En la visita de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, a Ensenada para inaugurar la nueva Clínica 23 del IMSS Bienestar, este sábado 12 de julio, al menos cuatro protestas simultáneas se desarrollaron a las afueras del recinto, reflejando el descontento social.
Ante los disturbios a unos metros de donde se realizó el acto inaugural, fue complicado que la presidenta Claudia Sheinbaum ofreciera el discurso que tenía acordado y desde la distancia respondió a una de las manifestaciones asegurando que se hará una consulta pública antes de aprobarse el proyecto de megapuerto.
Una de las manifestaciones fue encabezada por familiares de Keyla, la menor víctima de feminicidio en el municipio de El Rosario. La familia exige que se reforme el Código Penal del Estado para que el o los responsables (uno de ellos adolescente) enfrenten una pena mayor a los cinco años establecidos actualmente. “No es justo que la vida de una niña valga tan poco para las leyes”, reclamó uno de los familiares.
Otro grupo de activistas ambientales se pronunció en contra de la ampliación del puerto en El Sauzal, proyecto impulsado por el Gobierno Federal y el estatal, al que califican de “ecocida”. Argumentaron que afectará gravemente al ecosistema marino, así como a comunidades pesqueras de la zona.
También se presentó la familia de Marlen, la atleta de 15 años que fue atropellada por una unidad de transporte público de la empresa Transfuturo. Denunciaron que el conductor violó el reglamento de tránsito al pasarse un semáforo en rojo, y aunque fue detenido brevemente, obtuvo un amparo que lo dejó en libertad. Los familiares exigen justicia y que la aseguradora Quálitas se haga responsable de los gastos médicos, pues hasta ahora se han deslindado.
La cuarta protesta estuvo encabezada por docentes y trabajadores del sector educativo, quienes rechazaron las condiciones impuestas por la Ley del ISSSTE, al considerar que vulnera sus derechos laborales y prestaciones. “Queremos un retiro digno, no migajas”, coreaban durante la manifestación.