Del lado mexicano del Parque Binacional, ubicado junto al muro fronterizo en Playas de Tijuana, asociaciones civiles y albergues para migrantes instalaron un altar de muertos en memoria de las personas que fallecieron en su intento por cruzar hacia Estados Unidos, así como de quienes se encuentran en contexto de movilidad y lejos de las tumbas de sus familiares.
Daniel Watman, director de la organización Los Amigos del Parque Internacional de la Amistad, declaró a ZETA que la iniciativa surgió de una alianza con Casa Arcoíris, Albergue LGBTI y Jardín de Mariposas, con el propósito de preservar la cultura y el arte en espacios comunitarios y accesibles.
“Hemos visto en los últimos años mucha motivación, sobre todo dentro de las organizaciones que defienden a las personas migrantes, para celebrar el Día de Muertos y honrar a quienes han perdido la vida cruzando o de otra forma. Tenemos que enfocarnos en eso para apoyar más a la comunidad”, señaló.
El altar, de aproximadamente cuatro metros, permanecerá durante la madrugada del 3 de noviembre, fecha en la que la tradición mexicana indica la visita de los difuntos para disfrutar de las ofrendas. Watman detalló que Los Amigos del Parque de la Amistad será la organización encargada de resguardar el altar durante la noche.
A pocos metros, también se realizó un tributo de día de muertos a veteranos de la Marina de Estados Unidos deportados a México. Edwin Salgado, veterano del conflicto bélico en Irak, detalló a Zeta que durante el periodo de reclutamiento, el estatus migratorio no toma relevancia hasta después de finalizar el servicio militar.
“yo soy de guerrero y viví tres años en Estados Unidos, tenía residencia permanente y después todo se complicó tener la ciudadanía. Todas las fotos del altar son veteranos deportados que murieron de este lado. Uno de ellos es Miguel Pérez, acaba de fallecer hace tres semanas y era un gran amigo” declaró.
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Por otra parte, Watman recordó que el Parque Binacional fue creado antes de la construcción del actual muro fronterizo, hace 54 años y que, en sus inicios, contaba con un jardín compartido en ambos lados, concebido como un punto de encuentro entre personas de México y Estados Unidos. Sin embargo, señaló que las políticas migratorias del gobierno estadounidense han dificultado el acceso y la convivencia en el lugar.
Agregó que el área de acceso a la playa del lado de California permanece cerrada, lo que impide que personas en situación migratoria irregular puedan reunirse con sus familiares a través del muro.













