Ella: ¿Cómo es que vienes a casa medio borracho?
Él: No es mi culpa; se me acabo el dinero.
Autor: Un cantinero.
Publicidad falsa
Clínica dental con el siguiente anuncio: “Extracción de muela con dolor: 200 pesos extracción de muela sin dolor: 1,000 pesos”.
Entra un paciente y pregunta:
Publicidad
– ¿Es cierto el anuncio?
– Sí.
– Entonces sáqueme dos… Esta de arriba y la de abajo.
– ¿Qué opción quiere?
– La de sin dolor.
El dentista toma los instrumentos y sin anestesia da un tirón a lo que el paciente grita:
– ¡¡¡¡Aaaaaaaayyyyyyyyyyyyy!!!!
Y el dentista le dice:
– Conste que vas a pagar 1,000 pesotes.
Autor: Un estudiante de odontología.
Fidelidad
Un hombre y una mujer dormían plácida y profundamente como bebés inocentes.
De pronto, como a eso de las tres de la mañana, se escuchan ruidos afuera.
La mujer se sobresalta y completamente espantada, le dice al hombre:
– ¡Uy!, ese debe ser mi marido.
El tipo se levanta espantadísimo y desnudo, salta loco por la ventana, se golpea contra el piso, cae sobre una enredadera con espinas, se pone de pie y desnudo empieza a correr hacia su carro, A los pocos minutos regresa y le dice:
– ¡¡¡¡Sinvergüenza, tu marido soy yo!!!!
Y la mujer le contesta:
– Y tú, cínico… ¡¡¡¿¿Por qué corres??!!!
Autor: Terapeuta matrimonial.
El precio del matrimonio
Un niño le pregunta a su madre:
– ¿Mamá cuánto cuesta casarse?
La madre le dice:
– No sé hijo, yo todavía lo estoy pagando.
Autor: El padre.
Lección de historia
Está Jaimito en la clase de Historia y le preguntan:
– A ver Jaimito, ¿quién descubrió América?
– No lo sé, señorita…
– Muy mal, Jaimito, muy mal…Bueno, ¿hay alguien que lo sepa?
Entonces se levanta un japonés que había en su clase y contesta:
– Colón, honolable señolita…
Al momento se oye una voz que dice:
– ¡Malditos japoneses!
La señorita muy enfadada pregunta:
– ¿Quién dijo eso?
Jaimito se levanta y responde:
– General Mc Arthur, 1945….
Autor: Pepito
Aniversario
Un matrimonio cumple 25 años de casados y la esposa le pregunta al marido:
– Mi amor, ¿qué me vas a regalar para nuestras bodas de plata?
El tipo le responde:
– Un viaje a China.
La mujer sorprendida por la magnitud del regalo, le pregunta:
– Pero mi amor, si para los 25 años me regalas esto… ¿qué vas a hacer cuando cumplamos los 50?
– Te voy a ir a buscar.
Autor: Un soltero.
El acuerdo
Una pareja llegó a un acuerdo: el que muriera primero volvería a informar a la otra de la otra vida, pues no sabían si existía la reencarnación. Su mayor temor era que no existiera nada después de la muerte.
Después de una larga vida juntos, el marido fue el primero en morir, y fiel a su palabra, hizo el contacto pactado:
– ¡¡¡Marion, Marion…!!!
– ¿Eres tú, Bob?
– Sí, he vuelto, tal como habíamos acordado.
– ¡Eso es maravilloso! ¿Y qué se siente…?
– Bueno, me levanto por la mañana y tengo mi romance. Tomo el desayuno y luego voy al campo de golf a retomar las relaciones traviesas. Después me baño, pues el sol está fuerte, y luego tengo relaciones lo mismo un par de veces más. Luego tomo el almuerzo, del que estarías orgullosa, pues solamente como porciones de verduras.
Un rato más tarde voy otra vez al campo de golf y voy a lo mismo, más o menos por el resto de la tarde. Después de la cena, vuelvo al campo de golf y tengo más hasta altas horas de la noche. Luego a dormir y al día siguiente se comienza de nuevo.
– ¡Oh, Bob!, ¿¿estás en el Cielo…??????????
– ¡No, Marion, no…! ¡¡¡Ahora soy un conejo en Arizona!!!
Autor: Alguien que cree en la reencarnación.
Razón para dejar la bebida
– ¡Hola Pepe! ¿Qué haces bebiendo una limonada?
– He dejado de beber.
– ¿Y eso? Si bebías como una esponja.
– Una impresión muy grande. Es que vino la suegra a visitarnos, y al abrir la puerta vi dos.
Autor: La tercera suegra.
La cruda
Antonio se despierta en casa con una cruda monumental.
Se esfuerza en abrir los ojos, y lo primero que ve es un par de aspirinas y un vaso de agua en la mesita de noche.
Se sienta y ve su ropa toda bien limpia y planchada frente a él. Antonio mira alrededor de la habitación y ve que todo está en perfecto orden y limpio.
El resto de la casa está igual.
Se toma las aspirinas y ve una nota sobre la mesa:
“Cariño, el desayuno está en la cocina, salí temprano para hacer unas compras. Te quiero”.
Así que va a la cocina, y cómo no, ahí estaba el desayuno y el periódico del día esperándole.
Su hijo también está en la mesa, desayunando.
Antonio le pregunta:
– Hijo, ¿qué pasó anoche?
Su hijo le contesta:
– Bien, pues volviste después de las tres de la madrugada, borracho como una cuba y con delirios. Rompiste algunos muebles, vomitaste en el pasillo y te pusiste un ojo morado cuando te diste contra la puerta.
Confundido, Antonio pregunta:
– ¿Y cómo es que todo está tan limpio y ordenado, y el desayuno esperándome en la mesa?”
Su hijo contesta:
– ¡Ah, eso! Mamá te arrastró hacia el dormitorio y cuando intentó sacarte los pantalones, tú gritaste: “¡Señora! ¡Déjeme en paz!, soy un hombre casado!”.
Autor: Un borracho fiel.