Un terraplén de varios metros de largo colocado por un particular sobre el cauce del Río Alamar, ha puesto a los vecinos del fraccionamiento Riberas del Bosque, en Tijuana, en estado de alerta, pues temen que debido a la obstrucción de la cuenca el nivel del agua suba y pueda ocurrir otra inundación como la que padecieron en enero de 2024.
A decir de los vecinos, el terraplén fue colocado hace varias semanas por un particular con la intención de que los tractocamiones que llevan a cabo labores de remoción de tierra para una obra, hasta ahora desconocida, puedan pasar sobre el río para evitar rodear el terreno y así evitar retrasos.
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“Hay un cauce natural de arroyo a un costado de la obra de ellos, y con la mano en la cintura, sin pedir permiso y sin haber diálogo con el fraccionamiento, cierran el canal impidiendo que el agua que viene desde Valle Verde, que se junta con la del fraccionamiento Riberas del Bosque, salga al arroyo. Lo hicieron para poder cruzar desde este punto hasta donde están nuestros cabos y no tener que perder tiempo cruzando por todo su terreno”, explicó un vecino.
Esto, de acuerdo con otro afectado, ha provocado que el cauce del río ya esté saturado, por lo que cuando se avecinen las lluvias correrán el riesgo de sufrir otra inundación, pues tan solo en el caso de la Privada Jacarandas ésta se ubica a escasos metros del arroyo.
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Sin embargo, ésta no es la única problemática de la zona; en una visita realizada por ZETA al lugar, también se observó la presencia de camiones que descargan sus cajas llenas de basura y desechos a los costados del río, generando así un foco de contaminación y riesgo a la salud de los 12 mil habitantes del fraccionamiento.
Justo la apatía de las autoridades es lo que teme el activista social de la Zona Este de Tijuana, Alejandro Vásquez Hernández, pues señaló que la magnitud de anchura del río debe ser de 50 metros, pero la autoridad “se hace el que no ve porque hay un interés, ahí debe de haber permiso para remover tierra”, lo que ha permitido que con el paso de los años la cuenca del Río Alamar se haga cada vez más pequeña.
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Muestra de ello es un terreno de relleno, cuyo particular es el responsable de la colocación del terraplén, donde se observan los camiones descargando desechos, el cual luce con un letrero de supuesta “propiedad privada”.
De hecho, durante la visita realizada por ZETA y otros medios de comunicación a la zona, el pasado miércoles 11 de junio, cuatro personas, tres hombres y una mujer, con rostros tapados, se acercaron a tratar de amedrentar tanto a los vecinos como a los periodistas, preguntando por qué se estaba grabando la zona y exigiendo que se dejara de hacerlo.
Mediante el diálogo con los habitantes, quienes explicaron que no quieren problemas y lo único que buscan es que se retire el terraplén para permitir el libre paso del río, es que los jóvenes accedieron a informar al dueño del terreno de relleno sobre el asunto, para que éste llegue a un acuerdo con los vecinos.
Ante esto, los colonos del fraccionamiento solicitaron mediante oficios al alcalde Ismael Burgueño Ruiz, a Protección Civil Municipal y Estatal, que acudan a verificar la situación.
Cuestionado sobre el tema, el secretario general del gobierno municipal, Arnulfo Guerrero León, mencionó que los movimientos de tierra y tiradero de basura fueron clausurados la tarde del miércoles 11 de junio; y sobre si tenían conocimiento previo de que dicho particular estaba realizando obras en el área, indicó:
“Es una zona complicada para que puedan estar (los inspectores) haciendo rondines tan seguido; le pedimos a la población que nos denuncien constantemente si ven algún movimiento para poder mandar el apoyo de los inspectores de Administración Urbana o a Seguridad Pública si se requiere”, comentó.
