Con 345 votos a favor, 131 sufragios en contra y tres abstenciones, el Pleno de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión aprobó, el 14 de octubre de 2025, las reformas en materia de amparo, propuestas por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Los sufragios a favor fueron emitidos por los senadores de la autodenominada “cuarta transformación”, integrada por los grupos parlamentarios de los partidos Verde Ecologista Mexicano (PVEM) y del Trabajo (PT).
Mientras que los votos en contra, fueron emitidos por los senadores de los grupos parlamentarios de oposición, integrada por los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y Movimiento Ciudadano (MC).
Entre las abstenciones destacó la de la Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila -del grupo parlamentario de Morena-, ex senadora, ministra en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y ex titular de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), durante parte de la Administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Al igual que Greycy Alarcón Durán y Javier Vázquez Calixto, del Partido del Trabajo. En contra votaron todos los partidos de oposición, junto con Martha Aracely Cruz Jiménez, diputada federal del PT, y Ana Erika Santana González, integrante del grupo parlamentario del Partido Verde Ecologista de México.
Legisladores de los diversos grupos parlamentarios presentaron 307 reservas a diversos artículos, para su discusión en lo particular, pero Morena y sus aliados perfilaban admitir y avalar solo tres, entre ellas una nueva redacción del artículo tercero transitorio, para matizar la no retroactividad de la reforma.
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Hasta ahora, los legisladores de la auto denominada “cuarta transformación” tenían previsto aprobar tres cambios a la redacción de la reforma, específicamente a los artículos 128 y 129, y al artículo transitorio relativo a la retroactividad, este último suscrito por Hugo Eric Flores Cervantes, de la bancada de Morena.
“Al tratarse de una ley procesal, las etapas procesales concluidas que generan derechos adquiridos a las partes se regirán por las disposiciones legales vigentes al inicio de los procesos respectivos. Por lo que hace a las actuaciones procesales posteriores a la entrada en vigor del presente decreto, de conformidad con la doctrina y la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se regirán por las disposiciones de este decreto, sin que implique aplicación retroactiva ni afectación a derechos adquiridos, pues se trata de actuaciones futuras”, planteó Flores Cervantes.
Al comienzo del debate, los legisladores Germán Martínez Cázares, del PAN; César Alejandro Domínguez Domínguez, del PRI, así como Laura Ballesteros Mancilla y Gustavo de Hoyos Walther, de MC, presentaron mociones suspensivas para frenar el proyecto y devolverlo a comisiones, pero la mayoría de Morena y sus aliados desecharon los recursos y decidieron continuar con la discusión en el Pleno.
Al fundamentar el dictamen, Julio César Moreno Rivera -militante de Morena-, presidente de la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, sostuvo, sin embargo, que la reforma buscaba devolver al amparo su sentido original, para proteger los derechos, no blindar los abusos.
“Fue concebido como el escudo de las y los ciudadanos frente al abuso de autoridad, pero con el paso del tiempo algunos sectores lo distorsionaron para convertirlo en una herramienta de evasión o de privilegio. Durante años vimos cómo se usaba el amparo para dilatar la justicia, frenar políticas públicas, evadir responsabilidades fiscales o proteger intereses contrarios al bien común”, puntualizó Moreno Rivera.
“Lo que se pretende es que se mantenga el amparo en la protección de derechos individuales, pero que se deje de abusar en el caso de protección a personas con recursos y poderes, a los que nunca se les toca, a los que nunca se llega la ejecución de la sentencia, aquellos que no pagan impuestos, aquellos que promueven amparos para que no se haga efectivo el cobro fiscal”, dijo, por su parte, Ricardo Monreal Ávila, coordinador de los diputados federales de Morena.
Enarbolando mantas con las consignas “Salvemos el amparo. No a la dictadura” y “Del amparo al desamparo”, la bancada priista, coordinada por Rubén Moreira Valdez, anticipó su voto contra las reformas, al advertir que la propuesta provenía desde el poder y buscaba llenar las cárceles con inocentes.
Los partidos de oposición, por su parte, calificaron esta reforma como un “fraude parlamentario”. Germán Martínez Cázares, diputado federal del PAN, pidió que la discusión se suspendiera, porque, según él, la minuta “ablanda la defensa de los derechos humanos” que se podía lograr con el amparo.
“No le quiten el salvamento del amparo a un pueblo que se hunde”, pidió el legislador federal panista, a sus homólogos de la “cuarta transformación”, a quienes se refirió como “agentes de la destrucción”.
“El derecho de amparo, que es una aportación de México para el mundo, es un derecho que protege a los ciudadanos del abuso del poder del gobierno y no al revés, lo que quiere Morena es que hoy el gobierno pueda defenderse de su propia gente y es un atropello”, expresó Ballesteros Mancilla.