“Vengo a apoyar con un granito de arena para el futuro de un país libre, limpio de corrupción para todas las generaciones que vienen”, exclamó un asistente de la manifestación
El asesinato del alcalde de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo, quien fue acribillado a tiros el pasado 2 de noviembre en pleno festejo del Día de Muertos, fue la chispa que encendió no solo a aquel pueblo, sino que la indignación llegó hasta la ciudad fronteriza de Tijuana, donde, aun con lluvia y frío, cientos de ciudadanos salieron a protestar por las calles de la Zona Río para reclamar paz y justicia, gritando: “Fuera Marina” y “No somos bots”, en alusión al dicho de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien desestimó el movimiento asegurando que no se trataba de una protesta genuina ni ciudadana.

Aunque a la marcha se convocó desde distintos frentes —activistas, colectivos de búsqueda de personas desaparecidas, maestros, trabajadores, familiares de víctimas de homicidio, etcétera—, la razón para atender la convocatoria fue la misma para todos, y los asistentes la definieron en una sola palabra: hartazgo, de la “4T”, “malos políticos”, “falta de justicia y oportunidades”, “inseguridad” y “corrupción”.

La marcha ciudadana de la Generación Z y todas
A eso de las 02:00 de la tarde, en el monumento del emperador mexica Cuauhtémoc, se reunieron ciudadanos, si de la Generación Z, que fue la que convocó a nivel nacional, pero también Millenials y Baby Boomers, sosteniendo carteles que rezaban: “En México no mueren, los matan”, y “Fuera el narcoprejidente”, exigiendo la revocación de mandato de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Entre vítores y silbidos, los más de 100 asistentes gritaban consignas y agitaban la bandera de México, pero también la del anime japonés One Piece, que se ha convertido en el símbolo de protesta a nivel mundial contra los “malos gobiernos”, permaneciendo en el monumento, para después, a eso de las 04:20 arrancar la marcha hacia el monumento México, más conocido como las Tijeras, y de ahí, dirigirse rumbo a Palacio Municipal, el cual estaba custodiado desde dentro con agentes de la Policía Municipal donde gritaron “Asesino”, “Él no murió, el gobierno lo mató”, en alusión al homicidio del presidente municipal de Uruapan.

“Lo que me hizo venir, lo que detonó es la muerte de Carlos Manzo, el alcalde de Uruapan, tengo mucho coraje porque mataron a una persona que solamente pedía justicia, por eso vengo a este lugar a apoyar con un granito de arena para el futuro de un país libre, limpio de corrupción para todas las generaciones que vienen”, exclamó una de las asistentes de la tercera edad.
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Pero también los más jóvenes se pronunciaron: “Estoy aquí por el hartazgo de la situación del país, llevó toda mi vida escuchando las noticias de corrupción, crimen, y hoy después de ver las publicaciones de la convocatoria en redes decidí venir a manifestarme en contra del crimen y de la impunidad”, comentó David Cano, quien forma parte de la Generación Z.

Faltando 10 minutos para las 05:00 de la tarde, los manifestantes colocaron un ataúd en la puerta de entrada del Palacio Municipal, demostrando su apoyo al pueblo de Uruapan, pidiendo un minuto de silencio, para después entonar el himno nacional y el Cielito Lindo. Tras ello, nuevamente se dirigieron rumbo al monumento a Cuauhtémoc, donde se reunieron con otro contingente que salió desde el monumento al Maestro Lázaro Cárdenas, ahí se unieron gritando al unísono: “Fuera Morena” y “Es un horror que gobierne Claudia hoy”.
Las causas
Ya sea por los más de 100 mil desaparecidos en México, Baja California y Tijuana; por la inseguridad, o los más de mil homicidios que ha registrado este municipio fronterizo, fue que ciudadanos salieron a protestar, tal es el caso de Evelia Almazán Arredondo, hija de Leonel Almazán y Rosario Arredondo, propietarios de “Grúas Arredondo”, quienes fueron asesinados a balazos con armas de grueso calibre el 28 de abril, cuando circulaban sobre la Avenida Aeropuerto, en la colonia Aeropuerto Abelardo L. Rodríguez.

“A mis padres los asesinaron, los mataron de una manera atroz, solamente pido que el gobierno nos haga caso, que voltee a vernos, que nos resguarde. Ahora son ellos, pero mañana podemos ser nosotros, tenemos miedo, tengo miedo por mí y por mi familia, necesito ayuda gobierno federal, por favor ayúdanos para que esto llegue a las autoridades correspondientes y se haga justicia por mis padres”, expresó entre lágrimas Evelia Almazán.
Y es que Evelia asegura que aunque hay tres detenidos, señalados como autores materiales, ella duda que estos sean los verdaderos responsables de la ejecución. Además de que exigió que se detenga también al autor intelectual, aunque no abundó sobre de quién se trata.

Otros asistieron, para apoyar causas como la de Evelia, pero también para expresarse buscando dejarle un mejor México a sus hijos, como es el caso de David Rubio, representante del Grupo Alto: “Definitivamente es el hartazgo, la inseguridad tan grave que se ha vivido en nuestro país. Ahorita la ciudadanía está temiendo de ir a cobrar sus aguinaldos, porque o te asaltan los maleantes o te asaltan los policías. Son 53 ciudades que dijeron ya basta, con arriba de 50 mil personas, no es cierto que nos están pagando, a mí no me pagaron un peso por venir. Quiero dejar un México que mi hijo pueda salir e irse caminando a la universidad, que haya apoyos para que siga estudiando, que haya condiciones para salir de esta jodidez que vivimos en México”, manifestó.
En el caso de María Luisa, ciudadana tijuanense, el reclamo es diverso, según dijo, por la falta de atención a la ciudad por parte de gobiernos locales.

“Marina del Pilar no hace nada, ahorita que yo venía en el transporte público, en la vía rápida estaban unos charcototes porque no han hecho nada. También, le digo al gobierno que dejen de darle tanto dinero a la gente floja, que la gente se ponga a trabajar, que arreglen vialidades, que arreglen toda la ciudad, queremos una ciudad limpia bonita, porque por eso pagamos impuestos”, mencionó la mujer.







