Un reportaje firmado por el periodista Steve Fisher, publicado el 11 de noviembre de 2025, en el periódico californiano Los Ángeles Times -titulado ‘Oro, armas y cárteles: La batalla por una mina multimillonaria’-, reveló cómo un empresario estadounidense y un intermediario mexicano enfrentaron durante tres años a cárteles de la droga, funcionarios corruptos y la burocracia estatal, para recuperar una mina de oro multimillonaria ubicada en el desierto de Sonora, cuya captura por narcotraficantes representaba no solo pérdidas económicas, sino también una ruta estratégica para el tráfico de drogas hacia Estados Unidos.
Alejandro Sánchez, nacido en un orfanato de Hermosillo hace 53 años, aceptó en 2022 ayudar a Nicah Odood -propietario californiano de derechos mineros en La Ciénega-, a expulsar a “Los Chapitos” y/o “Los Menores” y/o “Los Chiquillos”, como se le conoce a Iván Archivaldo Guzmán Salazar, “El Chapito”, y a sus hermanos, Jesús Alfredo Guzmán Salazar, alias “El Güero Moreno” y/o “El Alfredillo”, así como a Joaquín y Ovidio Guzmán López, “El Ratón” -todos hijos del capo sinaloense Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo”, estos últimos presos en Estados Unidos-, que habían tomado la citada propiedad con armas.
Según Los Ángeles Times, la motivación inicial de Sánchez era devolver un favor al orfanato que lo acogió de niño, debido a que el 1 por ciento de las ganancias irían a esa institución. Lo que el hombre subestimó fue la magnitud del desafío. Los Chapitos, aliados con el cártel local de los Deltas, operaban la mina como una estructura paramilitar con 50 trabajadores, extrayendo hasta un kilo de oro diario, bajo la vigilancia de 150 sicarios. Paralelamente, Sánchez se enfrentó a exigencias de sobornos de autoridades mexicanas y a repetidos obstáculos burocráticos que retrasaban cualquier intervención militar.
El rotativo californiano señaló que el punto de quiebre llegó con un informante -ex comandante militar que trabajaba para Los Chapitos-, proporcionó inteligencia crucial, utilizando trabajadoras sexuales traídas por narcotraficantes, para obtener información detallada sobre los operativos delictivos. Esta información permitió desmantelar células del cártel y, finalmente, en septiembre de 2024, las autoridades mexicanas ejecutaron un operativo conjunto con decenas de soldados y más de 100 policías sonorenses, que expulsó a los narcotraficantes, sin derramamiento de sangre.
Sin embargo, según Los Ángeles Times, la victoria fue incompleta. Tras la operación, el informante reveló trabajar para el El Cártel Independiente de Sonora, también conocidos como Los Paredes y Los Salazar,, quien exigió el 15 por ciento de las ganancias mineras a cambio de “seguridad”. Tanto Sánchez como Jonathan Cooper -copropietario estadounidense de la mina- rechazaron categóricamente cualquier acuerdo.
Meses después, en noviembre, Sánchez sobrevivió a un tiroteo mientras se dirigía a un rancho cercano, siendo perseguido por francotiradores con armas calibre .50. Según lo destacó el diario californiano, aunque la operación continúa bajo vigilancia de una base policial, la vulnerabilidad persiste: un comandante de seguridad renunció en mayo por falta de coordinación interinstitucional, y sus sucesores redujeron drásticamente la presencia de agentes, hasta que Sánchez gestionó una intervención directa del gobernador Alfonso Durazo Montaño, militante de Morena.
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La mina reabrió recientemente con aproximadamente 30 trabajadores en preparación productiva, incluyendo jóvenes del orfanato. Los nuevos inversores aceptaron que el 1 por ciento de sus beneficios financien la institución. Sánchez declaró a Los Ángeles Times, que continuaría en la operación hasta que el orfanato sea completamente renovado y con sustento financiero asegurado, cerrando así un ciclo personal de reconciliación con su pasado y cumpliendo la deuda que contrajo con el lugar que lo acogió en la infancia.
“Este artículo se basa en documentos gubernamentales y extensas entrevistas con funcionarios de los gobiernos estadounidense y mexicano, mineros, Jonathan Cooper y Alejandro Sánchez. Fisher es corresponsal especial. Esta historia contó con el apoyo del Centro Pulitzer y fue publicada conjuntamente con el diario Los Ángeles Times con Puente News Collaborative, una sala de redacción bilingüe sin fines de lucro”, indicó el rotativo californiano.







