Clark García Dobarganes, titular de la Subsecretaría de Integración y Desarrollo, de la Secretaría de Salud (SSa) Federal, informó, el 11 de septiembre de 2025, que se prevé recaudar 41 mil millones de pesos y reducir en 7 por ciento el consumo de refrescos a partir del incremento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), aplicado a bebidas azucaradas, contemplado en el Paquete Económico 2026.
Durante su conferencia de prensa matutina -llevada a cabo desde el Salón Tesorería del Palacio Nacional-, la titular del Poder Ejecutivo Federal explicó que la medida formaba parte de la estrategia “Vive saludable, vive feliz” y tenía como objetivo disminuir el consumo de productos dañinos para la salud.
“Esperamos, y de acuerdo a las estimaciones económicas, que esto pueda impactar en el primer y segundo año en una reducción de cerca del 7 por ciento en el consumo de refresco que nos ayude a mejorar la salud de los mexicanos”, dijo García Dobarganes.
“Además, no como objetivo central sino como un desenlace que nos ayuda podría recaudar hasta 41 mil millones de pesos que serán destinados, como ha mencionado la presidenta, de manera íntegra a la salud de las y los mexicanos”, señaló el titular de la Subsecretaría de Integración y Desarrollo, de la SSa.
“La evidencia global es contundente: medidas saludables, como la que estamos implementando en México, salvan vidas, reducen el consumo de los productos dañinos, como es el caso de refresco y otras bebidas azucaradas”, comentó el funcionario federal.
García Dobarganes refirió que el gasto actual en atender enfermedades vinculadas al consumo de refresco ascendía a 180 mil millones de pesos anuales en los sistemas de salud.
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“Si seguimos bajo esta senda, nuestro país no será capaz de soportar la carga que esto involucra”, advirtió el titular de la Subsecretaría de Integración y Desarrollo, de la SSa, quien también recordó que México era el país con mayor consumo de refresco en el mundo, con un promedio de 166 litros por persona al año.
“Aunque el costo de un litro de refresco es bajo relativamente, el consumo prolongado sale caro en lo individual y en lo colectivo. Tienen cero valor nutricional y son un factor de enfermedad masiva”, enfatizó el funcionario federal, quien también advirtió que el impacto del consumo de bebidas azucaradas ya era visible en la salud de la población.
“Uno de cada tres niños mexicanos tiene sobrepeso u obesidad. En México más de 100 mil personas al año están ya en diálisis. Tenemos más de 27 mil amputaciones cada año y una de cada tres muertes está asociada a infartos vinculados a hipertensión y diabetes”, detalló García Dobarganes.
Un día antes, la Asociación Mexicana de Bebidas (MexBeb) proyectó que el alza del IEPS a refrescos y bebidas saborizadas, incluyendo las no calóricas, podría eliminar unos 150 mil empleos directos e indirectos en tienditas y en la cadena productiva del sector.
El organismo al que pertenecen embotelladores del sistema Coca-Cola y de PepsiCo, como Coca-Cola Femsa, Arca Continental, GEPP, y de otras marcas como Peñafiel y Tehuacán, se dijo sorprendido por el alza del IEPS, que ahora también debían pagarlo en las bebidas edulcoradas no calóricas.
“Estimamos que se podrían perder alrededor de 150 mil empleos directos e indirectos en los próximos cinco años. Afectará a los pequeños comercios, a las más de 1.2 millones de tienditas populares, que en miles de casos se verán obligadas a cerrar, ya que los refrescos y bebidas saborizadas representan alrededor del 30 por ciento de sus ventas, y tendrá un fuerte impacto en toda la cadena productiva”, describió la MexBeb.
El organismo señaló que comparten la preocupación del Gobierno de México por el alza en los índices de sobrepeso, obesidad y prevalencia de enfermedades no transmisibles, pero era un problema complejo y multifactorial que requiere de la acción integral y conjunta de todos los actores y sectores.
“Manifestamos nuestra sorpresa y profunda preocupación ante la iniciativa de la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios que plantea incrementar a 3.0818 pesos la cuota por litro a la enajenación de bebidas saborizadas, como una política de salud y financiamiento”, la MexBeb.
“La iniciativa no sólo incrementa el gravamen existente a las bebidas que contengan azúcares añadidos, sino que incorpora uno nuevo para las bebidas que contienen edulcorantes no calóricos, lo cual desincentiva la innovación, la reformulación y la ampliación de la oferta de productos sin azúcar o sin calorías, alternativas ampliamente promovidas y aceptadas a nivel global como opciones seguras que apoyan a la reducción del sobrepeso y obesidad”, señaló el organismo.
La MexBeb subrayó que los mayores impuestos no cumplían con el objetivo de salud, ni de reducir los índices de obesidad, esto basado en la experiencia en México y en otros países en los que se habían aplicado. Además, abundó que no existía evidencia real de un cambio en los patrones de consumo, ni en una mejoría en la salud.
El organismo sostuvo que se trata de una medida ineficaz e inequitativa, que concentra injustificadamente la carga fiscal en un producto que aportaba menos del 5 por ciento de las calorías que consumían los mexicanos, sin considerar al otro 95 por ciento que provenían de otras fuentes de energía. Además del alza de entre el 10 y el 15 por ciento, que afectaría principalmente a los consumidores de menores ingresos.
En tanto que la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), indicó que incremento del IEPS a bebidas saborizadas, tabaco, apuestas y videojuegos generaba señales de incertidumbre, que podrían desincentivar la inversión.
“El aumento del IEPS a bebidas saborizadas, tabaco, apuestas y videojuegos con contenido violento, así como la eliminación de la deducibilidad de la cuota que pagan los bancos al IPAB, representan señales de incertidumbre fiscal que pueden desincentivar inversión, aún cuando no existe evidencia de que estos impuestos reduzcan el consumo”, advirtió el organismo empresarial, que también afirmó que el Gobierno era optimista en cuanto a las previsiones de crecimiento económico.
La COPARMEX explicó que el Paquete Económico 2026 propuso un gasto total de 10.1 billones de pesos, con ingresos estimados en 8.7 billones, lo que genera un déficit y un nivel de endeudamiento de 4.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), apenas por debajo del proyectado para 2025.
“Este escenario se basa en supuestos optimistas de crecimiento económico de entre 1.8 a 2.8 por ciento, que dependerán de las garantías que otorgue el Gobierno a la inversión, la seguridad y la certeza jurídica para sostener la recaudación y estabilizar las finanzas públicas”, aseguró el organismo empresarial, que también añadió que resultaba inquietante que el compromiso del déficit para el 2025, establecido en 3.9 por ciento, se estaba estimando en 4.3 por ciento.
Asimismo, la COPARMEX añadió que el gasto público mostraba decisiones que requerían atención, entre ellos la caída en el presupuesto de la SSa; el gasto en Educación, que aunque aumentaría 6.4 por ciento, seguía siendo insuficiente para revertir el rezago educativo. Además, la disminución del 17.5 por ciento en Seguridad Ciudadana, lo que debilitaría la capacidad de proteger a la población y de mantener un entorno atractivo para la inversión.
“El presupuesto estima que la inversión pública aumentará 19.8 por ciento en términos reales, alcanzando 1.25 billones de pesos (3.2 por ciento del PIB), de los cuales 960.1 mil millones corresponden a inversión física. No obstante, esta cifra sigue lejos de la meta del 5 por ciento del PIB requerida para detonar la inversión privada y lograr un crecimiento sostenido”, manifestó el organismo empresarial.
Además, la COPARMEX añadió que el combate a las factureras era necesario, sin embargo, destacó que los límites para la defensa del contribuyente y la garantía del interés fiscal erosionaban la certeza jurídica.
El 9 de septiembre de 2025, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo descartó que la propuesta de impuestos a refrescos en 2026 fuera una decisión recaudatoria, y que más bien era un tema de salud.
“En el caso de bebidas azucaradas, todo lo que se recaude va directamente a un fondo de salud […] Es una decisión no recaudatoria, sino que tiene que ver con la salud de las y los mexicanos […] La recaudación relacionada con eso va directo a un fondo de salud para atender todas las enfermedades o padecimientos que están vinculados con el exceso de consumo de bebidas azucaradas”, puntualizó la mandataria nacional.