La Policía Municipal de Mexicali está cimbrada, pero nadie se sorprende.
Durante la última semana, elementos de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana (FESC), Agencia Estatal de Investigación (AEI) y tanto Marinos como Guardia Nacional, han implementado una cacería incesante en contra de un total de ocho elementos y ex agentes de la Policía Municipal de Mexicali, por, presuntamente, haber operado -en mayor o menor medida- con la Delincuencia Organizada, específicamente, con el grupo delictivo de los Rusos.
Las órdenes de aprehensión, pendientes de solicitar o activas, hablan de casos vinculados a desaparición forzada, asesinato y homicidio en grado de tentativa, los cuales -en su mayoría- están ligados a las órdenes de Marco Antonio Valenzuela, alias el Cabezón, uno de los principales operadores de Jesús Gilberto Peralta Cázares, alias el 02, hermano de Cipriano Alfonso Peralta Cázares (Peralta Medina), alias el P1 o Ponchito de la Lima. Es decir, brazo armado de los Rusos. (Todos inocentes en tanto no se determine su responsabilidad mediante la sentencia de un juez, según el artículo 13 del CNPP).
Las acusaciones recaen directamente hacia ocho elementos que formaban parte de la pasada administración de Norma Alicia Bustamante y su director, Pedro Ariel Mendívil, pero fue hasta este segundo periodo donde, sin mediar palabra con la presidenta municipal, los grupos estatales y federales iniciaron la cacería en diversos puntos de la ciudad.
Los primeros dos operativos fueron fructíferos, pero el tercero no encontró a su objetivo, debido a que -presuntamente- el sujeto logró escapar poco antes de que irrumpieran en su vivienda ubicada en Ciudad Guadalupe Victoria, en el Valle de Mexicali.
No es la primera vez que elementos de la Policía Municipal se ven involucrados en polémicas por presuntos vínculos con la delincuencia organizada, pues en junio del 2024 un grupo de agentes municipales fue sometido a investigación tras ser captados escoltando un convoy criminal, encabezado por Josué Godinez Fernández, alias el Pitufo, en un residencial privado de la Zona Dorada de Mexicali.
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El entonces director de la Policía Municipal, Pedro Ariel Mendívil, aseguró que los agentes fueron separados del cargo de manera provisional, pero enfatizó que el presunto generador de violencia no cuenta con un solo mandamiento judicial; esto se confirmó cuando el Pitufo fue detenido y liberado.
Juan Antonio Virgen Cantero, Carlos Alberto Contreras Esparza y el jefe de turno, Hiram Sinhue Figueroa Ochoa, fueron separados de manera provisional, pero nadie les abrió un procedimiento penal, sólo administrativo.
En agosto de este año, policías estatales también detuvieron a Juan Vicente, alias el Ponchito, un ex agente de la Policía Municipal que tenía un año removido del cargo, mismo aceptó pertenecer a la estructura criminal de los Rusos, para quienes percibía un sueldo de cinco mil pesos al mes por escoltar a líderes de la agrupación y denunciar “tienditas” de droga que vendieran enervante no permitido por los Rusos.

LOS 8 AGENTES; DOS DETENIDOS
La tarde del martes 30 de septiembre y la madrugada del miércoles 1 de octubre, elementos de la FESC y la Fiscalía General del Estado (FGE), acompañado de la Sedena y la Semar, montaron un operativo que culminó con la captura de Víctor Alfonso Guevara López, de 39 años de edad, el cual fue asegurado cuando se ubicaba al interior de su vehículo, con placas de California, mismo que detuvo en el estacionamiento de la tienda Walmart, de la calle Novena, en los alrededores de la Zona Dorada de Mexicali.

Guevara López (inocente en tanto no se determine su responsabilidad mediante la sentencia de un juez, según el artículo 13 del CNPP) se hizo de palabras con los agentes estatales aprehensores, a quienes les presumió su nombre y sus vínculos con algunos integrantes de la autoridad; pero esto no importó para los agentes de la FESC, quienes lo arrestaron -inicialmente- por la posesión de metanfetamina, pero también por el delito de contrabando equiparado.
“Todos sabíamos que andaba recio”, fue la coincidencia en prácticamente todas las conversaciones que pudieron tenerse con policías municipales y estatales, con quienes se logró recabar testimonio.
En los análisis de autoridades estatales se identificó a Guevara López con un contacto directo con Marco Antonio Valenzuela, alias el Cabezón, uno de los principales sicarios del grupo delictivo de los Rusos, en la Zona Poniente de Mexicali.
Se le vincula también con Kevin Dolores Beltrán Rocha, alias el Gusano, otro integrante de los Rusos, quien está vinculado a la desaparición de jóvenes en el caso “Shots”, de Mexicali, donde más de 10 jóvenes fueron privados de la libertad y cuyo paradero se desconoce a la fecha.
Luis Felipe Chan, director de la Policía Municipal, aseguró que el oficial dejó de formar parte de la corporación el pasado 19 de septiembre, y que se encontraba comisionado a Separos, con la intención de que no participara en actividades operativas.
El operativo no concluyó en este punto, toda vez que los agentes solicitaron una orden de cateo para irrumpir en la vivienda del flamante ex policía ubicado en el residencial Mayakán, considerado un residencial exclusivo en Mexicali.

Horas después, un grupo cerrado de la FESC motivó otro golpe, pero en el fraccionamiento Lagos del Sol, al Sur de Mexicali, cambiaron a algunos elementos, pero se mantuvo la misma célula operativa. En esta ocasión, su objetivo fue aprehender a Joel Mendoza Arvizu, de 39 años de edad, quien fue sorprendido cuando llegó a su vivienda localizada en la calle Laguna Cachagua, número 148, de dicha comunidad.
Apenas tenía ocho años en la corporación y permanecía activo. La sorpresa de las corporaciones de seguridad es que -a su juicio- parecía ser un policía tranquilo y sin mayores problemas.
Tras su captura, en donde su familiar intentó evitar su arresto, los agentes solicitaron una orden de cateo, que concluyó sin novedad.
El tercer operativo realizado la tarde del miércoles, tenía como objetivo a Leonel Sanchez González, conocido como el Tyson, residente de Ciudad Guadalupe Victoria, en el Valle de Mexicali. Pese a que el operativo duró varias horas, no se logró aprehender al sospechoso.
El círculo familiar y de amistades ubica al Tyson, agente recientemente inactivo, como un hombre vinculado -presuntamente- a actividades criminales. Por mencionar un ejemplo, su hermano, de nombre Marco Antonio Sánchez González, fue detenido anteriormente por posesión y comercio de enervantes; pero también tiene cercanía con Héctor Gregorio Sandoval Íñiguez, alias el Goyo, detenido por portación de arma de fuego; Víctor Alfonso Licón Martínez, detenido también con arma de fuego; y Armando Godinez Salazar, oficial activo implicado en un caso donde fue capturado por contar con un arma sin serie visible, en el año 2022.
Aunque aún no se les finca presunta responsabilidad de ningún tipo, la FESC cuenta con información con la que pretenden sostener acercamiento con la oficial Yasmin Berenice Oceguera Arias, quien no cuenta con mandamientos judiciales, pero que forma parte de la lista en la que se le relaciona con las mismas actividades ilícitas del Guevara.

También con Enrique Haro Cebreros, oficial nacido en 1978, proveniente de familia policial, quien cuenta con una averiguación previa por el delito de lesiones y abuso de autoridad. Uno de sus hermanos es policía estatal, y otro, de nombre Manuel Haro Cebreros, alias el Pelucas, cuenta con un prolongado historial delictivo en el que, además -en una ocasión-, intentaron lincharlos.
Otro oficial es Agustín Armando Osuna, quien no registra mayores datos, personales ni ilegales, pero autoridades pretenden un acercamiento con él para conocer casos. También Guadalupe Flores González, adscrita de la Unidad de Violencia Familiar (UVI); y a Itzel Alexia Guerrero Valdez, quien ya no forma parte de la corporación.
DESAPARICIONES Y HOMICIDIOS
El objetivo prioritario para las corporaciones de seguridad locales y federales es Víctor Alfonso Guevara López, y a partir de él se desdobla el resto de las acusaciones hacia los otros policías y ex policías de Mexicali.
Si bien se trata de varios incidentes donde Guevara López aparece, por ejemplo, en la simulación de enfrentamientos policiales que culminaron -presuntamente- en homicidios de personas desarmadas, pero que -presuntamente- estaban ligados a la Chapiza, las acusaciones directas en las que se ve involucrado el Guevara, es nada menos que una desaparición ocurrida en enero del 2024, en el cruce de las calles Siete y Tabasco, en los alrededores de la colonia Esperanza, donde -presuntamente- el Guevara interceptó un vehículo tripulado por un joven de nombre Édgar Pérez Chairez, ciudadano estadounidense.
El FBI emitió una pesquisa de 10 mil dólares por información que dé con el paradero de este hombre conocido como el Veneno o el Polvo, quien -según la información que logró recabarse- fue interceptado por un vehículo tipo Pick Up, que le marcó la parada. El joven logró dar cierta información a sus familiares de los hombres que lo intervinieron, pero esa fue la última comunicación del joven de oficio mecánico.
Meses después agentes investigadores intentaron asegurar al Guevara con la información proporcionada por la autoridad, y a través de información de tecnología lograron dar con la ubicación que arrojó, sorpresivamente, a una de las viviendas del agente Guevara.
Luego de una serie de enfrentamientos verbales (pues los agentes intentaban aprehenderlo), no pudieron capturarlo y el caso se “congeló”.

Otro caso en el que se vincula a los primeros dos agentes aprehendidos, se dio en el año 2023, en los alrededores de la calzada Aviación, donde policías intervinieron a un sujeto que viajaba a bordo de un vehículo TRX, quien al verse intervenido por agentes preventivos intentó escapar.
El enrarecido caso culminó con una persona fallecida, en las instalaciones de una tienda Seven Eleven, y otros sujetos que escaparon.
El Guevara -según fuentes estatales e investigadoras- está implicado en varias desapariciones forzadas y crímenes cometidos en la colonia Baja California, Pueblo Nuevo, Esperanza, y otras más allegadas a la región, donde incluso se sospecha de un video difundido hace poco más de un año por ZETA, donde una unidad policial trasladaba a un civil hacia un punto identificado como venta de droga y que días después culminó en una privación de la libertad.