La industria de exportación nacional pidió gradualidad, excepciones y flexibilidad en la implementación de la jornada laboral de 40 horas, así como la actualización de la normatividad sobre el pago de horas extras.
El presidente nacional de Index, Humberto Martínez Cantú, solicitó que el marco legal contemple excepciones, ya que existen industrias como la manufactura continua y los procesos de 27/7 donde una jornada máxima semanal de 40 horas hace “imposible” mantener operaciones sin interrupciones.
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En esos casos, dijo, se requieren jornadas de al menos 42 horas efectivas de trabajo sin las cuales se pone en riesgo el funcionamiento de la planta productiva. Asimismo, pugnó porque dentro de la jornada laboral de 40 horas no estén incluidos los descansos obligatorios, “de lo contrario se estaría reduciendo aún más el tiempo real de producción con afectaciones directas de competitividad”
A decir de Martínez Cantú la reducción de la jornada laboral debe tener flexibilidad para que cada empresa, dependiendo su naturaleza de operación, organice su jornada semanal de 40 horas sin que ello implique forzosamente dos días de descanso obligatorio.
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Durante el segundo Foro para la implementación de la jornada semanal de 40 horas, acaecido en Monterrey, Nuevo León, el empresario pidió que se actualice la normativa laboral en materia de tiempo extraordinario, para que se permita tener el umbral legal de la extensión en 57 horas semanales sujetas a un esquema escalonado, donde las primeras horas extras sean pagadas a tarifa normal, y que la 56 sea de máxima tarifa doble como lo fija la normativa actual.
Martínez Cantú también planteó que en el primer año de la aplicación de la jornada laboral la reducción sea de una hora y se les dé 6 meses a las empresas para cumplir con la disposición. “Esto ayudará a ajustar turnos, plantillas y procesos sin afectar el empleo ni el ritmo de producción”.
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“Mientras los salarios reales han crecido durante la última década la productividad ha disminuido”, por lo que se requieren programas nacionales de capacitación laboral, incentivos fiscales para las empresas que inviertan en eficiencia operativa y apoyos en materia de simplificación administrativa y deducibilidad para las empresas, aseveró.
En ciudades fronterizas la industria maquiladora ha empezado a perder empleos de manera sostenida. “En Nuevo León, epicentro de la relocalización de empresas, la generación de empleos cayó 65 por ciento, lo cual refleja una desaceleración preocupante en una de las regiones más productivas del país”.
En contraste, la directora de Investigación del Instituto de Investigaciones sobre la Desigualdad, Ana Luisa Rodríguez, señaló que la reducción de la jornada laboral con un salario suficiente tendrá beneficios en los trabajadores como menos fatiga, menos estrés y aumento de su productividad. Además de que el mayor tiempo de ocio tiene un efecto detonador de consumo que mejora el dinamismo económico.
Consideró como un reto en la implementación de la jornada laboral de 40 horas radica en que el salario sea suficiente, ya que actualmente 33.9% de los trabajadores está en condiciones de pobreza laboral.
“Si el salario no es suficiente va a pasar lo que ya pasa en los deciles de menores ingresos, que son personas que tienen dos o más trabajos en los días libres de su trabajo principal, tienen otras actividades productivas como vender comida (…) y a fin de cuentas descanso nunca tienen”, de modo que los beneficios de tener una jornada reducida no se verían.
Ello, aunado a que las personas con menos ingresos dedican más tiempo a actividades domésticas no remuneradas que aquellas que tienen más ingresos y delegan esas actividades a otras personas.
En México del pago a los factores de producción del total del Producto Interno Bruto (PIB) las personas trabajadoras se quedan con 39% de lo generado, el pago al capital es de 55%, y el restante 5% es destinado a impuestos”. Ello pese a que en países como Estados Unidos el capital recibe hasta 35%
Los ultrarricos tienen el 8.18% de la riqueza nacional. De eso Carlos Slim tiene el 4.48% y el resto de los ricos tiene 51.67% de la riqueza nacional. En contraste, la mitad de la población sólo tiene el 4.77% de la riqueza nacional.
En México se trabajan 42.2 horas semanales en promedio, que es de los más altos de los 177 países que se tiene registro. “En América solamente trabaja más en Honduras, 45.12”, afirmó la académica.
Durante su participación, refirió pruebas piloto de semana laboral de 4 días en 35 países en más de 2 mil empresas con 130 mil trabajadores, quienes han reportado un incremento de su capacidad para trabajar y se han recuperado más de 10 millones de horas de tiempo.
En esas empresas ha disminuido en 65 por ciento el ausentismo por enfermedad, y 92 por ciento optó por seguir con la semana laboral de 4 días. Por ello, consideró que México tendría que dirigirse hacia ese esquema, ya que la reducción de la jornada laboral también fomentaría la participación económica de las mujeres y una mayor participación en el trabajo doméstico de los hombres.
