Ahora cualquier persona con acceso a internet puede autoproclamarse detective y, en cuestión de horas, desvirtuar una labor que exige rigor, experiencia y ética”, expresó Rafael Suástegui Urquidez, director de la Agencia de Investigaciones Múltiples.
El titular de la agencia, con 30 años de servicio, forma parte de la World Association of Detectives, Inc. y es el único detective privado en Baja California con registro oficial otorgado en 2009 por la entonces Secretaría de Seguridad Pública. Refirió que la irrupción de las redes sociales ha transformado un negocio profesional que durante décadas se ha desempeñado con seriedad y respeto.
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Mencionó que la usurpación de estas actividades ha incrementado en los últimos tres años en el estado, particularmente en Tijuana, sin que las autoridades frenen ese tipo de negocios irregulares y fraudulentos.
“Mayoritariamente son hombres, pero también hay mujeres jóvenes que creen que, teniendo acceso a internet, pueden resolver un caso de manera profesional, como lo haría un detective privado certificado. Hay casos muy delicados que no se toman con seriedad y la gente es estafada. La gente recurre a un investigador porque ya acudió ante la autoridad y no resolvió su problema, ya no tienen la confianza, pero sobre todo hay temor”, comento.
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Suástegui Urquidez mencionó que las personas que solicitan los servicios de un investigador privado lo hacen porque confían en que “de entrada, no los vamos a agredir, tampoco los vamos a sobornar, y eso ya es muy importante”.
Lo peligroso de los falsos detectives, dijo, es que “cualquier chamaquito con un celular y una mesa de fierro, cita a una persona en equis lugar público y se pone a hablar de un caso que es delicadísimo”.
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Mencionó que los estafadores tienen un cliente cautivo, que por lo regular son personas de escasos recursos o de clase media baja, fáciles de engañar o embaucar, porque creen que estos supuestos detectives tienen la preparación para resolver su caso.
“Al momento de los honorarios, les dicen la clásica: ‘Deposítame tres mil pesos en el Oxxo’. No cuentan con oficinas fijas, te citan en cualquier parte, los temas los abordan por internet… ¿O sea, cómo te expones o dejas en sus manos un caso tan delicado a una persona que sabrá Dios quién será?”.
Suástegui Urquidez señaló que un profesional tiene puntos clave o métodos que, como investigador, no fallan.
“Un profesional no solo te instala un GPS y ya; el artefacto no sabe tomar fotografías. Se necesita un detective detrás, que inspeccione cada movimiento de la persona, que investigue. Le podría hacer un listado para que la gente no caiga en engaños”.
El titular de la Agencia de Investigaciones Múltiples exhortó a las autoridades competentes a regular la actividad, pues en menos de tres años la proliferación de estos servicios ha aumentado considerablemente.
“Yo le doy a la autoridad correspondiente los nombres, direcciones y teléfonos, porque ya los hemos detectado. Hay alrededor de 35 pseudagencias. Varios han trabajado en estas oficinas y luego quieren poner sus agencias, pero no tienen los permisos que, en mi caso, me costó mucho tramitar. En conclusión, no hay una regulación por parte de la autoridad municipal, estatal, nada; estas personas operan libremente, y de esa manera las empresas profesionales no pueden competir”, concluyó.
Por último, el investigador exhortó a la ciudadanía a acercarse a la Agencia de Investigaciones Múltiples para recibir asesoría. Más informes al teléfono: (664) 555- 75-09.
