Luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un decreto para aumentar al doble los aranceles a las importaciones de acero y aluminio a territorio estadounidense, del 25 al 50 por ciento, medida que entraría en vigor a las 00:01 horas del día 4 del mismo mes y año, Marcelo Luis Ebrard Casaubón, titular de la Secretaría de Economía (SE) Federal, viajó a Washington D.C., el día 6 del mismo mes y año, para negociar con funcionarios estadounidenses, la disminución de dichos gravámenes.
El funcionario federal mexicano sostendría, el mismo día, reuniones con Howard Lutnick y Jamieson Greer, titulares del Departamento de Comercio (DOC, por sus siglas en inglés) de EE. UU. y de la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), respectivamente.
“Cordial conversación con el Embajador Jamieson Greer, Representante Comercial de los Estados Unidos. Avanzamos […] Llegando a la Secretaría de Comercio de los Estados Unidos”, escribió Ebrard Casaubón, en dos publicaciones diferentes en su cuenta de la red social X, en la cual adjuntó un par de fotografías, una de él estrechando la mano al titular de la USTR y otra arribando a la sede del DOC.
El 4 de junio de 2025, Lutnick defendió la decisión de incrementar a 50 por ciento el arancel a las importaciones de acero y aluminio, asegurando que su país debería tener la suficiente capacidad de producir ambos metales, en caso de necesitar librar una guerra.
Solo unas horas después de la entrada en vigor del nuevo arancel de 50 por ciento al acero y aluminio, Lutnick compareció ante el Comité de Gastos del Senado, donde respondió a cuestionamientos respecto al efecto que este pudiera tener para los costos de la propia industria manufacturera estadounidense.
“El gran problema es que no se puede librar una guerra sin producción de acero y aluminio en Estados Unidos. Si no se tiene la capacidad de producir acero y aluminio propios, no se puede librar una guerra. Y eso es lo que está haciendo el presidente Trump, él intenta asegurarse de que produzcamos suficiente acero y aluminio para proteger nuestra defensa”, respondió Lutnick a cuestionamientos de la senadora demócrata Jeanne Shaheen, de Nueva Hampshire.
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El mismo día, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo sostuvo una reunión virtual con empresarios del acero y aluminio, para dialogar sobre la decisión del Gobierno de Estados Unidos, de imponer aranceles del 50 por ciento a las importaciones de ese sector.
En el encuentro, realizado desde Palacio Nacional, la titular del Poder Ejecutivo Federal y los representantes de la iniciativa privada y miembros de su gabinete, evaluaron los impactos de las tarifas y las estrategias que pondrían en marcha para proteger los empleos de dicha industria.
“Me reuní de manera virtual con empresarios del acero y aluminio, así como con los secretarios de Hacienda y de Economía; evaluamos los impactos y medidas contra los aranceles del 50 por ciento impuestos por Estados Unidos. Nuestra responsabilidad es proteger los empleos”, dijo, en su cuenta de la red social X.