De enero a septiembre de 2025 se recibieron 45 mil 681 millones de dólares por remesas en México, lo que significó una caída de 5.5% respecto a los primeros nueve meses de 2024, cuando se reportaron 48 mil 360 millones de dólares.
Según el Banco de México (Banxico), en septiembre pasado el ingreso por remesas fue de 5,214 millones de dólares; una baja anual de -2.7% El número de operaciones de envío alcanzó los 13.2 millones contrayéndose -4.7% en términos anuales. Así, las remesas en septiembre hilaron seis meses consecutivos a la baja.
Esta caída se debe principalmente a dos factores: el debilitamiento de la demanda por empleo migrante en Estados Unidos y el temor que pudiera haber entre las personas migrantes indocumentadas a ir a trabajar ante las redadas del gobierno estadounidense, consideró Sofía Ramírez Aguilar, directora de México, ¿cómo vamos?
La especialista explicó a ZETA que la demanda de empleo migrante en Estados Unidos bajó como consecuencia de la debilidad en el mercado laboral general y por el envejecimiento de las personas mexicanas en el país del norte. “Las personas mayores pierden los vínculos con sus familiares de primer grado con el tiempo”, y en la última década, los mexicanos han migrado en menores tasas.
Para Ángel Patiño Sánchez, investigador de la iniciativa Signos Vitales México, la contracción de las remesas se explica por la disminución de remesas que son cobradas en efectivo. Una tendencia observada desde 2023.
Gran parte de las remesas que eran cobradas en efectivo eran enviadas desde estados de Estados Unidos que tenían poca población de mexicanos. “Algunos estados son los de la costa este, al norte de Estados Unidos, con la frontera de Canadá y algunos estados que pueden estar aislados, como es el caso de Hawái”, explicó.
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Los datos de Banxico indican que en los primeros nueve meses del año 49.9% de las remesas que se enviaron a México por medios electrónicos se cobraron en efectivo y sumaron 22 mil 609 millones de dólares.
Mientras que las remesas que fueron enviadas como depósito en cuenta ya representan 50.1% del total, al contabilizarse 22 mil 690 millones de dólares.
En entrevista con ZETA, Patiño Sánchez dijo que desde 2023 comenzó a observarse un crecimiento de las remesas digitales, las cuales están vinculadas a lugares con mayor penetración financiera y presencia de mexicanos como Nueva York, California y Arizona. El crecimiento continuará como consecuencia de las restricciones migratorias y para hacer envíos, previó.
El especialista consideró que la caída de las remesas podría pronunciarse porque las que sí son cobradas y las que son cobradas en efectivo van a seguir cayendo, lo que puede implicar que al cierre de 2025 las remesas caigan hasta 7% respecto a 2024.
“Es muy difícil dar un pronóstico para 2026, pero es muy probable que se estabilicen y de alguna manera se mantengan en el mismo nivel de 2025, es decir, que ya no crezcan”, indicó el investigador de economía.
HOGARES MÁS POBRES, LOS MÁS AFECTADOS
Debido a que las remesas aumentan el ingreso disponible de los hogares que las reciben, una reducción de remesas sí merma el ingreso de esos hogares y tiene un mayor efecto en el consumo de los hogares más pobres, indicó Sofía Ramírez Aguilar, directora de México, ¿cómo vamos?
El menor envío de remesas impacta en términos de la calidad de vida de las familias menos favorecidas, que generalmente usan ese dinero para gasto corriente. Los estados del sureste serían los más afectados justamente porque el consumo es hasta el 40-42% proveniente de las remesas, “lo cual no se observa en el resto del país”.
La disminución de remesas no necesariamente afectará el consumo agregado del país; entre otras cosas, porque “las remesas equivalen a 3.5% del Producto Interno Bruto (PIB) pero no son PIB”. El mayor impacto en el consumo privado se ve más bien por el estancamiento económico y del empleo en México, señaló Ramírez Aguilar.
Ángel Patiño Sánchez, investigador de la iniciativa Signos Vitales México, comentó que si bien en los primeros nueve meses la caída en dólares por remesas es de -5.5% respecto al mismo periodo de 2024, la contracción en pesos es mucho menor.
Para el mismo periodo, las remesas convertidas en pesos sumaron 890,236 millones de pesos. “La caída en términos reales (después de descontar la inflación) es de -0.2% La pérdida en pesos es mucho menor que la pérdida en dólares y fue perceptible a partir del mes de junio de este año”.
Con lo anterior se puede afirmar que los hogares mexicanos no han sufrido una pérdida considerable en sus ingresos y por lo tanto no se puede asumir que el lento crecimiento de la economía mexicana se deba a la caída en las remesas.
Sin embargo, la reducción de remesas sí podría verse en la balanza de pagos: “Menos remesas significa que México tiene que compensar esa pérdida con mayores ingresos del exterior. La pérdida ha tenido que ser compensada con mayor deuda, el incremento de las exportaciones manufactureras y el incremento de las reservas internacionales”

En consecuencia, el principal riesgo en el corto plazo es financiero y se puede resumir en la estabilidad del tipo de cambio. Pero, si la caída en las remesas se prolonga (a partir de ahora), ésta puede añadir presión para que baje más el crecimiento económico, que de por sí será bajo (de entre 0.4 y 1% en 2025), apuntó.
EN BC CRECEN 23.2% REMESAS; 22 ESTADOS REPORTAN BAJA
Según los datos de Banxico, durante los primeros nueve meses del año, los tres estados que recibieron más ingresos por remesas fueron: Guanajuato con 4,060 millones de dólares (mdd); Michoacán, con 3,969 mdd; y Jalisco, 3,812 mdd.
Sin embargo, estos engrosaron la lista de 22 entidades federativas que reportaron una caída de remesas respecto a septiembre de 2024. Las más significativas fueron en Ciudad de México (-23.8%), Sinaloa (-21.5%) y Estado de México (-21.4%).
El caso de Baja California llama la atención porque fue el estado donde más incrementó la llegada de remesas en el país, con un alza anual de 23.2%, al pasar de 1,070 mdd a 1,318 mdd al tercer trimestre.
Además, porque el incremento observado supera por mucho al registrado en las otras nueve entidades: Guerrero (4.2%), Campeche (3.8%), Oaxaca (2.0%), Puebla (1.9%), Morelos (1.3%), Chiapas (1.2%), Veracruz (0.9%) y Yucatán (0.6%).
Patiño Sánchez señaló que el incremento de las remesas en Baja California, particularmente en Tijuana, no corresponde a las remesas cobradas, y que más bien se debe a que el registro de las remesas depende de la ubicación de los servidores de las empresas remesadoras, dato que modifica el destino final de las remesas y “distorsiona por completo” la información.
“Otros lugares muy parecidos a lo que ocurre en Tijuana son la Ciudad de México, que es en donde también los bancos y las remesadoras tienen servidores, de tal manera que tú puedes observar que hay muchísimas remesas en ciertas ubicaciones y colonias de la Ciudad de México que no corresponden con municipios expulsores de migrantes”.
Chiapas ha tenido una evolución “impresionante”, porque de 2018 a la fecha ha tenido un crecimiento cercano a 400%, relacionado con el avance de la digitalización de las remesas. Pero tampoco existe relación directa entre la cantidad de personas expulsadas y las remesas que están recibiendo a nivel municipio. “No hay migrantes y están captando remesas”.
“Lo que nosotros hemos encontrado es que estas remesas que, de alguna manera no son explicadas por fenómenos demográficos, sociales, familiares, laborales y económicos en Estados Unidos tienen relación con operaciones de lavado de dinero”, y estas operaciones, a su vez, dependen de otro tipo de actividades ilícitas como el narcotráfico, el tráfico de migrantes y la trata de personas, señaló el investigador de Signos Vitales.
Chiapas es el caso más evidente y en el que podemos estar observando cómo las rutas migratorias coinciden precisamente con los lugares de cobro de las remesas. “Nosotros hacemos un estudio más detallado con la demanda de efectivo, el envío de remesas, es decir, nosotros tratamos de ver que esa remesa que está siendo enviada sea cobrada y luego en estos lugares hay coincidencia con el tráfico de migrantes o rutas migratorias” que llegan hasta Tamaulipas y a algunos lugares de Monterrey, Nuevo León, pasando por Tabasco y Veracruz.
Caso contrario es el de Oaxaca, que es una de las entidades donde se observa una “relación directa” entre los municipios expulsores y las remesas que están recibiendo, apuntó.
Por otro lado, el especialista destacó que se ha observado que muchas de las remesas están siendo “abandonadas” en cuentas bancarias y no están siendo cobradas.
“Lo que se nos ha venido diciendo durante mucho tiempo es que las remesas sirven precisamente para compensar esos ingresos que los hogares no tienen y asumir así el gasto corriente, como alimentación, vestido y en algunos casos vivienda”; pero hay remesas que no están siendo cobradas y eso debe alertar todavía a las autoridades financieras, porque quiere decir que hay un gran flujo de dinero que está siendo introducido vía remesas a través del sistema financiero mexicano.
EUA MODIFICA ESTADÍSTICA; EN MÉXICO NO HAY INTERÉS POR MEJORAR ESTADÍSTICA
Patiño Sánchez expuso que mientras las empresas estadounidenses modificaron en 2023 su estadística de origen de remesas de acuerdo con el lugar donde efectivamente se envía el dinero, “en México no sabemos el lugar exacto en donde son cobradas las remesas”.
“En México no ha habido interés por parte de los privados ni por parte de las autoridades financieras, ya sea la Comisión Nacional Bancaria de Valores, el Banco de México, la Unidad de Inteligencia Financiera por mostrar precisamente en dónde están siendo captadas y cobradas, que es más importante, estas remesas”.
Aunado a que el Banxico ha clasificado por cinco años información que permitiría conocer con más detalle los montos de las remesas, quién las está enviando, cómo se están cobrando y los mecanismos por los cuales se están enviando las remesas que son distintos a las empresas remesadoras ya conocidas, señaló.







