Nissan estaría planeando cesar operaciones en dos de sus plantas de ensamblaje en México, como parte de su plan global de reestructuración “Re:Nissan”, según lo reportó, el 22 de julio de 2025, el medio especializado AutoNews, que citó a fuentes cercanas a la automotriz japonesa.
Las instalaciones afectadas serían la planta Civac, ubicada en Cuernavaca, Morelos -la primera que la firma inauguró fuera de Japón, en 1966-, y la fábrica Compas, en Aguascalientes, que mantenía bajo una asociación con la automotriz alemana Mercedes-Benz.
Según AutoNews, la planta de Civac continuaría operando hasta marzo de 2027 y la de Compas hasta inicios de 2026, aunque en el caso de esta última, Nissan finalizaría la producción de los modelos Infiniti QX50 y QX55 desde finales de 2025.
Por su parte, Mercedes-Benz dejaría de ensamblar el modelo GLB en el mismo complejo unos meses después, hasta el primer trimestre de 2026, lo que marcaría el fin de una alianza de una década entre ambas marcas.
Según recordó AutoNews, Infiniti ya suspendió pedidos de los modelos QX50 y QX55 desde abril de 2025, en respuesta a los aranceles impuestos por la Administración de Donald Trump, a vehículos fabricados fuera de Estados Unidos.
La planta Civac, actualmente enfocada en la producción de la pick-up NP300 -comercializada como Frontier y Navara en distintos mercados- y en menor medida del Versa -incluyendo el V-Drive para México y el N18 que se vendía en Estados Unidos-, consolidaría sus actividades en las otras dos instalaciones de la compañía japonesa en Aguascalientes, en la actualidad enfocadas en el armado de vehículos dirigidos en gran parte al mercado de EE. UU.
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Según lo indicó Automotive News, la planta Civac estaba considerada “obsoleta” por la compañía, y su modernización requeriría una inversión significativa. Su cierre ha sido rumorado desde mayo de 2025, aunque en su momento Nissan negó dicha posibilidad.
La medida de Nissan se enmarca en un proceso de ajuste a nivel mundial que también incluye el cierre anunciado de plantas de ensamblaje en Japón y en Tailandia. El objetivo de la automotriz nipona sería reducir su red global de 17 plantas a sólo 10, en un esfuerzo por volver a la rentabilidad y evitar mayores riesgos financieros.
Nissan desmintió, el 19 de mayo de 2025, que, como parte de los planes de su restructuración, tuviera planeado cerrar dos plantas ubicadas en México. Ello después de que durante el sábado 17 de mayo del mismo año, el medio estadounidense Bloomberg afirmó que la compañía automotriz japonesa se encontraba evaluando la posibilidad de cerrar fábricas en territorio mexicano, entre estas dos en Aguascalientes y la de CIVAC, en Morelos.
“En relación con los recientes informes sobre el posible cierre de algunas plantas, Nissan desea aclarar que esta noticia es especulativa y no se basa en información oficial de la compañía”, indicó la empresa automotriz japonesa, en un comunicado.
“Hemos anunciado oficialmente la consolidación de la producción de las camionetas Nissan Frontier/Nissan Navara, actualmente divididas entre México y Argentina, en un único centro de producción en la región, centralizado en la planta CIVAC en Morelos, México”, señaló la compañía nipona.
“Nos centramos en nuestras operaciones y en el dedicado equipo que impulsa nuestro éxito. Nos comprometemos a mantener la transparencia con nuestros grupos de interés y comunicaremos cualquier actualización relevante según sea necesario”, enfatizó Nissan.
Asimismo, la automotriz japonesa subrayó que ante el anuncio de su reestructuración, “México seguirá siendo un importante centro de exportación, contribuyendo significativamente a las ganancias y al crecimiento”.
Además, en una entrevista con el diario La Jornada, Rodrigo Centeno Caballero, presidente y director general de Nissan en México, comentó que aún no se esperaban cambios profundos, debido a que México era uno de los principales mercados de la compañía japonesa.
El mismo día, Luis Rosendo Gutiérrez Romano, titular de la Subsecretaría de Comercio Exterior, de la Secretaría de Economía de México, anunció que durante una visita de trabajo en Japón, sostuvo una reunión con representantes de Mazda, Nissan, Toyota y Honda, automotrices que, en conjunto, exportaban cerca de 900 mil unidades anuales, lo que representaba el 30 por ciento de los envíos a territorio mexicano.
A través de un comunicado, la Secretaría de Economía (SE) del Gobierno de México explicó que además de las automotrices, el funcionario federal mexicano sostuvo seis reuniones más, con autoridades y empresarios nipones.
“En compañía de la embajadora Melba Pría, se llevó a cabo una agenda con actores clave del ámbito gubernamental y empresarial. En materia gubernamental, con Takeshi Akahori, viceministro de Asuntos Exteriores, y Takehiko Matsuo, viceministro de Asuntos Internacionales del Ministerio de Economía, Comercio e Industria (METI)”, destacó la SE.
Según la Secretaría de Economía, dicho encuentro tuvo por objetivo, impulsar la diversificación de insumos tecnológicos en cadenas de valor, así como mostrar la oportunidad comercial de México gracias al acceso a mercados norteamericanos.
Además, el subsecretario mexicano se reunió con Japan Bank for International Cooperation (JBIC) y Japan External Trade Organization (JETRO). Otras empresas con las que tuvo contacto fueron: Denso Corporation, TACHI-S CO, Yazaki Corporation, Astemo, Ltd, Mitsubishi, NEC Corporation, OMRON Corporation, Sumitomo, y Daikin Industries.
El 13 de febrero de 2025, el fabricante automovilístico japonés indicó que contemplaba trasladar su producción en México a otro lugar, si entraban en vigor los aranceles del 25 por ciento que el presidente estadounidense, prometió imponer al país. Nissan exportaba unas 320 mil unidades de vehículos al año, desde territorio mexicano hasta Estados Unidos.
“Si se imponen aranceles altos, tendremos que estar listos y quizá podemos trasladar la producción de estos modelos a otro lugar. Si esa fuera la decisión, pensaríamos en cómo hacerlo una realidad mientras monitorizamos la situación”, comentó el presidente y director ejecutivo de la firma nipona, Makoto Uchida, durante una rueda de prensa.
“Exportamos un gran volumen a los Estados Unidos, así que, si hay aranceles altos, tendrá graves implicaciones en nuestro negocio”, aseguró el empresario japonés, durante la presentación de los últimos resultados financieros de Nissan, cuyo beneficio neto se desplomó un 98.4 por ciento entre abril y diciembre de 2024, primeros nueve meses del ejercicio fiscal de la compañía, que vaticinaba para la totalidad del año sus primeras pérdidas en cuatro años.
Sin embargo, el 14 de febrero de 2025, durante su conferencia de prensa matutina -llevada a cabo desde el Salón Tesorería del Palacio Nacional-, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo planteó que si Nissan salía de México, perdería el mercado nacional.
“Nombre, Nissan tiene una planta grandísima en Aguascalientes, la mayoría, fíjense, interesante porque me tocó en campaña fui a esa planta, es muy interesante, las plantas automotrices tienen un nivel de robotización muy impresionante, son plantas de última tecnología las que están en México, la mayoría de la producción de Nissan, de esa planta, es para el mercado nacional”, comentó la presidenta.
“De hecho, ellos tienen un vehículo muy interesante que fabrican en Japón que tiene, que es 80 por ciento eléctrico, 20 por ciento de combustión interna, es un vehículo híbrido, pero los híbridos que se venden aquí son, funcionan digamos a baja velocidad con eléctrico y cuando van a mayor potencia entra la combustión interna interna”, explicó la mandataria nacional.
“Depende, pero y a veces funcionan 50-50, 40-60, eléctrico-gasolina. Este tiene 80 por ciento eléctrico y 20 por ciento gasolina. A nosotros nos interesa incluso que ese vehículo se fabrica en México para el mercado nacional, para reducir contaminación, entonces no, no creo [que se vaya]”, agregó Sheinbaum Pardo.
“Imagínese, perderían el mercado nacional, ¿pues cómo? […] Pero perderían el mercado nacional, o sea, son empresas de capital no mexicano que tienen su nombre como empresas mexicanas, digamos Nissan México, pero sus vehículos son principalmente para el mercado nacional, no para la exportación, y además el arancel es para todo el mundo”, insistió la titular del Poder Ejecutivo Federal.
El mexicano Iván Espinosa fue nombrado, el 11 de marzo de 2025, como el nuevo presidente, director ejecutivo y director general de la automotriz japonesa Nissan, en sustitución de Makoto Uchida, ello luego del fracaso en las negociaciones para fusionar la empresa con Honda.
Espinosa dijo a la prensa, citado por la agencia francesa AFP, que quería continuar el trabajo de Uchida, para “ayudarle a Nissan brillar de nuevo”.
“Sinceramente creo que Nissan tiene mucho más potencial de lo que vemos hoy día”, declaró el ejecutivo mexicano, agregando que trabajaría “de cerca con nuestro talentoso equipo mundial para devolverle la estabilidad y el crecimiento a la empresa”.
Nissan explicó que el cambio de jefatura fue para “alcanzar los objetivos de corto y mediano plazo de la empresa, al tiempo que se posiciona para el crecimiento de largo plazo”.
Espinosa se incorporó a Nissan en 2003 en México y ocupó cargos en el sudeste asiático, antes de convertirse en director para México y América Latina en 2010. Asumirá como director ejecutivo el 1 de abril de 2025, según anunció la empresa japonesa.
“Dado que no he podido ganarme la confianza de algunos de nuestros empleados, y como la junta directiva me hizo la solicitud, concluí que […] un nuevo inicio será lo mejor para Nissan”, declaró Uchida, quien también calificó a Espinosa como “un verdadero hombre de coches”, que “aún está en sus cuarentas y está lleno de energía”.
“Cuento con él para superar las dificultades y conducir a Nissan fuertemente hacia el futuro”, agregó Uchida. Según recordó AFP, Nissan anunció el año pasado la reducción de miles de puestos luego de reportar una caída de 93 por ciento en sus beneficios netos del primer semestre. En la actualidad proyecta una pérdida anual de más de 500 millones de dólares.
Honda y Nissan anunciaron en febrero de 2025 el fin de sus negociaciones de fusión, que habría creado el tercer mayor fabricante de autos del mundo por unidades vendidas, detrás de Toyota y Volkswagen.
Las conversaciones, según AFP, habrían colapsado luego de que Honda propusiera convertir a Nissan en una subsidiaria, en lugar del plan inicial de integrarla en un nuevo ‘holding’. Pero el semanario Nikkei Business reportó citando fuentes anónimas que Nissan, bajo su nuevo mando, podría reconsiderar la inversión de Honda aunque “no para convertirse en una subsidiaria”
Por su parte, el presidente de Honda, Toshihiro Mibe, ha dicho que las dos empresas seguirían buscando “sinergia” mediante una asociación estratégica anunciada en agosto de 2024, que incluiría también al socio menor de Nissan, Mitsubishi Motors.