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lunes, diciembre 22, 2025
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CESPT y Sedena en derrumbes del Cañón Zapata

Hasta el cierre de esta edición seguía activo el deslizamiento de tierra que dejó sin su casa y patrimonio para el retiro a Silvia Alamilla, en las inmediaciones del viaducto Aeropuerto-Playas, en la colonia Libertad.

Aunque existe el riesgo de que la inestabilidad de la ladera siga evolucionando y afecte viviendas que están arriba, sobre el callejón Emiliano Zapata, ni la Secretaría de la Defensa Nacional, a cargo de la construcción del viaducto, ni la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT), encargada de reparar una fuga, se han responsabilizado de la pérdida patrimonial que sufrió Silvia.

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Tampoco hay claridad sobre cuándo podrían conocerse los resultados del dictamen de Protección Civil o del estudio técnico del talud que un “externo” estaría haciendo a petición del Ayuntamiento, según comentó el director de Protección Civil municipal José Luis Jiménez.

Mientras tanto, no se cumplirá la promesa de la Presidenta Claudia Sheinbaum de que el viaducto quede concluido este mes de diciembre.

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Fuentes revelaron a ZETA que la obra está parcialmente parada. “Hay muy pocas personas trabajando, porque la Secretaría de Hacienda y Crédito Público retiró el dinero a Sedena; recurso que le devolverán entre enero y febrero del próximo año”, por lo que incluso está en duda que al menos el tramo del Cañón del Matadero al Centro pueda ser abierto como lo había anticipado la gobernadora Marina del Pilar Avila Olmeda.

 

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FUGA Y MOVIMIENTO

Con la voz entrecortada, Silvia relató que antes del 5 de diciembre la casa en la que vivió por 40 años no tenía ningún desperfecto. La noche de ese viernes, el primer signo de que algo no andaba bien fue la batalla que libró con la chapa para poder abrir la puerta. Una vez dentro, se dio cuenta de que había grietas dondequiera.

“No pensé que mi casa se fuera a colapsar en un solo día”, pero a la mañana siguiente Protección Civil “nos evacuó, porque la verdad era grieta en el piso, en las paredes, un tronadero. Fue muy traumante para mí”.

Silvia relató que aun cuando en un primer momento Sedena se deslindó de su responsabilidad, en el transcurso de los días acudió al Campamento cercano a la garita de El Chaparral, donde el mayor Julio César Briones “aceptó la responsabilidad, porque me dijeron que habían sido parte de tanto movimiento que hubo de las máquinas” Además le refirieron que Sedena ya había reportado la fuga de agua a la CESPT, pero la paraestatal nunca la arregló.

Foto: Jorge Dueñes

Un año antes de que Silvia perdiera su casa y pertenencias, el 9 de noviembre de 2024, un residente de la zona reportó una fuga en el callejón Riva Palacio (ubicado a una calle del Callejón Emiliano Zapata donde está el predio de Silvia). El reporte con número de folio 80754082 fue atendido por la CESPT hasta que la casa de Silvia tuvo los daños estructurales.

La fuga nunca fue visible para ella, porque el agua corría atrás de su inmueble, el cual no fue considerado como parte del derecho de vía del viaducto, al estar a 40 metros de la obra.

“Nunca nadie se acercó a mí ni a mi esposo para decirnos: ‘¿Sabe qué?, van a haber ciertos movimientos’, porque incluso aquí trabajaron largas jornadas para construir el viaducto y nunca se nos avisó. Mi esposo siempre me decía: ‘Ojalá no se nos caiga la casa’. Se muere él y a los ocho meses se cae la casa”.

Silvia pidió que ambas instituciones se hagan responsables: “No creo que sea justo quedarme en la calle, pese a que todo el tiempo trabajamos mi esposo y yo para poder tener algo para la vejez, y ahora se me desaparece todo; las autoridades tienen que tomar su responsabilidad a quien le toque, tanto a Sedena como a la CESPT”.

En un principio, Sedena manifestó su disposición para tumbar lo que queda de la casa, porque tenían la maquinaria y la gente, “pero luego me dijeron que no procedería eso, porque a lo mejor se venían más cosas que no se esperaba que colapsaran. Entonces me dijo: ‘Espérese hasta que se termine de colapsar y ya procedemos’”

Las autoridades de Protección Civil mencionaron que la zona estaba en riesgo porque la tierra estaba ya muy suelta, pero no han hecho nada. “Sedena recortó, pero no han tomado cartas en el asunto hasta esperarse que esto se derrumbe totalmente. Creo que ellos pueden arreglar ahorita ese problema, que no llegue a más vecinos aquí afectados, pero no”, cuestionó.

ZETA solicitó una entrevista con el director de la CESPT, Jesús García, pero no fue concedida al cierre de edición.

 

DESLIZAMIENTO EVOLUCIONA RÁPIDO

El director de Protección Civil municipal, José Luis Jiménez, dijo que el deslizamiento que acabó con la casa de Silvia “evolucionó rápido”. La corona del desplazamiento es mayor a tres metros del escarpe principal.

La dependencia etiquetó en “Rojo” (inhabitable) el predio de Silvia, en el que había cuatro viviendas, pues tres de ellas presentaban daños estructurales severos, y una tiene daños parciales.  El predio de un costado, sin construcción, tiene un asentamiento mayor, apuntó el funcionario local.

Foto: Jorge Dueñes

Expuso que, a petición del Ayuntamiento, un externo está haciendo un estudio sobre el talud para emitir recomendaciones que podrían hacerse para la contención del talud, que “tiene mucho movimiento”.

Hasta tener ese estudio completo se sabrán las causas del deslizamiento con mayor precisión, pero en el área “hay demasiada humedad”, lo que es patente con los carrizales que crecieron en el lugar. Por ello, la CESPT estaría evaluando su red en la parte de arriba.

“El riesgo está de que el deslizamiento como tal siga evolucionando, y en la parte de arriba, sobre la misma calle, tenemos viviendas que pudieran ser afectadas. Hasta no tener bien el estudio para ver cuál va a ser el siguiente paso que se va a dar ahí, tanto de contención como de si se expande lo que viene siendo el perímetro de la zona de etiquetar algunas otras viviendas, porque es una zona inestable y se sigue moviendo”.

En entrevista con ZETA, José Luis Jiménez indicó que si se hicieron cortes en la parte baja del talud para hacer el viaducto, pudieron “influir mucho”, porque se le pudo haber quitado la base a ese talud.

El ingeniero civil, César Ulises López, consideró que el deslizamiento que acabó con el patrimonio de Silvia pudo ser la suma de varios factores: movimientos de tierra para hacer las cimentaciones del viaducto, la vibración de la maquinaria, tuberías con muchos años de antigüedad, y la autoconstrucción. En esas condiciones pudo generarse la fuga y provocar la inestabilidad del terreno.

El presidente electo del Colegio de Ingenieros Civiles de Tijuana, Francisco Franco Casas, consideró que los cortes de terreno hechos para la construcción del viaducto habrían desestabilizado la ladera.

“Toda la ladera que hayan cortado por la parte de abajo y que esté adyacente a viviendas corre el riesgo si las condiciones del suelo son favorables para que se deslice o se mueva esa zona”, manifestó.

 

TEMEN INUNDACIÓN DE LODO

El 11 de septiembre pasado, residentes del Cañón Zapata, cuyos predios quedaron debajo del nivel de la Vía de la Juventud, por donde pasará el viaducto, expresaron su temor de que en la próxima temporada de lluvias sus propiedades sufran deslizamientos de tierra o se inunden de lodo.

Ese día, en un recorrido hecho por la regidora Gina Arana y personal de Protección Civil, el Mayor Julio César Briones se comprometió a configurar la zona, luego de reconocer que para construir el viaducto hubo movimientos de tierra con los que se formaron terracerías que quedaron por encima de las casas. En algunos predios se harían muros de contención y en otros taludes, a partir de la semana del 15 de septiembre, según expuso.

Sin embargo, residentes afectados explicaron que de esa reunión a la fecha solamente se han colocado gaviones en algunas partes colindantes con sus viviendas.

Cuauhtémoc López, uno de los vecinos, narró que tres semanas después de la reunión de septiembre fueron colocados gaviones sólo en una parte del perímetro de su casa, aunque el nivel de la Avenida de la Juventud sigue muy por encima de su predio.

“Se fueron para empezar diciembre; ya nada más se miraban pocas personas y no terminaron, ni siquiera hicieron la mitad de lo que iban a hacer. Estoy preocupado porque mi casa sigue en riesgo de que se inunde de lodo, porque dejaron mucha tierra”, declaró.

María de Jesús Orozco, otra residente, también expresó su preocupación por que no estén terminados los muros de contención que evitarán que el lodo entre a su vivienda como les prometieron, aunque se desconoce con exactitud cómo serían hechos.

Deslizamiento de casa en el Canón Zapata de la colonia Libertad por fuga de agua y vibraciones de obras cercanas, Foto: Jorge Dueñes

Durante el recorrido de diciembre, la regidora Gina Arana comentó que habría un censo de las casas que han tenido afectaciones por la construcción del viaducto, luego de que Protección Civil pasara a cada una, pero la dependencia aún no ha pasado. “Tristemente, como es el mismo gobierno, pues entre ellos mismos se cubren”.

María de Jesús Orozco dijo que las autoridades ya sabían que en la colonia Libertad había casas viejas, porque fue de las primeras colonias de Tijuana; se supone que ya sabían que la mayoría de las casas son de pura madera, antiguas, y que el terreno era relleno, entonces como especialistas debieron prever los daños secundarios que traería la obra.

Consideró que el problema persistirá porque las casas ya tienen daños y cualquier movimiento que genere la vibración del paso de los carros por el viaducto podría hacer que las grietas se agranden.

“Mira lo que está pasando con la casa de la señora Silvia, que no estaba ni en el plano de que se iba a afectar con el trazo, entonces muchos tenemos miedo de que ya después de que se vayan las casas se caigan”.

María de Jesús Orozco también lamentó que siga pendiente la regularización que les prometieron a quienes se les compró una parte de su terreno. “Yo tengo que pagar predial y tengo que pagar los 12 metros que ellos agarraron. Hay personas que están peor, que vendieron la mitad”.

Interrogado sobre los dictámenes que Protección Civil tendría que haber hecho luego del recorrido, el director de la dependencia dijo: “Se hizo la revisión y se les explicó la parte de los riesgos que pudiera haber. Algunos daños no eran estructurales. Como tal no se hizo dictamen, porque no generamos. Nosotros generamos alguna inspección visual. En realidad, no se determinó que estuviera una zona de riesgo como tal las viviendas”.

Sin embargo, los ingenieros civiles consultados señalaron que habitantes de la zona del Cañón del Zapata, cuyos predios quedaron contiguos al viaducto, están en riesgo por cortes de talud y movimientos de tierra hechos para la obra federal.

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Autor(a)

Julieta Aragón
Julieta Aragón
Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco. Cursé la maestría de Periodismo Político en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García y sigo en proceso de tesis. Soy reportera de ZETA desde 2017.
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