El Primer Tribunal Colegiado Penal del Tercer Circuito pidió a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), resolver, en definitiva, si Miguel Ángel Félix Gallardo, de 79 años de edad, alias “El Jefe de Jefes” o “El Padrino” -cofundador del primer cártel que hubo en México, el de Guadalajara, alrededor de 1980-, era culpable de los asesinatos del agente de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés), Enrique “Kiki” Camarena Salazar, y del piloto aviador de la extinta Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, Alfredo Zavala Avelar, ocurridos en febrero de 1985, delito por el que fue condenado, el 27 de agosto del 2017, a 37 años de prisión.
El 28 de abril de 2025, Norma Lucía Piña Hernández, presidenta del máximo tribunal constitucional turnó a la ministra Margarita Ríos Farjat, la petición del citado Tribunal Federal, que no había hecho públicos los argumentos por los que consideró que el caso tenía características jurídicas extraordinarias que ameritaran la atracción del caso por parte de la SCJN.
El citado Tribunal Federal pidió a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ejercer su facultad de atracción para resolver el amparo directo de Félix Gallardo, último recurso para impugnar la condena de 37 años de prisión que le impuso un juez, en agosto de 2017, sentencia confirmada en febrero de 2018, por una magistrada de apelación.
Según lo informó el diario Reforma, Ríos Farjat tendría que presentar un proyecto a la Primera Sala de la SCJN, para determinar si procedería la atracción, asunto que tendría que ser resuelto en las cuatro sesiones que quedaba entre el 11 de junio y el 13 de agosto de 2025, cuando cesarían las actividades la actual integración del máximo tribunal constitucional. Si el caso no se votara a más tardar en esas fechas, quedarías pendiente para la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde sería asignado a otro ministro.
“Si no es atraído el caso, el tribunal colegiado tendrá que dictar la sentencia final sobre los hechos del caso, aunque la defensa posteriormente podría llevarlo de nuevo a la Corte, pero solo para alegar temas de interpretación Constitucional. Félix Gallardo, de 79 años, era jefe del Cártel de Guadalajara cuando Camarena y Zavala fueron secuestrados, y siempre ha negado haber ordenado su ejecución o tenido conocimiento de los hechos”, indicó el citado rotativo.
“El juicio de primera instancia sobre este caso se prolongó durante 32 años, hasta que finalmente, el Juzgado Cuarto de Distrito de Procesos Penales en Puente Grande lo declaró culpable, y también lo sentenció a pagar reparación de daño de 20.8 millones de pesos a los familiares de las víctimas. Si bien Félix Gallardo está cerca de compurgar los 37 años de la condena por este asunto, ya que fue detenido en abril de 1989, tiene otra sentencia de 40 años por narcotráfico”, insistió el mismo diario.
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¿QUIÉN ES MIGUEL ÁNGEL FÉLIX GALLARDO?
Miguel Ángel Félix Gallardo, de 79 años de edad, alias “El Jefe de Jefes” o “El Padrino” -cofundador del primer cártel que hubo en México, el de Guadalajara, alrededor de 1980-, nació el 8 de enero de 1946, en Culiacán de Rosales, Sinaloa. Fue desde inicios de la década de 1960, integrante de la Policía Judicial de Sinaloa, llegando a tener entre sus labores ser escolta del entonces gobernador, Leopoldo Sánchez Celis (1963-1968).
Según sus datos generales, era viudo, tenía 15 dependientes económicos y no consumía ninguna droga. En la actualidad está casado con una mujer identificada como María Elvira Murillo, su segunda esposa, con quien procreó dos hijos: Miguel Félix Murillo y Abril Félix Murillo.
Fungió como agente de la desaparecida Policía Judicial Estatal sinaloense y luego trabajó como guardaespaldas de Leopoldo Sánchez Celis, entonces gobernador de Sinaloa. A finales de la década de los 70’s del Siglo XX, Félix Gallardo quitó el liderazgo del narcotráfico a Pedro Avilés Pérez, también conocido como “El León de la Sierra”.
Luego se asoció con algunos de los principales capos sinaloenses de esa época, como Manuel Salcido Uzeta conocido, alias “El Cochiloco”, además de Rafael Caro Quintero, alias “El Príncipe” y Ernesto Fonseca Carrillo, “Don Neto”. Creó una organización que controlaba el tráfico de amapola y marihuana en Sinaloa, Durango, Jalisco, Guerrero, Chihuahua, Baja California y Nayarit. A principios de los años 80 del Siglo XX, estableció contacto con el Cártel de Medellín -que dirigió Pablo Escobar Gaviria- y con el Cártel de Cali, a quienes empezó a comprar cocaína para enviarla a Estados Unidos.
Félix Gallardo tuvo bajo su mando Juan José Quintero Payán, “Don Juanjo”; Pablo Acosta Villarreal, “El Zorro de Ojinaga”; a Juan José Esparragoza Moreno, “El Azul”; a Héctor Luis ‘El Güero’ Palma Salazar; a Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de los Cielos”; Ismael Mario Zambada García, “El Mayo”, y, a Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo”, entre muchos otros.
Además, se le vincula como tío de Sandra Ávila Beltrán, la llamada “Reina del Pacífico”, y también como tío de los hermanos Arellano Félix, fundadores del Cártel de Tijuana, ya que es primo de Alicia Félix Zazueta, madre de los narcotraficantes asentados en Baja California.
Félix Gallardo fue detenido, en su mansión de Guadalajara, el sábado 8 de abril de 1989, cuando sólo tenía 43 años de edad. Sin embargo, fue el narcotraficante más poderoso en su momento, dueño de las principales rutas de comercio de droga en la mitad del país y Centroamérica en la década de los 70 y 80 del Siglo XX. Los cálculos de su fortuna se estimaron en 500 millones de dólares, así como un patrimonio de 50 casas y 200 ranchos.
Antes de su arresto, en una reunión que se llevó a cabo en Acapulco, Guerrero, dividió las rutas de tráfico de drogas entre sus lugartenientes, lo que llevó a la formación de nuevos cárteles: Tijuana, Baja California, a los hermanos Arellano Félix; Ciudad Juárez a la familia Carrillo Fuentes; Sonora a Miguel Caro Quintero; mientras que la costa del Pacífico se las dio a Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, Héctor Luis Palma Salazar e Ismael Mario Zambada García, quienes formaron el Cártel de Sinaloa.
Tras su arresto -que dirigió el director de inteligencia de la desaparecida Policía Judicial Federal, Guillermo González Calderoni-, a “El Jefe de Jefes” le fueron incautadas diversas propiedades, incluidos un hotel, una farmacia, una empresa de bienes raíces, así como numerosas cuentas bancarias.
A “El Jefe de Jefes” se le culpaba de los asesinatos del agente de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés), Enrique “Kiki” Camarena Salazar, y del piloto aviador de la extinta Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, Alfredo Zavala Avelar, ocurridos en febrero de 1985, delito por el que fue condenado, el 27 de agosto del 2017, a 37 años de prisión.
Luego de 28 años, el titular del Juzgado Cuarto de Distrito de Procesos Penales Federales en Jalisco, sentenció al ex líder del Cártel de Guadalajara, por el delito de homicidio calificado con premeditación y ventaja, en agravio del agente estadounidense adscrito al Consulado de EE. UU. en México, y, del piloto aviador. En ese mismo juicio también fue condenado al pago de 20 millones 810 mil pesos como reparación del daño a las víctimas indirectas de los secuestros y homicidios de esas mismas dos personas.
Asimismo, en forma solidaria y mancomunada por los anteriores sentenciados: los sinaloenses Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo, alias “Don Neto” -los otros dos fundadores del Cártel de Guadalajara- se fijó como reparación integral del daño más de 20 millones de pesos, los cuales deberán ser asignados a las familias de las víctimas.
Además, el juez dictó sentencia absolutoria a Félix Gallardo, por los delitos que se le formularon contra la salud, en su modalidad de posesión con fines de comercio, indicó el diario Milenio, que dio a conocer en su momento el hecho. Esta fue la última resolución judicial que faltaba dictarle a “El Padrino”.
Félix Gallardo estuvo internado en el penal de máxima seguridad Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) No. 2 de Occidente -mejor conocido como “Puente Grande”-, a pesar de que en mayo del 2016 se había informado que sería traslado a la Comisaría de Sentenciados del Estado de Jalisco, de mediana seguridad, “por su senilidad y su precario estado de salud”, además de que ya no era considerado una persona con perfil de alta peligrosidad.
Según lo indicaron sus abogados defensores, el ex jefe del Cártel de Guadalajara tenía graves problemas de la vista y pérdida parcial de la capacidad auditiva. A Félix Gallardo también le diagnosticaron faringitis aguda, hernia hiatal, gastritis crónica, dolor y ardor durante la micción, así como estreñimiento crónico y trastorno ansioso depresivo.
El capo estuvo preso, desde abril de 1989, en el Reclusorio Sur de la Ciudad de México, así como el CEFERESO No. 1 “El Altiplano” en Almoloya de Juárez, Estado de México, y de forma más reciente en el Centro Federal de Rehabilitación Psicosocial (CEFEREPSI), en Morelos, por algunos padecimientos psiquiátrico-psicológicos.