Un hombre flota en un globo sobre el paisaje, lamentablemente se ha perdido. Ve a un hombre en el suelo y grita:
— ¿Dónde estoy?
El hombre responde:
— Estás en un globo.
El piloto del globo grita:
— Debes ser ingeniero. Tu respuesta fue absolutamente correcta, pero para nada útil.
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Responde el hombre en el suelo:
— Y usted es con seguridad un gerente: no sabe dónde está, es absolutamente inútil y, sin embargo, de repente todo es mi culpa.
Autor: Un empleado.
Dos jóvenes gallegos
Se encuentran dos jóvenes gallegos
Uno le dice al otro:
— ¡Oye, tenés una bici nueva!
El otro le responde:
— Sí, fue una historia rara: voy caminando por el parque de noche y viene una muchacha muy guapa en esta bici, se para frente a mí, la tira a un lado, se quita toda la ropa y la tira al suelo y me dice: ‘¡Puedes tener todo de mí!’.
El otro asiente:
— Buena elección, la ropa probablemente no te hubiera quedado bien.
Autor: Venancio.
El loro, el mago y el Titanic
En la última noche del Titanic, un mago estaba brindando un espectáculo de magia. El mago comenzó su número e hizo desaparecer su sombrero. En eso un loro atrás del auditorio comienza a gritar:
— ¡¡¡Lo tiene detrás de él!!! ¡¡¡Lo tiene detrás de él!!!
El mago, molesto, continúa con su número y hace desaparecer un conejo.
En eso el loro grita:
— ¡¡¡Lo tiene debajo de la mesa!!! ¡¡¡Lo tiene debajo de la mesa!!!
Y así, durante todo el número, el loro molestó y molestó al pobre mago.
Pero justo después del espectáculo, el crucero choca contra un iceberg y se hunde. El loro y el mago se salvan, quedando a la deriva solos en el mismo bote. Pasaron muchos días sin que ninguno se hablara.
De pronto el loro habló y le dijo al mago:
— Okey, me rindo… ¿Dónde diablos metiste el barco?
Autor: Un crucerista.
Extraño funeral
Un hombre estaba desayunando a las ocho de la mañana, un sándwich y un café, cuando vio una procesión: un funeral muy inusual que se dirigía al cementerio cercano. Un gran ataúd negro era seguido por un segundo gran ataúd negro como a 50 pasos detrás del primero.
Detrás del segundo ataúd caminaba un hombre solitario con un enorme perro pitbull al que sostenía de la correa. Detrás de él caminaban unos 200 hombres en una sola fila.
El hombre no pudo aguantar la curiosidad. Con mucho respeto se aproximó al hombre que llevaba al perro y le dijo:
— Señor, sé que este es un muy mal momento para molestarle, pero nunca he visto un funeral como este. ¿De quién es este funeral?
El hombre respondió:
— Bueno, en el primer ataúd está mi esposa.
— Lo siento mucho. ¿Qué le pasó a ella? —replicó el primero, y el hombre respondió:
— Mi perro la atacó y la mató.
Él siguió adelante.
— ¿Y quién está en el segundo ataúd?
Y el hombre respondió:
— Mi suegra. Ella estaba tratando de ayudar a mi esposa y el perro se fue contra ella.
Un momento solemne de silencio transcurrió entre los dos hombres.
— Señor, ¿puedo pedirle prestado el perro?
— Haz fila.
Autor: Un yerno.
El matrimonio cuesta
Un niño le pregunta a su madre:
— ¿Mamá cuánto cuesta casarse?
La madre le dice:
— No sé hijo, yo todavía lo estoy pagando.
Autor: Una mamá.
Ahorrativos
Llega el hijo a casa sudando, con la camisa arrugada y fuera del pantalón, despeinado… y el padre le pregunta:
— ¿Pero qué te pasó? ¡Vienes hecho un desastre!
— Mira papá, sabes que siempre nos pides que ahorremos al máximo. Hoy vine corriendo detrás del autobús para ahorrarme los 20 pesos del viaje.
— ¡Oye, pues muy mal! No vuelvas a hacer semejante tontería nunca más. ¡Podrías haber corrido detrás de un taxi y ahorrarte 70 pesos!
Autor: Padre regio.
La llamada
Llama Venancio por teléfono al hospital y le contestan:
— ¿Sí?
— Doctor, doctor, mi mujer está a punto de dar a luz.
— ¿Es su primer hijo?
— No, soy su marido.
Autor: Manolo.