El librero tijuanense Miguel Márquez, fundador de la tradicional librería Libros, Café y Jazz, falleció el miércoles 26 de noviembre de 2025, a la edad de 67 años.
“A nuestra querida comunidad lectora: Queremos compartirles que el día de ayer (miércoles 26 de noviembre de 2025) Don Miguel inició su camino hacia el Mictlán. Los invito a honrar su vida y celebrar su legado a través de la hermosa comunidad que construyó para nosotros”, emitió su hija Eréndira Márquez.
En septiembre de 2024, don Miguel Márquez (Ciudad de México, 8 de agosto de 1958 – Tijuana, 26 de noviembre de 2025) concedió una entrevista a ZETA, en ocasión a sus 55 años de librero, publicada bajo el título: “Ser librero es bello, es una satisfacción: Miguel Márquez”, donde contó sus inicios como librero en la década de los 70 hasta establecerse en Tijuana en 1984, donde empezó a vender libros tanto en calle como en los camiones de transporte público.
“Yo empecé a vender libros hace más de 50 años. En el 76, a los 18 años, ya estaba yo en el puerto de Veracruz y puse una librería; ahí me quedé hasta los 33 años, pero siempre viajando. Mi lugar estaba en la librería, pero de ahí me iba pueblo por pueblo vendiendo libros; agarraba yo desde Veracruz, Alvarado, Lerdo, Cabada, Santiago, San Andrés, Catemaco, Covarrubias, Acayucan, Coatzacoalcos, Choapas y Paralelo, en el estado de Veracruz; Villahermosa y Comacalco, Tabasco; después Champotón, Campeche; y Mérida, Puerto Progreso y Valladolid, hasta Cancún y Xcaret, principalmente Playa del Carmen. Todo transportaba en tren”.
Hasta que llegó a Tijuana, en 1984, donde empezó a ofrecer libros a los tijuanenses, en la calle en el Centro de Tijuana o en el transporte público, hasta que en 2009 estableció la librería Libros, Café y Jazz.
“En Tijuana, en 1990, puse una librería en la calle Segunda, entre Madero y Negrete. Junto a la gasolinera hay unas cortinas, ahí estaba la primera librería que puse. La primera duró dos años nada más, porque era un lugar de paso, parece una vía rápida y yo tenía un anuncio muy grande: ‘Venta de libros’; pero la gente pasaba en su carro y nada más alcanzaban a ver, y como no había estacionamiento cerca, pues era un problema, no había mucha gente. Después, la segunda librería la puse del 95 al 2005, en Mutualismo, entre Segunda y Tercera. Donde está el Hotel Coliseo hay unos arcos, uno de los arcos era la librería; ahí duré más o menos 10 años”. Hasta que en 2009 fundó Libros, Café y Jazz, en la calle Niños Héroes número 733, entre Tercera y Cuarta, en pleno Centro de Tijuana.
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“Una librería es como una farmacia, tiene uno que tener de todo; pero aquí lo principal es la literatura. La literatura no tiene tiempo; no cambia el texto como ingeniería o arquitectura, o esto de las computadoras que cambia, va evolucionando. En cambio, la literatura queda y, si es una primera edición, una edición original, una edición autografiada, lo juzgan los coleccionistas y también los lectores. Tener una edición que tuvo en sus manos el escritor y lo autografió, o tener una edición que nadie tiene, es lo que le gusta a la gente y lo que trato de traer aquí. Pero también tenemos filosofía, psicología, derecho, administración y arte”.
Concluiría don Miguel en la entrevista para ZETA sobre el noble oficio de librero: “A los 12 años encontré el oficio del librero, de aquí soy, me da buena vibra. No vivo bien, pero vivo modestamente, a gusto. Ser librero es bello, es una satisfacción, porque de eso se ha fincado mi vida, la vida de mi familia, en los libros”.






