Conzultoría Matrimonial y Familiar
En toda posible relación sexual es importante que se dé el consentimiento; de no ser así se puede considerar como delito o agresión sexual (violación), por lo que en ese momento existe ya un agresor y una víctima.
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“Uno de los principales problemas que se tienen respecto a este tema es la falta de educación afectivo-sexual”, destaca la Dra. Noemí Pereda, profesora titular de victimología de la Universidad de Barcelona. Asimismo, establece que la pornografía se ha convertido en el principal educador sexual para los jóvenes porque no disponen de recursos educativos accesibles que les informen del tema, ya que la pornografía muestra una forma de sexualidad muy específica y no tan sólo para España, sino de todo el mundo; México no es la excepción.
El consentimiento sólo es válido para la actividad sexual que se propone en ese momento, no para cualquier otro a partir de ese primer “sí”, porque además pueden decir que “sí” y luego cambiar de idea y decir “no”, por lo que no pasa nada; se es libre de hacerlo y la otra persona siempre debe respetarlo. De lo contrario siempre es agresión sexual si no consintieron, y por lo tanto un delito sexual, o sí consintieron, pero luego cambiaron de opinión.
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Si, a pesar de todo esto, la actividad sexual se produjo igualmente, tienen que saber que han sido víctima de violencia sexual y tienen derecho a denunciarlo y a pedir ayuda.
Si entre la víctima y su agresor existe una relación previa (ya sea de amistad, de pareja, noviazgo, familiar o de trabajo), agrava los hechos. Hace que la víctima dude más de lo ocurrido, sienta vergüenza y se culpabilice por no haberlo podido evitar. A su vez, para el agresor es mucho más fácil decir que lo que ocurrió fue consentido, que ella también lo deseaba porque seguía a su lado.
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Los miedos por los que no se denuncian son diversos: al que no les crean, al qué dirán sus conocidos, y también al sistema y a la revictimización que sufren las personas tantas veces de los ministerios públicos (por morbosos en ocasiones) o los policías previamente. Pero, además, hay otro motivo por el que no denuncian, y es que no se tienen claro si fue una violación; o sea, no tienen claros los límites del consentimiento.
Todos deberían conocer que el consentimiento sexual tiene diversas fases o etapas según los especialistas y yo teniéndolo presente. Lo primero que deben de tener claro es que sólo pueden consentir si están en sus plenas facultades para entender lo que le están proponiendo. Por tanto, si han bebido o tomado drogas, no pueden consentir. Si están dormidas o inconscientes, mucho menos.
1.- Comprensión: en esa primera fase tienen que ser capaces de comprender la actividad sexual a la que alguien le está proponiendo a participar. Entender a lo que se refiere la otra persona, lo que implica, conocer las posibles consecuencias (el embarazo, la familia, las amistades o compañeros, etcétera); todo ello debe valorarlo antes de dar el sí.
2.- Decisión: la segunda fase es tomar la decisión de participar en esa actividad sexual o no. Pero esta decisión debe tomarse sin presiones, sin engaños, sin manipulaciones, sin violencia y sin amenazas. Es una decisión que se toma libremente a partir del análisis que han hecho en la fase anterior. Aquí es cuando deben decir “sí” y que la otra persona debe escuchar un “sí”. Se toma un acuerdo claro y explícito entre ambas partes consintiendo.
3.- Participación: y la tercera fase es acceder a ello, pero sólo porque realmente quieren hacerlo y entender lo que implica. Es decir, han valorado la decisión y han decidido participar desde su comprensión y libertad, entonces sí dando el consentimiento. Pero cuidado, hay muchos manipuladores, mentirosos especialistas en engañar.
El Lic. y C.P. Roberto Bautista es terapeuta sexual y de parejas con maestría en Mediación.
Correo: [email protected]
