La agencia británica Reuters reveló, el 10 de septiembre de 2025, que en colaboración con unidades especiales o de élite del Ejército y la Marina mexicanos, la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés), llevaría años realizando operaciones encubiertas para “cazar” y capturar a los narcotraficantes más buscados de México, entre ellos, Ovidio Guzmán López, alias “El Ratón”, hijo del capo sinaloense Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo”, así como presunto líder de “Los Chapitos”, “Los Menores” y/o “Los Chiquillos”, operación en la que el servicio de inteligencia exterior de naturaleza civil del Gobierno Federal estadounidense proporcionó inteligencia, entrenamiento y equipo, a soldados y marinos mexicanos.
Guzmán López se encontraba recluido en el Centro Correccional Metropolitano de Chicago -donde Agencia Federal de Prisiones (BOP, por sus siglas en inglés), le asignó el número de preso 72884-748-, desde el 15 de septiembre de 2023, cuando fue extraditado desde México a EE. UU.
“El Ratón” fue capturado en dos ocasiones en México. La primera ocurrió el 17 de octubre de 2019, en Culiacán, Sinaloa, pero debido a los disturbios que ”Los Chapitos” causaron en dicha ciudad, conocidos como ‘El Culiacanazo’, el presidente Andrés Manuel López Obrador optó por liberarlo.
Luego, el 5 de enero de 2023, Guzmán López fue capturado por segunda ocasión en Culiacán. Aunque sicarios de “Los Chapitos’ intentaron replicar lo sucedido en 2019, el Ejército Mexicano logró asegurar a ‘El Ratón’, quien posteriormente fue trasladado al Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) Número 1, ‘El Altiplano’, ubicado en el municipio de Almoloya de Juárez, en el Estado de México, donde permaneció hasta su extradición a EE.UU., el 15 de septiembre de ese mismo año.
Según un reportaje firmado por los periodistas Drazen Jorgic y Laura Gottesdiener, titulado ‘Dentro de la lucha secreta de la CIA contra los cárteles de la droga de México’, estas unidades especiales de las Fuerzas Armadas mexicanas, conocidas como “verificadas por la CIA”, eran sometidas a pruebas de polígrafo, control financiero y entrenamientos especializados por el Gobierno de Estados Unidos.
Reuters afirmó que en la actualidad existían al menos dos grupos activos: uno en el Ejército y otro en la Marina mexicanas, responsables de gran parte de las detenciones de narcotraficantes de alto perfil en los últimos años. Aunque formalmente las capturas se realizan con autorización del Gobierno de México, la CIA fungió como coordinadora clave de las operaciones antinarcóticos en el país, desplazando en influencia a la Agencia Antidrogas de EE. UU. (DEA, por sus siglas en inglés).
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El reportaje, basado en entrevistas con más de 60 fuentes de ambos países, señaló que la CIA replicó en México la estrategia utilizada en la guerra contra el terrorismo: localizar, vigilar y eliminar objetivos estratégicos. Desde Langley, Virginia, la agencia -la única de la inteligencia estadounidense que goza de independencia- reasignó recursos antiterroristas hacia la lucha contra los cárteles, incrementando el uso de drones y centros de inteligencia conjuntos.
Según Reuters, el enfoque había generado tensiones bilaterales. Mientras Washington, bajo el liderazgo de Donald Trump, presionaba incluso con la amenaza de acciones militares unilaterales, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum Pardo había reforzado la cooperación, con la advertencia de que no aceptaría violaciones a la soberanía nacional.
La agencia británica enfatizó que a pesar de los éxitos tácticos, el impacto era limitado, ya que la fragmentación de cárteles había desatado altos niveles de violencia en México (con alrededor de 30 mil homicidios al año), y el país seguía siendo el principal productor mundial de fentanilo, droga responsable de entre 50 mil y 75 mil muertes anuales en EE. UU.
Reuters subrayó que como el de Genaro García Luna -ex titular de la ahora extinta Secretaría de Seguridad Pública (SSP), durante el Gobierno de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, del 1 de diciembre de 2006 al 30 de noviembre de 2012-, exponían la fragilidad de estas colaboraciones y la infiltración del crimen en las instituciones mexicanas.
García Luna fue detenido el 9 de diciembre de 2019, en Dallas, Texas. Fue condenado, el 16 de octubre de 2024, por Brian M. Cogan, juez de la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York, a 38.8 años de prisión (466 meses), así como al pago una multa de 2 millones de dólares, “por su colaboración durante una década con el Cártel de Sinaloa, a cambio de millones de dólares en sobornos”.
En conclusión, la investigación de Reuters intentó demostrar que la guerra secreta de la CIA en México había sido decisiva para capturar capos, pero no había logrado frenar ni la violencia en territorio mexicano, ni la epidemia de opioides en Estados Unidos. Según la cacería continúa, con Iván Archivaldo Guzmán Salazar, otro hijo de “El Chapo”, como objetivo prioritario.
Tras la condena de su padre, Iván Archivaldo Guzmán Salazar, “El Chapito”, y sus hermanos, Jesús Alfredo Guzmán Salazar, “El Alfredillo”, así como a Joaquín “El Güero Moreno” y Ovidio Guzmán López, “El Ratón” -estos dos últimos tres presos en Estados Unidos-, fundaron “Los Chapitos”, “Los Menores” y/o “Los Chiquillos”, una facción del Cártel de Sinaloa.
Extraditado a territorio estadounidense desde México durante el último día de la Administración del ex presidente Barack Obama, el 20 de enero de 2017, Guzmán Loera fue encontrado culpable en febrero de 2019, de 10 cargos por narcotráfico durante un proceso criminal en la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York. Está encarcelado en la ADX Supermax, conocida como el “Alcatraz de las Rocallosas”, desde julio de 2019.
“Desde que Trump regresó a la presidencia, las incautaciones de fentanilo en la frontera estadounidense han disminuido más del 50 % en comparación con el mismo período del año pasado, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos. El Gobierno [de EE. UU.] ha afirmado que esto se debe a sus medidas enérgicas. Sin embargo, determinar la causa de esta disminución es difícil, según un funcionario estadounidense, quien indicó que los cárteles podrían estar utilizando nuevas rutas de contrabando para evadir la detección o acumulando el opioide sintético con la esperanza de que la vigilancia fronteriza finalmente se calme”, indicó Reuters.
“En México, los homicidios también han mostrado una tendencia a la baja a nivel nacional desde que Sheinbaum asumió el cargo. Sin embargo, una guerra civil de un año dentro del Cártel de Sinaloa ha dejado miles de muertos o desaparecidos en Sinaloa. Los Chapitos se enfrentan a otra facción liderada por el hijo de Ismael ‘El Mayo’ Zambada [García], quien cofundó el Cártel de Sinaloa con ‘El Chapo’. El ala de ‘El Mayo’ está lista para asumir el control de la producción de fentanilo de Los Chapitos, aunque enfrenta la competencia del Cártel Jalisco Nueva Generación [CJNG], según un funcionario estadounidense”, destacó la agencia británica.
“La búsqueda de décadas de la CIA para encontrar al clan Guzmán aún no ha terminado. Uno de los principales objetivos de la agencia es Iván Archivaldo Guzmán, otro de los hijos de El Chapo, quien permanece prófugo y no pudo ser contactado para obtener comentarios. En febrero [de 2025], comandos de élite mexicanos que trabajaban con la unidad del ejército supervisada por la CIA casi lo atraparon en Culiacán, según una fuente de seguridad mexicana. Iván escapó, como solía hacer su padre, a través de un túnel secreto”, finalizó Reuters.