Morelia, Michoacán. El desierto fundido en la costa del Mar de Cortés, e islotes flotando en el paisaje agreste enmarcan la historia de Basilio, quien ha sido deportado de Los Ángeles a Tijuana, y busca insertarse socialmente en la población de Bahía de Los Ángeles, al Sur de Baja California, donde resguarda una playa en la que se practica la pesca ilegal de totoaba, misma que denuncia, desencadenando una serie de eventos que lo obligan a abandonar su trabajo poco después de que su empleador, de quien sólo conoce su voz en llamadas telefónica, deja de responderle el teléfono.
En ese eje, la directora Nuria Ibáñez Castañeda plantea su primera ficción, la cual estrenó en México en el marco de la vigésima tercera edición del Festival de Cine de Morelia (FICM), filme que retoma el documental “Corriente Salvaje”, también protagonizado por Basilio, con el que además repite Baja California como ese otro personaje en la película, formando parte de la Selección Oficial que compite en la sección Largometraje Mexicano, de dicho encuentro cinematográfico.

Producido por la tijuanense Cristina Velasco, “El Guardián” cuenta con actuaciones de Gerardo Trejoluna, Andrea Lara y el actor estadounidense Blake Webb, quienes abonan a la ficción que, de momento, rosa el formato documental, pero con el debut actoral de Basilio, quien mantiene su nombre para el rodaje.
“La relación de la ficción y documental tiene que ver con lo moral, y los claroscuros que existen. Cuando llegué para hacer ‘Corriente salvaje’ a Basilio no le pagaba su patrón, pero insistía en quedarse en esa playa, firmó un contrato y se sentía ligado. Mucho tiempo después me acordé de eso, entonces pensé en las razones de por qué Basilio se aferraba a ese lugar, y nació ‘El Guardián’, con un intento de intentar entenderlo, ponerte en los zapatos del otro, de ese personaje que tenía una razón muy poderosa de aferrarse a un lugar en medio de la nada, una cabaña que se cae a pedazos, pero que es su tesoro porque representa ese empezar de nuevo después de ser deportado”.
Y agregó: “Quería hablar un poco del desarraigo y de la gente que no encuentra su sitio y que no puede vivir donde quiere vivir, y que tiene su propia perspectiva de lo que es correcto y no, moldeada de propias vivencias, y entender desde la generosidad”.
Sobre el abordaje de la pesca ilegal de la totoaba, apuntó: “Surgió porque Bahía de Los Ángeles es una de las zonas donde más se pesca totoaba de todo Baja California; era imposible no estar al tanto, y decidí abrir la ficción a la playa, el pueblo, a su pesca, a lo ilegal, y poner el personaje en el dilema moral de qué hacer”, relató la realizadora, quien muestra su trabajo en la competencia en el Festival Internacional de Cine de Morelia con títulos como “Cobre”, “Olmo”, “Vainilla”, y “En el camino”, del tijuanense David Pablos.
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Concebido como un retrato de profunda dignidad en medio de una soledad avasallante, “El Guardián” provocó el paso del documental a la ficción, en un rodaje realizado en 2024 en BC (Bahía de los Ángeles y San Quintín):
“Uno de los miedos fue enfrentar esa multiplicación del crew, de que estábamos tocando el tema del tráfico ilegal, e integrarnos a esa pequeña comunidad, y sustentarnos la actuación con locales; pero con la fortaleza de tener a Basilio no actuando, sino asumiendo su propia vida, y coincidiendo con su historia, además de ese enamoramiento por el lugar, y culminar el mar picado del Pacífico, las olas de San Quintín, el ruido del propio mar, con esa sensación poco hostil, y esa luz más fría”.