Destacando la diferencia de tiempos de producción de cine vs. series para desarrollar su personaje e historias, el histrión mexicano Gustavo Sánchez Parra (‘El Jarocho’ en “Amores Perros”) compartió a ZETA anotaciones sobre el actor y la industria del entretenimiento, su temor por la impunidad, así como su próximo estreno a lado de Omar Chaparro, en el que explora la relación entre padre e hija separados por el destino
Con una nutrida carrera actoral en televisión, teatro y más de cincuenta créditos en la industria cinematográfica, extendida durante cuatro décadas, pero que desembocó su éxito desde su participación como ‘El Jarocho’ en el consagrado filme “Amores Perros”, que justo marca un antes y un después en el cine mexicano, Gustavo Sánchez Parra, de 59 años, continúa consagrando su camino.
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En un diálogo con ZETA, el histrión compartió su experiencia en el mundo del entretenimiento, entre ello, la comunicación y el entendimiento de las áreas fílmicas: “Es muy importante la conexión en toda la producción fílmica; cuando los acuerdos entre actor y director se rompen, o no están a tono, se quiebra la creación, pero cuando existe un entendimiento, armonía, y conjunción creativa, los proyectos crecen”.
Sobre la oportunidad de seleccionar los proyectos, afirmó que “en esta carrera no hay tantas oportunidades de elegirlos, muchas veces tienes que pagar la renta, comer. Estamos en una industria que no permite tomar ese tipo de decisiones, quizá porque no tengo trabajo constantemente, y lo que me llega lo tengo que hacer, pero sí hay trabajos como ‘Olmo’ que te avientas a ciegas”.
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Y agregó: “Hay proyectos de calidad, pero no hay la premura del tiempo, y existen otros que se tienen que hacer al vapor, por no contar con recursos suficientes, y tú le entras tratando de hacer lo mejor con tu trabajo; pero cuando estoy holgado de dinero, también rechazo los que no van para ningún lado, y cuando no hay dinero, veo cómo puedo hacer lo mejor posible. Son muy pocos los directores que filman realmente lo que quieren, y como lo quieren”.
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En referencia al panorama actual cinematográfico ahondó: “Me he dado cuenta de que se ha producido menos en cine, no sé si por temas de recortes de presupuesto, pero sí ha pegado fuerte. Es un reflejo muy fuerte el que muchos compañeros estén tratando de sacar dinero dando cursos; por mi cuenta, he aprendido que cuando no tengo trabajo puedo dedicarme a mi vida, y ahorrar, hay que tener un seguro, invertir. Desde que nació mi hijo supe que ya no podía desperdiciar el dinero comprándome ropa deportiva, sino invertir, y darme tranquilidad”.
Sobre su participación en la nueva producción a punto de estrenar en salas de cine en México, “La celda de los milagros”, relató que “la historia sucede en una cárcel de México, filmamos en Colombia, con personajes mexicanos la mayoría. Fue un trabajo excelente a lado de la directora Ana Lorena Pérez Ríos. La narrativa nos sitúa dentro de una cárcel, y en ese ambiente todo lo congregó muy bien para dar esa sensación de estar encerrado”, subrayó Sánchez Parra al Semanario sobre la adaptación de la cinta coreana y turca “Milagro en la celda número 7”.
En la cinta, Gustavo interpreta a ‘El Tigre’, un papel secundario dentro de un elenco que incluye a Omar Chaparro como estelar, y del que anotó: “Fue muy agradable tener sesiones para perfilar los personajes, para sintetizar las cualidades de varios personajes de la versión turca a la mexicana, además fue muy agradable trabajar con Omar Chaparro, quien estuvo muy atento, concentrado y dispuesto a su personaje. Me gustó cómo lo enfrentó. Y qué decir del papel de Arturo Ríos, un actorazo, con un trabajo increíble. Conformamos una célula concentrada que movía todos los hilos; es una cosa del cine, (que) a diferencia de las series, da este tiempo de cocinar las cosas, de darse el tiempo de pensar, de poner. Y todo lo que hacíamos ahí y todo lo que sucedía era con base en eso. La directora escuchaba propuestas, de aceptar o negarlas, de discutir acerca de los personajes, y eso se agradece en el cine, que es esa oportunidad de ir llevando el personaje paso a pasito junto al director”.
“La celda de los milagros”, a estrenarse el 25 de diciembre, es “una historia entrañable, un gran melodrama de un padre y una hija que por aras del destino se separan y luchan por estar juntos. El padre recibe un golpe y pierde la capacidad de comunicarse, le afecta el cerebro, y el accidente separa esos dos seres, y a él la familia lo tiene que cuidar. Es un personaje inocente tratando de sobrevivir”, precisó Sánchez Parra, quien espera en 2026 el estreno de dos filmes, “Olmo” y “Morro”.
Con relación a sus inquietudes como ciudadano mexicano, subrayó: “A mí me inquieta lo que está sucediendo en el mundo y la impunidad que estamos permitiendo, que se permiten a todos los niveles. Esa impunidad que nos hace temer salir, que nos hace temer estar en algún lugar, que nos hace temer estar en un mundo que podemos disfrutar o estemos destruyendo, y eso es lo que me preocupa”.
