Un Juez de Control Especializado en el Sistema de Justicia Penal dictó auto de vinculación a proceso en contra del líder de un sindicato que presuntamente tiene nexos con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en esa entidad.
Se trata de Nazario Ramírez Ramírez y de sus colaboradores Juan Martín Espinoza Cervantes y Jorge Octavio Quezada Reynoso, quienes son presuntos responsables en la comisión de los delitos contra la salud en la modalidad de posesión con fines de comercio en su variante de venta de clorhidrato de metanfetamina, 3.4-metilendioxi-n-dimetilfeniletilamina (MDMA), marihuana, y posesión de arma de fuego y cartuchos de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas.
Los antes referidos fueron aprehendidos hace un par de semanas por parte de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa), Secretaría de Marina (Marina), Guardia Nacional (GN), Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), apoyados por autoridades estatales, en coordinación con la FGR, mediante la Policía Federal Ministerial (PFM) de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y el Centro Federal Pericial Forense (CFPF), durante un cateo en Guadalajara, Jalisco.
Además, aseguraron clorhidrato de metanfetamina, tabletas que contienen MDMA, marihuana, dos armas de fuego cortas, cartuchos, cargadores, teléfonos celulares, una laptop, dos tabletas electrónicas, un vehículo tipo Razer, una motocicleta, una cuatrimoto y una camioneta blindada.
Posteriormente, el Ministerio Público de la Federación (MPF) aportó los datos de prueba para que un Juez de Distrito Especializado en el Sistema Penal Acusatorio en Jalisco, con sede en Puente Grande, decretara la vinculación a proceso, prisión preventiva oficiosa y cuatro meses de plazo para la investigación complementaria.
Presuntamente Nazario Ramírez utilizaba el membrete del sindicato que representaba en el sector transportista para extorsionar a personas relacionadas con el transporte de materiales de construcción, inmobiliarias y propietarios de inmuebles en los municipios de la zona metropolitana de Guadalajara.
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De acuerdo con gente relacionada con el ámbito sindical, Nazario era el “amo” absoluto en ese sector en los municipios de El Salto y Tlajomulco, donde había causado el terror de las personas con las que se vinculaba para la regulación y supervisión de servicios y permisos, pues presumía estar apoyado por personas del poder político y el CJNG.












