Kevin Gil Acosta, “El 200” y Martín Zazueta Pérez, “El Piyi”, presuntos jefes de seguridad de “Los Chapitos”, “Los Menores” y/o “Los Chiquillos” -facción del Cártel de Sinaloa, como se le conoce a Iván Archivaldo Guzmán Salazar, “El Chapito”, y a sus hermanos, Jesús Alfredo Guzmán Salazar, alias “El Güero Moreno” y/o “El Alfredillo”, así como a Joaquín y Ovidio Guzmán López, “El Ratón”, todos hijos del capo sinaloense Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo”, estos últimos presos en Estados Unidos-, comparecieron, el 13 de agosto de 2025, ante el juez Henry J. Ricardo, en la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York, donde ambos podrían enfrentar la cadena perpetua.
“El tráfico ilícito de fentanilo continúa plagando a estadounidenses y neoyorquinos de todos los ámbitos, y el Cártel de Sinaloa, una organización vasta, letal y corrupta, está en el centro de este flagelo. Los acusados presuntamente ocuparon puestos de liderazgo, utilizando una violencia aberrante para proteger al Cártel. Su llegada ayer a Estados Unidos para comparecer ante la justicia en un tribunal estadounidense es otro paso importante en la colaboración entre nuestra Oficina y la DEA para poner fin a las operaciones del Cártel de Sinaloa”, declaró el fiscal federal Jay Clayton, citado en un comunicado emitido por el Departamento de Justicia de EE. UU. (DOJ, por sus siglas en inglés).
“Para proteger y promover las operaciones de tráfico de fentanilo del Cártel, este, y en concreto, los hijos de su notorio exlíder, Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias ‘El Chapo’, conocidos colectivamente como los ‘Chapitos’, han recurrido a sicarios. Estos sicarios conforman un aparato de seguridad creado para cometer actos de violencia y proteger la operación de los Chapitos, sus líderes, su territorio, sus laboratorios, sus rutas de tráfico y su dinero. Utilizan regularmente armas de uso militar, a menudo contrabandeadas desde Estados Unidos, incluyendo ametralladoras, para perpetrar actos de violencia, como asesinatos, torturas y secuestros”, subrayó el Gobierno estadounidense.
“Gil Acosta y Zazueta Pérez eran líderes del aparato de seguridad de los Chapitos. Gil Acosta lideró un grupo de sicarios encargados de proteger los laboratorios de fentanilo y las rutas de distribución de los Chapitos, y traficaba personalmente con fentanilo fabricado en laboratorios controlados por los Chapitos”, destacó el DOJ.
“Zazueta Pérez era responsable de brindar seguridad en el estado mexicano de Sinaloa, incluyendo la protección de las operaciones de fentanilo de los Chapitos mediante secuestros, torturas y asesinatos con ametralladoras y otras armas. En nombre de los Chapitos, Gil Acosta y Zazueta Pérez participaron en ataques contra funcionarios del gobierno y militares mexicanos, incluyendo durante los fallidos intentos de las autoridades mexicanas en octubre de 2019 o alrededor de esa fecha para arrestar a uno de los Chapitos”, detalló el Departamento de Justicia de EE. UU.
“Específicamente, durante esa operación, GIL ACOSTA lideró a sicarios armados con rifles AK-47, M-16 y AR-15 en ataques contra funcionarios del gobierno y militares mexicanos, y ZAZUETA PÉREZ, armado con un AR-15 y un lanzagranadas, realizó ataques contra funcionarios del gobierno y militares mexicanos”, agregó el DOJ.
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“Gil Acosta, Zazueta Pérez […] fueron transferidos de México a Estados Unidos el 12 de agosto de 2025, de conformidad con la Ley de Seguridad Nacional de México. Se encontraban entre más de dos docenas de fugitivos buscados que enfrentan diversos cargos penales federales y estatales en todo el país, incluyendo cargos relacionados con narcotráfico, toma de rehenes, secuestro, uso ilegal de armas de fuego, tráfico de personas, lavado de dinero, asesinato de un agente del sheriff y otros delitos”, precisó el Departamento de Justicia estadounidense.
“GIL ACOSTA, de 35 años; ZAZUETA PEREZ, de 29; todos de México, están acusados cada uno de un cargo de conspiración para importar fentanilo, que conlleva una pena mínima obligatoria de 10 años de prisión y una pena máxima de cadena perpetua; un cargo de posesión de ametralladoras y dispositivos destructivos, que conlleva una pena mínima obligatoria de 30 años de prisión y una pena máxima de cadena perpetua; y un cargo de conspiración para poseer ametralladoras y dispositivos destructivos, que conlleva una pena máxima de cadena perpetua. GIL ACOSTA y ZAZUETA PEREZ también están acusados cada uno de un cargo de conspiración para traficar fentanilo, que conlleva una pena mínima obligatoria de 10 años de prisión y una pena máxima de cadena perpetua”, finalizó el DOJ.
“Kevin Gil Acosta y Martín Zazueta Pérez: Según documentos judiciales, Gil Acosta y Zazueta Pérez lideran el aparato de seguridad de Los Chapitos , una poderosa facción del Cártel de Sinaloa dedicada al tráfico prolífico de fentanilo. Ambos hombres han liderado sicarios armados con armas de tipo militar, como AK-47, M-16, AR-15 y lanzagranadas, en ataques contra funcionarios del gobierno y militares mexicanos”, dijo el Gobierno de EE. UU., en un comunicado emitido el 12 de agosto de 2025.
“Gil Acosta lidera sicarios encargados de proteger laboratorios de fentanilo y rutas de distribución, mientras que Zazueta Pérez proporciona seguridad personal a un líder de Los Chapitos”, insistió el Departamento de Justicia de Estados Unidos, en ese entonces.
Tras una audiencia inicial que se extendió cerca de 12 horas, un juez federal vinculó a proceso, el 27 de septiembre de 2024, a “El Piyi”, quien fue detenido el día 19 del mismo mes y año, por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y de la Guardia Nacional (GN), al norponiente de Culiacán de Rosales, Sinaloa.
“El Piyi” fue presentado a las 16:30 horas del día jueves 26 del mismo mes y año, en los juzgados del Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) No. 1, ubicada en Almoloya de Juárez, Estado de México, -prisión en la que se encontraba recluido-, para comparecer por primera vez ante la justicia.
Según lo reportó el diario Milenio, la audiencia en la que un juez federal vinculó a proceso a Zazueta Pérez finalizó poco después de las 4:30 horas de la madrugada del viernes 27 de septiembre de 2024.
La defensa legal de “El Piyi” intentó desestimar los argumentos de la Fiscalía General de la República (FGR), pero el juzgador resolvió vincularlo a proceso junto a las otras seis personas con las que fue aprehendido en Culiacán de Rosales.
Asimismo, el juez federal determinó que los acusados permanecerían recluidos en ‘El Altiplano’ durante los próximos cuatro meses, tiempo que se otorgó a la FGR para realizar la investigación complementaria.
‘El Piyi’ y sus supuestos cómplices fueron acusados de delitos contra la salud, cohecho, operaciones con recursos de procedencia ilícita y otros, mismos que se incluyen en la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.
El citado rotativo también reveló que durante la audiencia, la FGR señaló a ‘El Piyi’ como jefe de plaza de “Los Chapitos” en Culiacán de Rosales, además de identificarlo como responsable de ejecuciones registradas durante las últimas semanas en Sinaloa.
Por otra parte, la defensa legal de Zazueta Pérez argumentó que el reporte de la FGR presentaba inconsistencias, como la diferencia de horarios entre la narración de los hechos y una serie de grabaciones obtenidas en el lugar en el que su cliente fue detenido.
Elementos de la SEDENA y de la GN detuvieron, el 19 de septiembre de 2024, al norponiente de Culiacán de Rosales, Sinaloa, “El Piyi”, quien era señalado como supuesto generador de violencia en la capital sinaloense, en contra de los gatilleros de Ismael Zambada Sicairos, alias “El Mayito Flaco”.
“El Piyi” fue aprehendido junto con seis de sus secuaces, durante un operativo implementado por el Ejército y la Guardia Nacional, en el sector Santa Fe, en la zona norponiente de la capital sinaloense.
Zazueta Pérez también fue vinculado con las recientes emboscadas en contra de las Fuerzas Armadas, derivado de la pugna entre esos grupos de la delincuencia organizada. Asimismo, era cercano a Néstor Isidro Pérez Salas, alias “Nini”, ex jefe de sicarios de “Los Chapitos”.
Por su parte, Pérez Salas fue detenido a las 13:27 horas del 22 de noviembre de 2023, durante un operativo llevado a cabo por elementos fuerzas federales, en la calle Villa Choix, entre Villa Culiacán y Villa Palos, del fraccionamiento Colinas de la Ribera, al norte de Culiacán de Rosales, Sinaloa. Fue extraditado el 25 de mayo de 2024, de México a Estados Unidos, para enfrentar los cargos contenidos en dos acusaciones.