En medio de una noche nostálgica y llena de ambiente, el Hijo del Santo se despidió de la afición de Tijuana la noche del viernes 20 de junio en el Auditorio Municipal “Fausto Gutiérrez Moreno” encabezando la función que ofreció la empresa, The Crash de Ignacio de la O.
Más de 5 mil personas fueron testigos de la última presentación del heredero del Enmascarado de Plata en el inmueble del bulevar Diaz Ordaz, donde a lo largo de su carrera de más de 40 años, el luchador libro grandes batallas ante sus rivales.
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Desde horas antes de la función que estaba programada para arrancar a las 8:30 de la noche, los aficionados comenzaron a arribar a la catedral de la Lucha Libre en esta frontera. Incluso las taquillas tuvieron que cerrar debido a que ya se anunciaba la falta de boletos al ser vendidos en su totalidad anticipándose un “Sold Out” para el ultimo cartel donde aparecería el Hijo del Santo, quien a sus 61 años se retira de los cuadriláteros.
Entre chicos y grandes por igual, familias enteras se dieron cita atiborrando el Auditorio Municipal como hace mucho tiempo no lucia.
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Luego de una espectacular presentación, para la lucha estelar de la velada subieron al cuadrilátero, el Hijo del Santo acompañado de su heredero, Santo Jr y el Hijo de Rey Misterio para medirse ante Dr. Wagner Jr., D-Luxe e Hijo de Fishman.
Mientras el Santo ofrecía una catedra de Lucha Libre tradicional a ras de lona ante Wagner, el grito de “Santo, Santo” estremecía el recinto que durante más de cuatro décadas fue testigo de enormes rivalidades entre el legendario gladiador y oponentes a los que quito la máscara como a Tornado Negro, Kato Kung Lee, León Chino, Silver King, además de obtener las cabelleras de Psicosis, El Dandi y Mano Negra.
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Mientras Santo Jr también mostraba sus dotes luchistico realizando un espectacular vuelo a lado de su padre siendo su tradicional tope sobre sus rivales cayendo fuera del cuadrilátero ante el júbilo del público.
El desenlace de la batalla llegó cuando el Hijo del Santo tomo por sorpresa a Wagner y le aplico su ya icónica llave de a caballo ante el conteo del réferi que daba por finiquitada la lucha, en medio de una lluvia de algarabía de todos los presentes.
El Santo se despediría de sus aficionados en hombros de su hijo dando la vuelta al cuadrilátero mientras sorpresivamente aparecía la música del mariachi al fondo del escenario, donde se proyectaban también varias imágenes con la historia del Enmascarado de Plata y al mismo tiempo en las tribunas la gente en las butacas se entregaba de pie entre gritos y aplausos para decir adiós al legendario luchador.
