El desfile cívico-militar por el 115 Aniversario de la Revolución Mexicana se llevó a cabo el 20 de noviembre de 2025, en la Ciudad de México, con una ruta modificada que concluyó sin incidentes, en medio de un operativo de seguridad sin precedentes desplegado por el Gobierno capitalino ante la convocatoria simultánea de una marcha de la Generación Z.
Por primera vez en la historia de esta ceremonia, el contingente no avanzó hacia Campo Marte, sino que terminó en el Monumento a la Revolución, en un trayecto de menos de tres kilómetros que recorrió 5 de Mayo, Eje Central, Avenida Juárez y Avenida de la República. El cambio obedeció a la convocatoria de la Generación Z, que planeaba marchar del Ángel de la Independencia al Zócalo por Paseo de la Reforma, en su segunda protesta en menos de una semana tras los enfrentamientos del viernes anterior que dejaron más de un centenar de heridos y varios detenidos.
El desfile, presenciado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, partió del Zócalo a las 11:40 horas y la vanguardia llegó al Monumento a la Revolución a las 12:09 horas. El General de División Juan José Gómez Ruiz, comandante de la cuarta región militar, rindió el parte y concluyó sin novedad. Desfilaron ante el pueblo de México una bandera monumental, cuatro estandartes de guerra, 2,759 integrantes del Ejército y Fuerza Aérea, 19 deportistas, 100 charros, 44 civiles, 62 niños, 34 vehículos terrestres, nueve vehículos antiguos, 503 caballos y 23 aeronaves.
La Secretaría de la Defensa Nacional adelantó que el desfile reviviría tres episodios clave de la Revolución: el Plan de San Luis, la Marcha de la Lealtad y la Promulgación de la Constitución de 1917, con carros alegóricos que recrean esas etapas del movimiento. Una de las novedades fue el énfasis en la participación de las mujeres, con contingentes y carrozas que llevaron nombres y símbolos de figuras como Sara Pérez Romero, Refugio “Madre Cuca” Esteves, Hermila Galindo y la piloto Emma Catalina Encinas, además de un vehículo con cofia alusiva a la primera enfermera militar del país.
El dispositivo de seguridad fue excepcional. Agentes y cadetes de la Guardia Nacional fueron desplegados alrededor de la plancha del Zócalo en una doble fila para vigilar el perímetro de la plaza, algo que no se había visto en una ceremonia de este tipo. Además, cientos de policías con equipo antimotines, a bordo de camionetas, hicieron base en calles paralelas al desfile, en particular en la zona del Centro Histórico. Se cerró un mayor número de estaciones del Metro de las que usualmente quedan deshabilitadas: a las estaciones Zócalo y Allende se sumaron Pino Suárez e Hidalgo, lo que provocó que miles de usuarios tuvieran que caminar y buscar otros medios de transporte.
El trayecto estuvo blindado por trabajadores del Gobierno capitalino, especialmente de la Secretaría de Gobierno y dependencias locales, desplegados desde el amanecer sobre 5 de Mayo, 20 de Noviembre y Eje Central para ocupar las primeras filas de las vallas. Una trabajadora de la SEGOB confirmó al diario Reforma, que la instrucción era no permitir el paso a gente provocadora en el Zócalo y el recorrido del desfile. Cientos de vallas fueron colocadas en edificios y monumentos clave, mientras que el paso de vehículos al Centro estuvo limitado.
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Durante su discurso en el desfile, la presidenta Sheinbaum Pardo arremetió contra quienes convocan a la violencia y a la intervención extranjera. “El que convoca a la violencia se equivoca, el que alienta el odio se equivoca, el que cree que la fuerza sustituye a la justicia se equivoca, el que convoca una intervención extranjera se equivoca”, afirmó. La mandataria también recordó el porfiriato y el periodo neoliberal, y dijo que la transformación que inició en 2018 está fuerte porque hay honestidad, resultados y amor al pueblo.
La marcha convocada por la Generación Z registró una baja asistencia. A una hora de la convocatoria, no se apreciaban contingentes fuertes de jóvenes para marchar del Ángel de la Independencia al Zócalo, ni en la UNAM. En el Ángel, que se encontraba amurallado por placas de metal, había al menos 50 personas, mientras que en la Biblioteca Central de la UNAM, una hora después de la cita, ningún alumno llegó. No obstante, en varios nodos de Paseo de la Reforma y Juárez hubo momentos de tensión, cuando apenas unas cuadras separaban ambas columnas. La vanguardia del desfile logró llegar al Monumento a la Revolución antes de que la marcha alcanzara esa zona, cumpliendo el objetivo operativo-militar de separar ambos flujos.


























