El Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ, por sus siglas en inglés), anunció, el 24 de septiembre de 2025, un encausamiento judicial en contra de 34 personas, dos mexicanos y 32 ciudadanos estadounidenses, por apoyar con a la organización “terrorista” del Cártel de Sinaloa, con material para el trasiego de drogas y lavado dinero.
Según un comunicado emitido por el DOJ, las 34 personas -31 de ellas acusadas de ser altos “miembros de alto rango” del Cártel de Sinaloa-, enfrentaban cargos federales por su presunta participación en el tráfico de cientos de kilogramos de metanfetamina, fentanilo y cocaína al sur de Illinois, así como el lavado de las ganancias a México.
Los 32 estadounidenses acusados de narcoterrorismo junto fueron: Earl Frank, Michael Pennel, Chontell Reynolds, Jeffrey Neely, Dereck Turnage, David Allen Day, Dwayne Kimmins y Charles R. Evans, Shannon Guyton, Kimberly Hoskins, Aundre Vaughn, Germán Ángel Alatorre Monge, Leobardo Alcaraz Ibarra, Miguel Ángel Aramburo Jr., Manuel Buenrostro, Oscar Bryan Castro y Carlos Díaz Jr.
Así como Alejandro Flores, Armando Gallardo, Karen Gandarillas Carreño, Roberto J. González Jr., Sabrina Danielle Herrera, Mauro Armando Luna Rentería, Lucia Viridiana Montaño, David Alonso Pereda, Memo Pérez, “Demecia Pérez”, Jaqueline Desiree Pikkila Vigueras, Miguel Ríos, Richard Ruiz Jr., Evan Sánchez, Julio Villa Morales, José Espino Zavala, y Martín Ismael Zúñiga López. Mientras que los dos ciudadanos mexicanos acusados en el encausamiento fueron Próspero Coronel Sánchez, alias “Pro”, y José Luis Angulo Soto, “José Luis Angulo Cazares”, y/o, “El Mi Niño”.
“El Cártel de Sinaloa se vale del narcotráfico para financiar su terrorismo contra el pueblo estadounidense, mientras siembra veneno en nuestras comunidades […] La acusación formal de hoy supone un duro golpe a la infraestructura de esta organización terrorista, mientras cumplimos la misión del presidente Trump de desmantelar y destruir los cárteles”, declaró Pamela Jo Bondi, Fiscal General de EE. UU., citada en un comunicado.
“El Cártel de Sinaloa es una organización criminal internacional despiadada que siembra el terror mediante la intimidación, la tortura y el asesinato. Toda esta organización se financia a través de una red de distribución de drogas que abarca el sur de Illinois”, dijo, por su parte, Steven D. Weinhoeft, fiscal federal, para el Distrito Sur de Illinois.
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“La acusación formal sustitutiva de hoy se dirige contra algunos de los líderes más importantes de Sinaloa, lo que demuestra nuestro compromiso de utilizar todas las herramientas posibles para aplastar a este cártel, desmantelar sus operaciones y proteger a nuestra comunidad del narcoterrorismo”, agregó Weinhoeft.
“El anuncio de hoy en el Distrito Sur de Illinois es crucial en nuestra lucha por eliminar al Cártel de Sinaloa”, señaló Terrance Cole, titular de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), también citado en el comunicado.
“El extraordinario trabajo de la División de Campo de St. Louis y sus socios resultó en la incautación de más de 360 kilos de fentanilo y expuso una red de lavado de dinero que movía millones de dólares en ganancias del cártel a través de bancos estadounidenses”, abundó Cole
“Esta no es una operación callejera, sino una red de tráfico de drogas del cártel que ha inundado el Medio Oeste con cantidades significativas de fentanilo, metanfetamina y cocaína. Continuamos la lucha, utilizando todos los recursos del gobierno de Estados Unidos, para destruir al Cártel de Sinaloa”, enfatizó el jefe de la DEA.
“La acusación formal alega que el Cártel de Sinaloa es una organización transnacional de narcotráfico con sede en México que utiliza la violencia premeditada para controlar territorio y socavar la autoridad gubernamental. El Cártel sustenta su actividad traficando narcóticos a Estados Unidos y canalizando las ganancias de vuelta a México”, explicó el DOJ.
“Durante aproximadamente una semana, la DEA, en colaboración con sus aliados en la aplicación de la ley, arrestó a 15 de los acusados en un operativo nacional que involucró a miembros del Cártel de Sinaloa. Estas imputaciones y arrestos son el resultado de un operativo de varios años que incluyó la incautación de más de 400 kilogramos de fentanilo, casi 80 kilogramos de metanfetamina y 50 kilogramos de cocaína en comunidades del sur de Illinois y sus alrededores”, detalló el Gobierno de EE. UU.
“El presidente Donald J. Trump designó al Cártel de Sinaloa como Organización Terrorista Extranjera (OTE). Esta designación incluyó al Cártel de Sinaloa entre ocho organizaciones criminales clasificadas como OTE y Terroristas Globales Especialmente Designados (TGED) según la Sección 219 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad (8 USC § 1189) y la Orden Ejecutiva 13224”, recordó el DOJ.
“El narcotráfico es un delito federal que prevé penas más severas para castigar el tráfico de drogas que apoya a organizaciones terroristas. El delito de apoyo material se aplica cuando una persona proporciona recursos a una organización a sabiendas de que ha sido designada como organización terrorista extranjera”, insistió el Gobierno de EE. UU.
“Un gran jurado federal presentó una acusación formal sustitutiva alegando que 26 acusados participaron en una red de distribución de drogas originada en México con origen en el Cártel de Sinaloa que incluía el Distrito Sur de Illinois […]”, destacó el DOJ.
“Según documentos judiciales, la conducta imputada ocurrió entre enero de 2020 y julio de 2025. Se acusa a la conspiración de distribuir más de 50 o más gramos de metanfetamina, 400 o más gramos de fentanilo y cinco kilogramos o más de cocaína”, indicó el Gobierno de EE. UU.
“Este caso forma parte de la Operación ‘Recuperemos América’, una iniciativa nacional que moviliza todos los recursos del Departamento de Justicia para repeler la invasión de la inmigración ilegal, lograr la eliminación total de los cárteles y las organizaciones criminales transnacionales, y proteger a nuestras comunidades de los autores de delitos violentos”, señaló el DOJ.
“La DEA de San Luis, la Investigación Criminal del IRS, las Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) y el Servicio de Inspección Postal de EE. UU. investigaron el caso. La Unidad de Programas de Libertad Condicional y Aplicación de la Ley de HSI brindó un apoyo crucial. Los fiscales federales adjuntos Karelia Rajagopal, Laura Reppert y Thomas Leggans del Distrito Sur de Illinois están a cargo del caso”, reveló el Gobierno de EE. UU.
Según lo destacó el DOJ, la acusación revelada el miércoles 24 de septiembre de 2025, derivó de una acusación originalmente presentada en 2023, contra de una red de 12 de tráfico de drogas en la zona metropolitana de Saint Louis, Missouri, que bordea con el Estado de Illinois, así como en Oklahoma, y de los que 10 personas ya se declararon culpables de traficar narcóticos.
De los acusados originalmente en 2023, los únicos dos individuos que volvieron a ser acusados dentro de la nueva acusación, fueron los estadounidenses Earl Frank y Michael Pennel, quienes se habían declarado no culpables de los cargos de conspiración para traficar drogas.
“Hoy, @TheJusticeDept anunció cargos federales contra varios miembros de alto rango del Cártel de Sinaloa por su presunta participación en el tráfico de más de 360 kilos de fentanilo y otras drogas letales. Esto se produce tras el arresto de @DEAHQ de 15 de los acusados”, escribió Bondi, en su cuenta de la red social X.
“El Cártel de Sinaloa se vale del narcotráfico para financiar su terrorismo contra el pueblo estadounidense, mientras siembra veneno en nuestras comunidades. La acusación de hoy representa un duro golpe a la infraestructura de esta organización terrorista, mientras cumplimos con la misión del presidente Trump de desmantelar y destruir los cárteles”, comentó la Fiscal General de EE. UU.
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