El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció que a partir del 1 de agosto de 2025 se impondrá un arancel del 50 por ciento a las importaciones de cobre, como parte de una evaluación de seguridad nacional llevada a cabo por su Gobierno.
La medida fue confirmada el 9 de julio de 2025 a través de un mensaje en la red Truth Social, en el que Trump afirmó que el cobre es “necesario para semiconductores, aviones, barcos, municiones, centros de datos, baterías de iones de litio, sistemas de radar, sistemas de defensa antimisiles, e incluso, armas hipersónicas”.
Durante el día 8 del mismo mes y año, Trump ya había adelantado que se contemplaban nuevos aranceles al cobre, lo que generó un repunte en los precios de futuros del metal en la Bolsa de Metales Comex. Posteriormente, el día 9 del mismo mes y año, precisó que no habrá prórrogas respecto a la entrada en vigor de los aranceles, por lo que “todo el dinero deberá pagarse a partir del 1 de agosto de 2025”.
Ante esta decisión, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, indicó ese mismo día desde Palacio Nacional que su Gobierno implementará una estrategia para negociar con la administración de Donald Trump y atender la imposición del arancel. Informó que enviará una delegación mexicana a Estados Unidos para iniciar conversaciones que permitan alcanzar un acuerdo general.
Sheinbaum Pardo detalló que la delegación será encabezada por personal de la Secretaría de Economía (SE), la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). El encuentro está programado para el viernes 11 de julio de 2025 y comprenderá un proceso de trabajo ampliado que incluirá temas de seguridad, migración y comercio.
Durante su intervención, Sheinbaum Pardo declaró que México exporta cobre principalmente a China y a Estados Unidos, siendo este último destino receptor, sobre todo, de chatarra de cobre que es refinada por la industria estadounidense. Señaló que la medida afecta al sector mundial, no únicamente a México, y que la Administración buscará diversificar mercados para reducir el impacto comercial.
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Por su parte, Marcelo Ebrard Casaubon, titular de la SE, informó que sostendría una llamada con funcionarios estadounidenses la tarde del 8 de julio de 2025 para conocer los detalles de la medida. Añadió que su equipo aún debía precisar los alcances del arancel, ya que ni siquiera las autoridades de ese país tenían información detallada.
Francisco Cervantes Díaz, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), manifestó el 9 de julio de 2025 que el sector privado mexicano no entiende las razones detrás del arancel, dado que el cobre es requerido y producido en la región. Recordó que México es el cuarto mayor productor de cobre en el mundo y confió en que Ebrard Casaubon podrá negociar una salida favorable.
Cervantes Díaz agregó que, aunque existe preocupación en el sector económico, la medida no afectará la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). También destacó que el sector farmacéutico mexicano enfrenta el reto de aumentar la proporción de insumos nacionales, en concordancia con el llamado Plan México.
El secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, reiteró que la entrada en vigor del arancel está prevista para el 1 de agosto de 2025. En declaraciones anteriores, Trump advirtió que cualquier represalia comercial será respondida con incrementos adicionales a los aranceles, sumando al porcentaje actual.