar.
CERCARON A MORA PINO
Cuando agentes de la FESC rastrearon a la Piruja en Mexicali, ya tenían localizadas todas sus propiedades e inmuebles en la entidad, así que montaron el operativo.
Desde días atrás, elementos de la FESC ya habían logrado obtener la ubicación física de la Piruja. De hecho, detectaron su presencia en la colonia Independencia de Mexicali, pero no encontraron el momento adecuado para capturarlo, por lo que se limitaron a seguir su pista.
El informe policiaco indica que ese día, 19 de diciembre, la Piruja se encontraba en un domicilio ubicado en el Kilómetro 57, donde los agentes de la FESC, apoyados por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) resguardaron la zona, con la intención de cercar el perímetro.
En el área, los agentes estatales detectaron la presencia de drones que sostenían vigilancia perimetral, misma que se presume operaban como “halcones” para Los Rusos.
Fuentes de seguridad allegadas a la captura, indicaron que el hoy imputado se habría dado cuenta de la intención de la policía e intentó darse a la fuga a bordo de su vehículo y junto con su escolta Juan Alfonso Aguilar Cisneros, alias el Chabelo, (Se presume inocente mientras no se declare su responsabilidad por la autoridad judicial. Art.13, CNPP)
Ambos se fugaron a bordo de dos vehículos, de los cuales uno era blindado. Sin embargo, poco pudieron hacer para escapar, dado que tanto Sedena como FESC tenían un amplio anillo de seguridad.
Lo agentes aprehensores informaron que mientras los detenidos eran intervenidos y les revisaban las pertenencias, Mora Pino les pidió que “arreglaran”, diciéndoles que tenía la suma de “10 millones de pesos para ellos”. Pero también tenían que “contestar una llamada con el Ruso”, haciendo referencia a Juan José Ponce Félix, líder de la estructura criminal ligada a La Mayiza y por quien el Gobierno de Estados Unidos ofrece una recompensa de cinco millones de dólares por su captura.

Los agentes se negaron y lo procesaron en posesión de dos rifles de asalto, una pistola corta, tres granadas de fragmentación y miles de dosis de metanfetamina, que se localizaron dentro de las unidades, según consta en el parte informativo de la FESC.
Aunque no se reportó, los agentes también descubrieron dentro de las unidades unos artefactos de metal que resultaron ser los conocidos “poncha llantas”, mismos que con frecuencia arrojan para evitar su captura en persecución.
Luego de su traslado a las instalaciones de la FESC, tanto el abogado de la Piruja como su familia tuvieron acercamiento con el detenido; los uniformados aseguraron que se les dieron todas las facilidades, hasta que por instrucciones superiores les exigieron retirarse de las oficinas.
El lunes 22 de diciembre, luego de una extensa audiencia de formulación de imputación, y tras un férreo debate con el defensor particular, se decretó prisión preventiva para ambos, en espera de la audiencia de vinculación a proceso que se fijó para el día viernes 26 de este mismo mes.
GOLPE A LOS RUSOS
Oriundo de Mexicali y nacido en 1987, Javier Gabriel Pino Mora, conocido como la Piruja, es un líder de la agrupación delictiva de Los Rusos que ha tenido ya varios episodios con la justicia.
Desde el año 2004, cuando se le inició una investigación por el delito de daño en propiedad ajena, robo con violencia y lesiones, hasta que a partir del 2012 comenzó a ser detenido por delitos contra la salud y portación de arma de fuego, en la fiscalía también le iniciaron carpetas de investigación por el delito de homicidio calificado, pero no prosperaron.
Su última detención fue en 2018, cuando la Piruja era considerado un narcomenudista de bajo nivel en Mexicali.
Tras la incursión del grupo criminal de Los Rusos a partir del 2019 en Mexicali, cuando el grupo delictivo comenzó a crear una plaza criminal, la Piruja fue reclutado para distribuir droga en el valle de Mexicali.
Su nombre cobró notoriedad cuando en febrero del 2024, la FESC difundió un cartel donde se señalaba a los presuntos líderes de la agrupación delictiva de Los Rusos, donde destacaban perfiles como Alfonso Cipriano Peralta Cázares (Medina), alias el P1; Jesús Gilberto Peralta Cázares, alias el 02; e Israel Leonardo Trigueros Muñoz, alias el Isra. A ellos, entre otros, se le sumó la Piruja.
Tras la captura de Gerardo Rueda Torres, en diciembre del 2024, la Piruja tomó el control de la Zona Sur del valle de Mexicali, además de fiscalizar otro tipo de actividades ilícitas; su cercanía con el Isra y con el P1 le brindó mayor confianza e incluso logró tener comunicación con cárteles colombianos, según fuentes de inteligencia que seguían sus pasos.
De hecho, mientras la Piruja enfrenta las acusaciones derivadas de la posesión de armas y droga, la Fiscalía General del Estado (FGE) activó un expediente por desaparición forzada entre particulares en el que aparece el nombre de Javier Gabriel; también se ordenó al área de Homicidios Dolosos que se revisaran casos donde pudiera estar relacionado.

Investigadores allegados al caso lo vinculan con la desaparición de dos hermanos de apellidos Huerta, ocurrida en el poblado Chivas Bravas, en los alrededores del Kilómetro 43, en el Valle de Mexicali.
Tras la captura de la Piruja, las autoridades locales también informaron que detectaron cuadernos con cuentas de negocios de diversos giros, a quienes se les cobraba piso en el Valle de Mexicali.
La Piruja, según representantes de las Mesas de Seguridad para la Construcción de la Paz, tiene un alto rango criminal dentro de la estructura de Los Rusos, por debajo solamente del P1, pero ya con conexiones con el Ruso, e incluso por encima de otros líderes de alto perfil, como Junior Antonio Astorga López, alias el J5; y José Alonso Rocha Lazcano, alias el Caimán.
EL CANELO, SU SUCESOR
Según los informes de inteligencia de la Mesa de Seguridad a los que ZETA tuvo acceso, Mora Pino cuenta con 10 operadores directos, que a su vez tienen otros servidores criminales, pero el que apunta para ser “su sucesor es Felipe de Jesús Escobedo Cortez, conocido como el Rojo o el Canelo”.
Este hombre, originario de Nayarit, tiene ya un amplio camino recorrido dentro de actividades ilícitas en Mexicali, el cual junto con el Chabelo -con quien fue detenido la Piruja- eran de los perfiles más cercanos en la célula.
En su expediente, cuenta con averiguaciones previas del orden federal desde el año 2014, pero también fue detenido en el año 2020 y 2021 por los delitos de robo de vehículo de motor, robo a lugar cerrado, robo con violencia, además de un gran número de detenciones por diversas faltas administrativas, tanto en Mexicali como en San Luis Río Colorado.
Y su alias, figuraba anteriormente como integrante de un grupo que ordeñaba líneas de Pemex en la Rumorosa, pero nunca se pudo confirmar.
Respecto a los operadores criminales que sirven al Canelo, las autoridades informaron que están: Eduardo Nava Orantes, conocido como el Lalo, y Jesús Salvador Gómez Inzunza, alias Chavita, quienes fueron detenidos en julio del 2024 por delitos contra la salud en Ciudad Guadalupe Victoria; Álvaro Valadez Arroyo, alias el Bebo, también detenido por el mismo ilícito en julio del 2024; y Guadalupe Martínez Pérez, alias el Wero Loco, en el Ejido Oviedo Mota. Según conexiones telefónicas, desde la cárcel, este último sujeto ya concertó una salida anticipada para el mes de enero, luego de sostener un acuerdo con un Ministerio Público local, para recuperar su libertad.
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