Aunque ginecólogos y pediatras advirtieron del riesgo para pacientes y personal sanitario de cerrar el área de Gineco-Obstetricia del Hospital General de Tijuana (HGT), en la Zona Río, el servicio dejará de operar a partir de este 24 de noviembre, cuando cinco pediatras y 14 gineco-obstetras sean transferidos al Hospital Materno Infantil.
La decisión calificada como “irresponsable” e “improvisada” revela la estrategia gubernamental de “abrir un hueco para cubrir otro hueco” porque no hay una solución real a las deficiencias de personal, medicamentos e insumos que padecen los hospitales de Baja California.
En versiones contradictorias, el coordinador del IMSS Bienestar en Baja California, Miguel Bernardo Romero Flores, dijo que el cierre será “temporal” por la remodelación del área de Urgencias, pero luego afirmó que concluidos esos trabajos en el primer semestre de 2026 se adecuará la sala de Hemodinamia, con una inversión de 100 millones de pesos.
Esto pone al descubierto un proyecto que ha sido impulsado por el cardiólogo y actual secretario de Salud, Adrián Medina Amarillas, según algunos trabajadores consultados por ZETA. “¿Cómo van a hacer un área de Hemodinamia si realmente ni siquiera se cubren las necesidades básicas para atender a los pacientes?”, cuestionaron.
El cierre de Gineco-Obstetricia en el HGT también exhibe la relación entre el Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA), cuya dirigente de la sección 24, Alejandrina Vázquez, lo habría avalado.
El sindicato mayoritario “utiliza mediáticamente las carencias de insumo y personal sólo cuando le conviene, cuando necesita algo de la autoridad o quiere presionarla”, por eso sigue habiendo carencias, señaló Oswaldo Martínez Gracida, secretario general de la sección 18 del Sindicato Independiente Nacional de Trabajadores de Salud (SINAITSA); organización que junto con el Sindicato Mexicano para el IMSS Bienestar (SIMESA) ha denunciado que la autoridad no les ha pagado prestaciones a las que tienen derecho. Discriminación que admitió Romero Flores por una “laguna jurídica”, que podría resolver la Comisión de Relaciones Laborales del IMSS Bienestar a nivel central (CDMX) en próximos días; al igual que la redirección de cuotas sindicales, por las que según el funcionario lo “han llegado a amenazar”.
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CIERRE SERÁ “CATASTRÓFICO”; TEMEN SATURACIÓN DEL MATERNO INFANTIL
La ginecóloga Guadalupe Duarte y la pediatra Irma Sánchez Salgado consideraron que será “catastrófico” el cierre temporal o permanente del departamento de Ginecología del Hospital General de Tijuana Zona Río, ya que el Hospital Materno Infantil en la Tercera Etapa del Río no tiene la infraestructura suficiente y necesaria para atender a las pacientes críticas que son referidas de Tecate, Rosarito y Tijuana.
En el pasado se hicieron remodelaciones en el HGT sin que haya implicado cerrar algún servicio médico, por lo que no se entiende por qué en esta ocasión no pueden hacerse las remodelaciones sin afectar el servicio, coincidieron las especialistas.
La ginecóloga Guadalupe Duarte explicó que el departamento de Gineco-Obstetricia del HGT concentra la atención de la Morbilidad Materna Extrema, es decir, atiende a las pacientes con un estado crítico de salud en riesgo de morir. Por el alto nivel de complejidad se requiere de una atención multidisciplinaria.

De enero a septiembre de 2025, se atendieron 224 casos de Morbilidad Materna Extrema, de preclamsia, hemorragias obstétricas, sepsis y cetoacidosis diabética. Además de 900 casos de pacientes con morbilidad materna, como casos de hipertensión gestacional, pacientes usuarias de drogas, y con VIH/Sida, sífilis y hepatitis C, entre otras enfermedades.
En total, el HGT registró 2 mil 665 egresos hospitalarios y mil 832 nacimientos durante los primeros diez meses de 2025, refirió la especialista.
En un manifiesto de inconformidad enviado a la autoridad, en que se detallan argumentos técnicos y éticos por lo que rechazan el cierre del área de Ginecología, los especialistas señalaron que concentrar el 100 por ciento de la atención de las mujeres en condición de embarazo y puerperio en el este de Tijuana genera “inequidad estructural que compromete su salud y vida”.
El Hospital Materno Infantil “no cuenta con banco de sangre, no tiene capacidad para hacer una transfusión masiva, no tiene unidad de cuidados intensivos y no tiene el personal médico interdisciplinario necesario para la atención inmediata de las pacientes”, como el cardiólogo, intensivista, internista, nefrólogo, declaró Guadalupe Duarte en la manifestación de médicos contra el cierre de Ginecología del HGT.
El coordinador del IMSS Bienestar en BC, Miguel Bernardo Romero Flores, desestimó los señalamientos al asegurar que actualmente opera “una tercera parte” del Hospital Materno Infantil, y que “está en condiciones” de atender a los pacientes del HGT.
No obstante, reconoció que el Materno Infantil es “un hospital que fortaleciéndolo debería estar atendiendo sin problema alguno a la población que requiera de una atención gineco-obstétrica”.
El Hospital Materno Infantil “tiene la sangre”, “no requiere obligatoriamente” un banco de sangre y pueden trasladarse a pacientes con las cuatro ambulancias (dos del HGT, una del Materno Infantil y una del Hospital General de la Zona Este). Se “acaban de contratar” alrededor de 20 enfermeras, 14 pediatras y 16 gineco-obstetras.
Hay 62 camas sensibles, 67 no sensibles (en recuperación, trabajo de parto), dos quirófanos, 13 salas de expulsión, 12 camas urgencias, una de ellas aislada y un cuarto de choque para una emergencia ginecobstetricia.

El abasto de medicamento y material de curación ronda el 80 por ciento, considerando una selección hecha de claves esenciales de medicamentos e insumos, dijo Romero Flores. No obstante, reconoció que hay claves, sobre todo de material de curación, que no están en compendio nacional y no pueden ser adquiridas por IMSS Bienestar, aunque sí por el estado.
Romero Flores argumentó que la transferencia de Ginecología al Materno Infantil se debe a que en el área de urgencias y otros espacios en el HGT se sustituirán aires acondicionados, plafones y pisos, así como sistemas eléctricos e hidráulicos, cuya inversión total será de 10.4 millones de pesos.
A pregunta expresa de ZETA, Romero Flores admitió que la premura con que se informó al personal se debió a que había “incertidumbre” en que efectivamente se hiciera la remodelación de Urgencias, el piso de trasplantes y oncología pediátrica, entre otras áreas, porque el IMSS Bienestar en Ciudad de México tuvo retraso en la investigación de mercado para el proceso de licitación.
“Nuestra preocupación es que no saliera este año”, pero afortunadamente salió y se tiene que ejercer el recurso y no causar retrasos en los tiempos del proveedor, manifestó.

HOSPITAL MATERNO, SIN LO BÁSICO: PIDEN ALCOHOL Y PAÑALES
Personal consultado por ZETA del Hospital Materno Infantil reveló que “nunca han abierto” áreas como la de Urgencias, ni se han hecho trabajos previos para la transferencia del personal del HGT.
“Se abrió hospitalización uno y se tuvo que cerrar cuando se abrió hospitalización dos, porque no sirven las tomas para el oxígeno. O sea, si llegaran a abrir hospitalización uno, si una paciente se complica en esa área no hay para darle oxígeno. Tiene uno que jalarse un tanque de oxígeno para poderle proporcionar”.
Como tampoco funcionan las tomas de aspiración, “si la paciente llega a vomitar y a necesitar que se le aspire, la tendrías que mover a otra unidad y hacer a un lado a otra paciente para que pueda ocuparse la toma para la que tiene la emergencia y son minutos de oro, donde la paciente puede morir”.
Asimismo, aseguraron que “batallan” para conseguir sangre. “No tenemos ventiladores, ni siquiera tenemos agujas para que les hagan la punción en la espalda a las señoras para que les den la anestesia”.

“No hay ergonovina, un medicamento para controlar hemorragias, no hay guantes; no hay algunas agujas, suturas para el útero -están muy restringidas-, algunas soluciones. No hay perillas para aspirar al bebé, tampoco agua oxigenada”, dijeron y consideraron como “preocupante” que con el traslado de Gineco del HGT se “sature” el Materno Infantil.
En lugar de incrementar el personal de enfermería éste fue mermado desde principios de este mes, luego de que Romero Flores envió un oficio comisionando a 10 trabajadores al Hospital General de Tijuana para atender la inconformidad del SNTSA, que protestó por la falta de pago de los bonos de uniformes, fortalecimiento, y primas dominicales, la sobrecarga de trabajo de enfermería y la falta de especialistas, según denunciaron.
El Materno Infantil tiene una alta rotación de personal porque el director del hospital es una persona “poco accesible” con su personal. “Han estado siete médicos y ya no están y los últimos pediatras renunciaron hace poco. Hay seis pediatras en la mañana, dos de ellos pidieron pasarse en la noche para que esté cubierto, pero no lo permitieron”.
“Abren un hueco para cubrir otro hueco, pero realmente no hubo una solución real. Si de por sí el Materno Infantil tiene carencia de personal, le quitan personal para mandarlo a un hospital donde también hay carencia; entonces simplemente están ahí moviendo personal”, criticó Oswaldo Martínez Gracida, del SINAITSA.
Las autoridades están queriendo cerrar completamente Ginecología del HGT trasladándola al Hospital Materno Infantil, sin considerar que el Materno Infantil no está preparado para atender al 100 por ciento porque prácticamente es ambulatorio. “No tiene todavía la capacidad de atender aquellos casos en los que se complique su salud”.
La autoridad debió fortalecer el Materno Infantil dotándolo de infraestructura y personal interdisciplinario antes del cambio, pero eso no ha ocurrido. “Es completamente irresponsable cerrar el departamento de Gineco-Obstetricia”, porque la gente va a seguir llegando al HGT y en el área de Urgencias no hay personal especializado para la atención materno-infantil, indicó Martínez Gracida.
Afuera del Hospital Materno Infantil, Éric contó a ZETA que llegó desde Tecate porque en el Hospital General de ese municipio le dijeron que no hay pediatra. Dentro de su automóvil espera a que transcurra el tiempo y den de alta a su pareja y a su hijo, teniendo que comer en la calle y sin poder ir a trabajar, porque para él no es opción regresar a su casa por la distancia, y el recurso que implica el traslado.
Como a todos los familiares de mujeres que paren de forma natural, a Éric le pidieron una “donación” consistente en alcohol, pañales y perillas para bebés.







