Estaban aquí por dos obvias razones: una, asegurarse que el fuego no afectara las casas de seguridad, plantíos, laboratorios de droga sintética y zonas de extracción de huachicol. Y dos, para evitar que los brigadistas y bomberos atestiguaran una ‘situación incómoda’”, explicó un elemento de Sedena, quien fue desplegado para el fortalecimiento de la seguridad en la zona de incendios el pasado mes de junio, luego de que bomberos de otros municipios advirtieran que estaban siendo blanco de amenazas y presión por parte de delincuentes.
Decenas de autos y motos con integrantes del crimen organizado recorrieron la zona serrana de la Rumorosa y la delegación Luis Echeverría durante el incendio denominado Guadalajara 2, que inició el pasado 16 de junio del 2025 en el municipio de Tecate.
Portaban radios de frecuencia digital con alto alcance, en los que frecuentemente se escuchaban órdenes para movilizarlos de un lugar a otro, dependiendo de la zona a la que el fuego avanzara, explicó uno de los brigadistas, que dijo no haber sido blanco de algún tipo de amenaza, pero reconoció la presencia de los delincuentes armados.
Las víctimas detallaron que mientras unos grupos eran monitoreados por los llamados “halcones”, encargados de vigilar las viviendas utilizadas como casas de seguridad, otros grupos eran sorprendidos por sujetos que buscaban obligarlos a iniciar el combate del fuego en zonas cercanas a sus plantíos.
“En una ocasión llegó un tipo mal encarado y nos dijo ‘¿a qué hora se van a poner a trabajar?’, contestando nosotros que por la temperatura no era el momento adecuado; entonces nos dijo que a el le valía ver… que nos paráramos o nos paraban. Y eso es algo que no te esperas, porque nosotros fuimos a Tecate a apoyar, a buscar proteger a los residentes de la zona del Hongo, Pino Suárez, etc., y por un momento claro que sentimos temor de perder ahí la vida”, explicó un brigadista.
Ante las amenazas y el miedo, los combatientes denunciaron los hechos señalando que eran amedrentados por integrantes del crimen organizado, situación que reconoció en conferencia de prensa, el secretario de Seguridad en Baja California, General Laureano Carrillo, quien agregó que ante esta situación elementos de la Guardia Nacional y Sedena fueron enviados a la zona para acompañar las labores de combate del incendio y para brindar seguridad a los elementos activos, quienes no ingresaban a las áreas de combate directo, y permanecían en las bases fueron reforzados con agentes de la Guardia Estatal.
Derivado de las denuncias, también se realizaron inspecciones en la zona cercana a donde los brigadistas señalaron que habían sido amenazados por personas armadas, quienes les advirtieron que no los querían recorriendo la zona a pesar de que se encontraba cercano el avance del fuego.
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Durante un recorrido a pie, elementos de la Sedena localizaron cuatro plantíos de marihuana con un crecimiento de 35 centímetros y que fueron destruidos, según los datos proporcionados por el mismo General Carrillo el 25 de junio, quien también informó del aseguramiento de un campamento de un grupo delincuencial que opera en la zona.
“Mientras se atendían los incendios fue descubierto y asegurado un campamento utilizado por integrantes del crimen organizado que opera en la zona; es un campamento de grupos delictivos que aunque no sabemos de qué grupo, si tenemos confirmado que era para actividades ilícitas. Este campamentos artesanal cuenta con las características que permiten camuflaje y evitan ser vistos por el helicóptero; ahí descansaban, dormían e incluso salen a realizar sus recorrido una vez descansados en diversas zonas del área serrana”.
La propiedad de este campamento, señalaron a ZETA investigadores de la mesa por la Paz y seguridad de Baja California, es atribuible al brazo armado del Cártel de Sinaloa que opera en Rumorosa, aunque aún dudan si pertenece a los conocidos como Chapitos, Rusos o Mayos.
Reconoció el General Laureano Carrillo, que estos grupos operan en la zona: “Es un tema público que mucha gente lo conoce; tenemos aquí nosotros al Cártel de Sinaloa de la facción Chapitos y facción Mayos peleándose la importante área de cruce de migrantes, de robo de hidrocarburo aquí en Rumorosa, porque es un punto estratégico; tenemos también ya presencia de la fracción de los Rusos hemos tenido detenciones precisamente que en entrevistas con los detenidos refieren pertenecer a esta organización delictiva”.
Para los integrantes de las mesas de seguridad de los tres niveles de gobierno, el que las autoridades tomen el control de la Rumorosa en Tecate, es esencial para disminuir la incidencia delictiva, particularmente en delitos de alto impacto y combatir el trasiego de personas, drogas y armas hacia Estados Unidos:
“Estamos tratando de controlar esta área de la Rumorosa porque Rumorosa es un punto estratégico; por aquí pasan hacia Ensenada, Mexicali, Tecate, Tijuana y al revés. Hemos contenido los índices delictivos, pero es importante seguir presentes; ya lo he comentado con mis comandantes y la gente que nos apoya en la planeación la importancia que tiene para nosotros controlar la Rumorosa, porque controlándola vamos a controlar muchas actividades delictivas que cruzan de lado a lado. personalmente he estado ahí supervisando las operaciones de manera directa, y estamos proponiendo una estrategia íntegra”, explicó Carrillo.
Los cuatro plantíos de marihuana oficialmente localizados durante los incendios no fueron los únicos, explicaron brigadistas.
Hubo al menos tres plantíos más, con grandes extensiones de tierra sembradas con froga las que fueron consumidas por el fuego: “Claro que vimos los plantíos, las casas e incluso en alguna ocasión estuvimos cerca de entrar a una casa de seguridad en la que se presume había personas privadas de la libertad, pero poco antes de ingresar se nos acercó un masculino, quien nos advirtió ‘amablemente’ que por nuestra propia seguridad nos teníamos que retirar de ese lugar”.
“Entonces nos aseguramos de que el fuego cercano fuera controlado y sin más nos fuimos. Es una situación muy difícil, porque no sabes qué hacer o realmente en quién confiar… ¿Quién nos aseguraba a nosotros que si íbamos a informar lo que estábamos viendo no íbamos a tener consecuencias, me explico?” comentaron brigadistas de otros municipios.
El grupo que habría denunciado las amenazas dijo que éstas ocurrieron en la Zona Este del parque eólico ubicado en la Rumorosa.
Durante la conferencia de prensa ofrecida por el presidente municipal de Tecate, Román Cota Muñoz, programada cada jueves en ese municipio, el mandatario reconoció también que hubo presencia de integrantes del crimen organizado durante los incendios que registraron más de 16 días de combate.
“Fueron muchísimas hectáreas, más de 16 mil las que fueron consumidas por el fuego; es más que obvio que ahí se vieron cosas que uno denuncia, pero que las autoridades siguen sin aceptar. Rumorosa, el Hongo, todo aquí esta plagado de grupos delictivos que operan a la vista de ciudadanos y también de autoridades; tiene un mes ya más de 100 elementos desplegados y en realidad los resultados no han sido tan contundentes como debieran ser. Es verdad, la mayoría está en la sierra, pero están identificados, tiene sus casas, sus ranchos; ahí está el caso de los policías municipales, quienes se apoderaron de 30 mil pesos de una familia que los denunció en redes sociales. Esa familia es de arraigo aquí y tiene sus contactos, tanto que fueron obligados a regresar el dinero los municipales”, explicó un comerciante con más de 20 años en la zona.
Aún con la presencia de los más de 100 elementos que el Gobierno del Estado ha informado que envió para permanecer de manera permanente en la Rumorosa, las desapariciones forzadas siguen registrándose, sumándose también al menos tres homicidios en el mes de junio. El problema se agrava, derivado de que los residentes aseguran que ya no sólo temen al crimen organizado, sino también a las autoridades, quienes abusan de sus facultades, al golpear, amenazar e incluso robar efectivo a quienes bajo la justificante de una revisión intervienen.
Este tipo de hechos no es del desconocimiento de las autoridades, puesto que durante la visita de la gobernadora Marina del Pilar Ávila a la Rumorosa el pasado 25 de junio, una madre de familia de un joven que fue golpeado y amedrentado por agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana personalmente le notificó el hecho: “Mi hijo tiene miedo de salir, quedó traumado; es un abuso lo que le hicieron, cómo lo golpearon” y aunque la madre de familia aseguró no denunciaría por temor a su bienestar y al de su familia, si solicitó la vigilancia de los elementos que operan en la zona.