Locatarios establecidos en la zona turística de Ensenada realizaron este martes 29 de julio una movilización pacífica para exigir al Ayuntamiento de Ensenada que remueva a los vendedores ambulantes y semifijos instalados en la vía pública. La movilización fue convocada por comerciantes respaldados por la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CANACO) de Ensenada.
Desde hace un par de años, el gobierno municipal otorgó permisos para que vendedores ambulantes instalen carpas y señalamientos en plena calle Alvarado, particularmente frente a Ventana al Mar, generando una competencia desleal. Aunque el gobierno les ha informado que se trata de personas con necesidades económicas, los manifestantes rechazaron esta versión, ya que dijeron tener bien identificadas a esas personas como vendedores ambulantes en la Calle Primera.
Tanto la administración encabezada anteriormente por Armando Ayala Robles, ahora senador de la República, como la actual, dirigida por Claudia Agatón Muñiz, han sido señaladas por facilitar estas autorizaciones, incluso cuando muchos de los productos ofrecidos son presuntamente mercancía apócrifa, de acuerdo con un recorrido hecho por las tiendas.
El contingente partió a las 10:00 horas desde el edificio de la Cámara, ubicado en calle Macheros y Primera, rumbo al bulevar Costero, y culminó frente al Centro Estatal de las Artes (CEARTE).
Durante la protesta, los manifestantes portaron pancartas con frases como: “La informalidad no cubre IMSS, no paga predial, no paga permisos de operación, no paga impuestos y no cumple con el reglamento de comercio”; “¡Presidenta Claudia Agatón, no más favores!”; “¡Exigimos reglas y los mismos valores!”; “¡La informalidad no es solución, es pobreza, caos y desilusión!”.
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Yahaira Briseño, una de las comerciantes afiliadas a la CANACO, estimó que unos diez negocios formales en el área turística están en riesgo de cerrar debido a las bajas ventas, la mayoría de ellos ubicados dentro de Plaza Marina.
Lamentó que los vendedores ambulantes generen competencia desleal, ya que se instalan estratégicamente cerca de las zonas de mayor afluencia turística sin asumir los mismos costos y responsabilidades que un negocio formal.
Otros inconformes mencionaron que esta práctica ha deteriorado la imagen del centro turístico de Ensenada y afecta directamente las ventas y operaciones de quienes están debidamente registrados, pagan impuestos y cumplen con los reglamentos municipales.
La CANACO hizo un llamado a las autoridades municipales a establecer reglas claras y equitativas para todos los comerciantes, así como a revisar los permisos otorgados y reforzar los mecanismos de inspección.
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