Oficialmente, en México la empresa Royal Prestige se deslinda de los supuestos sorteos organizados por sus distribuidores y colaboradores como estrategia de venta de utensilios de cocina en Baja California. Personas que se presentan como integrantes de la empresa han regalado boletos para un supuesto sorteo a cambio de información personal; una estrategia invasiva y engañosa para atraer clientes.
El fraude del sorteo inicia cuando la víctima proporciona su nombre y número telefónico para participar. Posteriormente, los supuestos trabajadores de Royal Prestige llaman asegurando que resultaron ganadores, pero deben responder una encuesta que incluye nombre completo, número telefónico de casa y dirección, así como si manejan tarjeta de crédito o débito, y las instituciones bancarias correspondientes.
“Es por comodidad”, dicen los supuestos organizadores del sorteo para presionar a las víctimas a entregar su dirección, argumentando que es necesaria para enviar el premio por paquetería. Sin embargo, no se sabe realmente qué harán con la información que las personas proporcionan.
ZETA se comunicó al teléfono oficial de Royal Prestige México, el 800 111 1112, donde los operadores fueron claros al deslindarse de los sorteos y de cualquier responsabilidad respecto al uso de datos personales obtenidos mediante estas prácticas.
Publicidad
“Es ajeno, pero los distribuidores están autorizados a usar la marca. Pero lo que puedo recomendar es pedir los cinco dígitos del código de distribución, al menos para identificar el punto de distribución, verificar la zona y saber si están activos”, explicó a ZETA Martín Ordoña, del área de cancelaciones de Royal Prestige en México.
Ordoña explicó que los distribuidores de Royal Prestige realizan demostraciones a domicilio para lograr la venta de equipos de cocina, una estrategia utilizada desde la década de los noventa, similar a la que se usaba con la venta de libros y enciclopedias. No obstante, bajo las leyes de protección de datos personales, Royal Prestige carece de protocolos para garantizar la seguridad de la información que solicitan sus vendedores.
“Ellos van a hacer su labor de venta; es una labor de compraventa, en la que pueden regalar productos de bajo costo u ofrecer descuentos. Ellos definen sus estrategias”, concluyó Ordoña.