Los aranceles del 25% a camiones de carga y del 10% a autobuses mexicanos, impuestos por el Gobierno de Estados Unidos, y que entraron en vigor el 1 de noviembre pasado, violan el T-MEC, dijo el secretario de Economía Marcelo Ebrard.
“Vamos a entrar a la revisión del Tratado Libre de Comercio en 2026, y evidentemente, cuando se habla de la observancia del tratado, pues, lo primero que le vamos a pedir a Estados Unidos es que cumpla lo dispuesto en el tratado de que, respecto a que las partes y componentes hechas en México, tienen que tener el mismo trato que las que tienen las de Estados Unidos”.
El funcionario federal señaló que se está buscando que se aplique un sistema de descuentos similar al que tienen los vehículos ligeros, con lo que la tasa efectiva estaría 10% más baja.
Los vehículos que se producen en México cumplen con la regla de origen 64% de contenido regional, y según la Asociación de Camiones de Estados Unidos el arancel del 25% podría incrementar el costo de las unidades en 35 mil dólares en ese país.
En México, en septiembre se registraron caídas anuales de -59.3% en la producción, de -58.3% en la exportación y -55% en ventas al mayoreo de vehículos pesados.
Las cifras en el acumulado enero-septiembre 2025 también son negativas, ya que la producción reporta una baja anual de -34.6%, las exportaciones de -29.1% y las ventas al mayoreo -51.8%, según datos de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (Anpact).
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Los autobuses y camiones de carga usados, de más de 3,857 kilogramos de peso, de motor diésel con una antigüedad mayor a 10 años, ya no podrán ser importados definitivamente a México, dieron a conocer a principios de semana las secretarías de Economía y Ambiente federal.
Con este acuerdo se “limita la entrada de camiones antiguos e inseguros”, reduce emisiones contaminantes, mejora la seguridad en la circulación, protege la salud y evitará la importación de “varias decenas de miles” de vehículos, aseveró Ebrard.

En Ciudad de México, donde fue presentada la nueva regulación, el presidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), Miguel Ángel Martínez Millán, aseguró que el acuerdo es el resultado de dos años de “trabajo técnico, diálogo constructivo y colaboración interinstitucional” para atender una situación que por años afectó al sector.
Tal como lo había adelantado el presidente de la Unión de Comerciantes de Autos Usados en Tijuana, Jorge Macías Jiménez, el 5 de noviembre la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo prorrogó por poco más un año el decreto que regula la importación definitiva de vehículos usados. El cual vencerá el 30 de noviembre de 2026.
En la edición impresa 2962 de ZETA, Macías Jiménez comentó en entrevista que comerciantes formales de la frontera norte habían pedido que la prórroga fuera por cinco años para mayor certidumbre de sus negocios, pero que el subsecretario de Economía Vidal Llerenas les había comentado que se “veía muy difícil” hacerlo por ese tiempo, debido a los aranceles de Estados Unidos.
Cabe señalar que este decreto es distinto al que regula a los autos “chocolate”, que fue prorrogado hasta el 30 de septiembre de 2026 desde el sexenio pasado.







