Temen ser víctimas de un incendio que comprometa sus viviendas y por eso piden ayuda al Ayuntamiento de Tijuana, para que prevenga el vandalismo en la zona ante la constante quema de cables, acumulación de basura y las fogatas que realizan indigentes en un predio ubicado en la calle Escuinapa y Avenida Murua Martínez, de la colonia Campestre Murua, de la delegación Otay Centenario.
Los vecinos piden que el gobierno municipal de Ismael Burgueño, localice y obligue al propietario del terreno a que se haga responsable de la propiedad, para que lo mantenga limpio y con la protección suficiente para evitar que se registren incendios como el reportado el 13 de agosto de 2025, que alcanzó a dañar las paredes de un par de bardas de las viviendas aledañas.
Los problemas de vandalismo se han registrado desde 2024, pero los vecinos se han quejado en la delegación desde el mes de julio de 2025, y en agosto han tratado de entregar oficios tanto en la delegación Otay Centenario, en la Secretaría de Desarrollo Territorial, Urbano y Ambiental (SDTUA) y ante la misma presidencia municipal, pero el oficio no se los ha aceptado.
“Referente al tema de la invasión en el Murua, derivado que el predio es una personal moral, son ellos quienes deben tratar el tema de la invasión y realizar la recuperación del inmueble por ser de naturaleza privada. Para los temas de actos de vandalismo cae en la jurisdicción de seguridad pública, no tenemos ningún tipo de facultad para realizar intervención que pueda ser de utilidad para el grupo de adultos mayores”, respondió el departamento de comunicación social del Ayuntamiento de Tijuana, en agosto de 2025 a ZETA.
El pasado 29 de octubre, el señor Leopoldo Durán entregó la petición para atender la problemática ante el Ingeniero Fernando Sánchez Muñoz, actual director de Administración Urbana del Ayuntamiento de Tijuana; pero al llamar por teléfono, no le dan respuesta sobre avances en el caso.
Los vecinos organizados por el señor Leopoldo Durán son propietarios de las viviendas en Campestre Murua. La mayoría de los que se quejan son adultos mayores con complicaciones de movilidad y con la salud comprometida con la contaminación que genera la quema descontrolada de material inflamable.
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A ZETA manifestaron que su desesperación y el interés por mejorar su comunidad, los ha llevado a escribir a mano las peticiones a las autoridades y la explicación de su problemática, ya que no dominan el uso de la tecnología.







