Rafael Caro Quintero, alias “El Príncipe” -cofundador del Cártel de Guadalajara, el primero que hubo en México, junto a Miguel Ángel Félix Gallardo, “El Padrino” o “El Jefe de Jefes”, y Ernesto Fonseca Carrillo, “Don Neto”-, compareció, el 18 de septiembre de 2025, ante el juez Brian M. Cogan, en la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York.
Según lo reportaron diversos medios internacionales y nacionales, la audiencia, que duró apenas 23 minutos, inició a las 11:13 y concluyó a las 11:36 hora local, del 18 de septiembre de 2025. El capo sinaloense se presentó con el cabello completamente blanco, delgado, pero en buena forma, vestido con el uniforme carcelario beige y una camiseta naranja, acompañado por sus abogados y con audífonos para traducción.
Durante la sesión, la defensa de Caro Quintero planteó que las condiciones carcelarias del narcotraficante, en el Centro Correccional Metropolitano, Nueva York (MCC New York, por sus siglas en inglés), eran “muy restrictivas”, mencionando que se encontraba en una celda de aproximadamente dos por dos metros, espacio insuficiente en el que el equipo legal ni siquiera podía reunirse con él para preparar adecuadamente su defensa.
De esa manera, la defensa del capo sinaloense instó a la Fiscalía Federal del Distrito Este de Nueva York, a que aceptara su traslado a una habitación aledaña, con capacidad de reproducir material audiovisual, durante los encuentros de Caro Quintero con sus abogados.
Por su parte, la Fiscalía neoyorquina, liderada por Francisco Navarro y Saritha Komatireddy, respondió que, hasta ese momento, no habían recibido ninguna petición formal al respecto para poder ejecutar dicho cambio de celda para Caro Quintero, pero que, en cualquier caso, era una cuestión que debían remitir al Buró Federal de Prisiones de EE. UU. (BOP, por sus siglas en inglés).
Tras un extenso intercambio, ambas partes acordaron que se consultaría al BOP para analizar estos temas. Asimismo, se programó una audiencia para mediados de octubre de 2025, dedicada específicamente a revisar las condiciones del capo sinaloense.
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El juez interrogó enérgicamente a la Fiscalía neoyorquino respecto a la exclusión de la pena de muerte en el caso, a lo que los fiscales respondieron que esta decisión fue tomada por la Fiscal General de Estados Unidos, Pam Jo Bondi, sin brindar más detalles.
Asimismo, el Gobierno de EE. UU. volvió a incidir también en la “complejidad” del caso, así como en el tiempo que estaba demorando reunir y analizar toda la evidencia, que incluía hasta grabaciones del interrogatorio y tortura a al agente especial de la Administración Antidrogas de EE. UU. (DEA, por sus siglas en inglés), Enrique “Kiki” Camarena, quien fue presuntamente secuestrado, torturado y posteriormente asesinado, en 1985, por órdenes del capo sinaloense Caro Quintero.
Cogan determinó que la próxima audiencia de seguimiento para Caro Quintero estaba programada para el 19 de marzo de 2026, mientras se mantenía abierta la posibilidad de negociaciones antes de un posible juicio.
El mismo día, la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo afirmó que la entrega de Rafael Caro Quintero a Estados Unidos respondió a una decisión de seguridad nacional, tomada por el Consejo de Seguridad mexicano.
La mandataria nacional respondió así a las declaraciones de la Fiscal General de Estados Unidos, quien sostuvo, un día antes, que el Gobierno de México había enviado al capo sinaloense por instrucciones directas del presidente Donald Trump.
“Ya se explicó que fue una decisión de seguridad nacional el envío de este importante número de personas de la delincuencia organizada. Fue una decisión de seguridad nacional y también había una petición del Gobierno de los Estados Unidos, de la Fiscalía de los Estados Unidos y se tomó la decisión de enviarlos por el Consejo Nacional de Seguridad, a partir de la Ley de Seguridad Nacional”, dijo Sheinbaum Pardo.
La presidenta de la República explicó que, si bien existió una petición del Gobierno y de la Fiscalía de Estados Unidos, la determinación se adoptó en México con fundamento en la Ley de Seguridad Nacional. “Sí había petición de ellos, pero la decisión se tomó aquí en el Consejo de Seguridad por razones de seguridad nacional”, sostuvo.
Ayer, en su cuenta de la red social X, la Fiscal General estadounidense compartió fotografías de la reunión que sostuvo Trump con la familia del fallecido agente especial de la DEA, presuntamente asesinado por orden de Caro Quintero.
“A principios de este mes, tuve el honor de presentar a la familia del agente especial caído de la DEA Enrique ‘Kiki’ Camarena a @POTUS. En febrero, por orden del presidente Trump, recibimos la custodia del asesino de Kiki desde México”, escribió Bondi.
“Kiki fue un héroe que perdió la vida luchando contra los cárteles en 1985. Su hijo, Enrique, ahora es juez en California y continúa con el orgulloso legado de su padre en la aplicación de la ley”, agregó la Fiscal General de EE. UU.
El 27 de febrero de 2025, el Gobierno de México trasladó a Estados Unidos a 29 delincuentes mexicanos de alto perfil, mismos que se encontraban en diferentes cárceles mexicanas, incluido al capo sinaloense.