Nemesio Rubén Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, y/o “El Gallero” y/o “El Señor de los Gallos”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), se convirtió en “el nuevo Rey de la Cocaína”, que se vendía en Estados Unidos, tras aprovechar su alianza con “Los Chapitos”, y usar sus rutas, según reveló, el 16 de septiembre de 2025, el diario estadounidense The Wall Street Journal (WSJ).
“Los Chapitos” y/o “Los Menores” y/o “Los Chiquillos”, son una facción del Cártel de Sinaloa que lideran Iván Archivaldo Guzmán Salazar, “El Chapito”, y a sus hermanos, Jesús Alfredo Guzmán Salazar, alias “El Güero Moreno” y/o “El Alfredillo”, así como a Joaquín y Ovidio Guzmán López, “El Ratón”, todos hijos del capo sinaloense Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo”, estos últimos presos en Estados Unidos.
En un amplio reportaje, el diario neoyorquino aseguró que el capo michoacano, de 59 años años de edad, permanecía oculto en las montañas de la Sierra Madre Occidental y para llegar a él se tenía que sortear un camino sembrado de minas y a una escolta personal, armada con lanzacohetes.
“El grupo de hombres que protege a Oseguera, conocido como la Fuerza Especial del Alto Mando, usa lanzacohetes portátiles RPG-7 con guiado térmico, capaces de perforar un tanque, según informaron personas familiarizadas con las operaciones del cártel”, afirmó el WSJ.
Según el citado rotativo estadounidense, además de controlar la mayor parte del tráfico de cocaína de Sudamérica, el CJNG también se beneficiaba del robo y contrabando de combustible, conocido como “huachicol”. Asimismo, apuntó que el principal responsable de dicha actividad ilícita era Iván Cazarín Molina, alias “El Tanque”.
“Las autoridades estadounidenses estiman que hasta un tercio del combustible vendido en México es ilícito […] El jefe de la división de combustibles del Cártel de Jalisco es apodado ‘Tanque’ por su destreza para robar y almacenar millones de galones de combustible”, indicó el WSJ.
Publicidad
Según el mismo diario neoyorquino, su ascenso en el contrabando de cocaína hacia EE. UU., fue conseguido por “El Mencho” tras acordar con un enviado de “Los Chapitos”, en Nayarit, de hacer uso de sus rutas, a cambio de proporcionarles armas y sicarios.
“En diciembre, Oseguera se reunió con un alto oficial de Iván Archivaldo Guzmán [Salazar], quien lidera la facción de ‘Los Chapitos’ de Sinaloa. En la reunión, Oseguera acordó proporcionar armas y dinero […] A cambio, los sinaloenses abrieron sus rutas de contrabando y túneles fronterizos hacia Estados Unidos, según personas familiarizadas con la reunión. El Cártel de Jalisco había pagado previamente elevadas tarifas para usar los túneles y transportar drogas por debajo de la frontera”, destacó el WSJ.
“El Mencho es el narcotraficante más poderoso que opera en el mundo, lo que está sucediendo ahora es un giro hacia una distribución mucho mayor de cocaína en Estados Unidos”, dijo Derek Maltz, ex jefe interino de la Administración para el Control de Droga (DEA, por sus siglas en inglés), citado en el reportaje.
Según el WSJ, el ascenso del capo michoacano también se vio impulsado por un mayor interés de los estadounidenses por la cocaína. Citando un análisis de Millennium Health, el consumo de dicha droga en el oeste de Estados Unidos aumentó un 154 por ciento desde 2019 y 19 por ciento durante el mismo periodo, en el este de EE. UU.
Por otra parte, el consumo de fentanilo había tenido un declive entre los estadounidenses, desde 2023, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). El resurgimiento del consumo de la cocaína se debía a que esta droga no conllevaba el estigma de la adicción al fentanilo, enfatizó el artículo del Wall Street Journal.
En la supuesta reunión llevada a cabo en Nayarit, entre “El Mencho” y el enviado de “Los Chapitos”, también determinaron que los hijos de “El Chapo” se centrarían en abastecer a los adictos de fentanilo, mientras que Oseguera Cervantes se enfocaría en la cocaína y metanfetamina.
Según el reportaje del WJS, esto llevó al CJNG a tener el poder que el Cártel de Sinaloa tenía en su apogeo antes de la detención de “El Chapo”. Además, las políticas migratorias de la Administración encabezada por el presidente Donald Trump habían alejado a los agentes federales estadounidenses de la lucha contra el tráfico de drogas, y ejemplo de ello eran que dos puestos de control de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), ubicados en Arizona, se habían quedado sin personal.
Adicionalmente, expertos en seguridad citados por el diario neoyorquino, aseveraron que el ascenso de “El Mencho” como nuevo rey de la droga se había consolidado con la imposición de impuestos a productos como las tortillas, pollo, cigarrillos y cerveza. Asimismo, el capo michoacano controlaba empresas constructoras que tenían contratos con gobiernos municipales bajo su control.
Adicionalmente, los sinaloenses que controlaban el mercado de fentanilo habían sido objetivos de operaciones por parte de los gobiernos de México y de Estados Unidos, mientras que internamente se desencadenó una guerra interna tras un complot interno ocurrido en el Cártel de Sinaloa.
El 25 de julio de 2024, en una finca ubicada en Culiacán de Rosales, Sinaloa, el capo sinaloense Ismael Mario Zambada García, “El Mayo”, cofundador y ex líder del Cártel de Sinaloa, de 76 años de edad, fue secuestrado por Joaquín Guzmán López, “El Güero Moreno” -de 38 años de edad-, hijo de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo”. Luego fue trasladado de forma ilegal a Nuevo México, en Estados Unidos, y después fue detenido por elementos de la Administración Antidrogas de EE. UU. (DEA, por sus siglas en inglés), a las afueras de El Paso, Texas. El hijo de “El Chapo” también se entregó a las autoridades estadounidenses.
Sin embargo, según un alto funcionario de la Administración encabezada por Trump, citado por el rotativo neoyorquino, el ascenso de Oseguera Cervantes como el principal narcotraficante de México, lo había colocado en una situación “peligrosa”.