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Tijuana
lunes, junio 30, 2025
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Sordera

La suegra que estaba quedándose sorda llegó a la casa del yerno, quien sabía muy bien de su sordera. La recibió, amablemente abrió la puerta, y con una sonrisa la saludó diciendo:

— Adelante, vieja metida, despelucada. ¿De dónde viene la bruja chismosa con esa cara de espantapájaros, jeta de bagre y cuerpo de lombriz?

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A lo que la suegra responde:

— De comprar un aparato para la audición, ¡desgraciado!

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Autor: Un ex yerno.

 

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Complejo de refrigerador

Un hombre va a un psiquiatra y le dice:

— Doctor, necesito ayuda, ¡mi mujer cree que es un refrigerador!

El psiquiatra le responde:

– Bueno, eso es bastante común, muchos pacientes tienen delirios. ¿Qué hace ella que le hace pensar eso?

El hombre responde:

— Bueno, cada vez que abro el refrigerador, ella me mira y me dice: “¿Necesitas algo?”.

El psiquiatra, tratando de entender, pregunta:

— ¿Y qué le respondes?

El hombre dice:

— ¡Pues, nada! ¡Le cierro la puerta y me voy!

Autor: Un ex marido.

 

Lo peor de lo peor

— ¿Cuál es la peor combinación de enfermedades?

— El Alzheimer y la diarrea: corres para llegar a algún lado, pero no recuerdas a dónde.

Autor: Un geriatra.

 

Desconfiados

— Señor, disculpe, ¿este es el grupo de desconfiados anónimos?

— Sí señor.

— ¿Está seguro?

— ¡No sé! ¡Quizás!

Autor: Un sospechoso.

 

Sin remedio

El esposo le dice a su esposa:

— ¡Apúrate que vamos a llegar tarde a la cena!

— Espérate, me estoy maquillando.

— Pero si tú no necesitas maquillaje.

— ¿No? ¡Ay! ¡Tan lindo!

— No. ¡Tú necesitas una buena cirugía plástica!

Autor: Un cirujano plástico.

 

Marido ebrio

La esposa, preocupada y muy enojada, le marca al teléfono a su marido alcohólico:

— ¿Dónde estás?

En tono de briago el esposo le dice:

— Mi amor, ¡no he podido llegar porque estoy en un embotellamiento!

— ¿Y a qué horas crees que vas a llegar?

— ¡Cuando se acaben las botellas!

Autor: Uno sobrio no es.

 

Cómo hacerle un 4 ante la policía

Para confirmar si el hombre que acaba de detener está borracho, el policía de tráfico le pide hacer el número cuatro, a lo que el borracho responde:

— Con mucho gusto, señor agente. ¿Quiere el cuatro en números arábigos o números romanos?

Autor: Anónimo del alcoholímetro.

 

Alumno viajero

La profesora en clase de geografía explica en el salón:

— La tierra se mueve 2.6 millones de kilómetros al día.

Pepito la interrumpe:

— Profesora, entonces anoche yo no estuve acostado en la cama durmiendo, ¡Lo que estuve fue viajando!

Autor: Jaimito.

 

Morir por la gata

El enamorado gato le dice a la gata muy coqueta:

— ¡Por ti sería capaz de morir!

Ella pregunta:

— ¿Ah, sí? ¿Y cuántas veces?

Autor: Un veterinario poético.

 

¿Ensayo o novela?

— No me gusta mucho tu novela.

— Es un ensayo.

— Pues ensaya más, ¡porque es muy mala!

Autor: Un escritor.

 

Un perro en cine

Aterrado el amigo porque su vecino ha llevado al perro a ver cine. El can no deja de mover la cola emocionado por las escenas de la película, así que el aterrado hombre le dice:

— ¡Increíble que tu perro entienda y se entretenga tanto con la película!

— Sí, ¡yo también estoy aterrado porque cuando leyó el libro no se emocionó tanto!

Autor: Un desencantado de los perros.

 

Un lugar precioso

El padre, al final de su sermón, le pregunta a Pepito:

— ¿Aprendiste algo, hijo? ¿Cuál es ese lugar maravilloso, lleno de muchas cosas bellas, y en el que seremos inmensamente felices, y al que deseamos ir algún día?

Disney, padre, ¡Disney!

Autor: Un monaguillo.

 

Un vaso de leche para la vegana

Una vegana entra al restaurante y le dice al mesero:

— Mesero, deme por favor un vaso de leche Zero, Light, sin lactosa, Fat Free, sin preservantes, colorantes y muy orgánica.

A lo que contesta el aterrado mesero:

— Ay señorita, ¡mejor tómese un vaso de agua!

Autor: Un cajero que antes fue mesero.

 

Dos veces

Mientras la profesora dicta, Jaimito pierde el hilo, así que pregunta:

—  ¿Profe, cómo dijo?

— ¡No repito dos veces!

Jaimito lanza un insulto en voz baja:

— ¡Vieja #e$tup∂a!

— ¿Qué dijiste Jaimito?

— ¡No repito dos veces!

Autor: Pepito.

 

Hija en terapia

Al llegar la hija a la casa, la madre le pregunta:

— ¿De dónde vienes, hija?

— Del psiquiatra, mamá.

— Ah… ¿y cómo me fue?

Autor: Otra hija.

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