La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo pidió, el 1 de mayo de 2025, investigar los supuestos nexos de Ernesto Zedillo Ponce de León -que gobernó México desde el 1 de diciembre de 1994 hasta el 30 de noviembre de 2000-, y de su esposa, Nilda Patricia Velasco Núñez, con el extinto Cártel de Colima, liderado por los hermanos Amezcua Contreras, también conocidos como “Los Reyes de las Metanfetaminas”.
Un día antes, Cesar Mario Gutiérrez Priego, candidato a ministro de la SCJN, acusó al ex titular del Poder Ejecutivo Federal y a la ex primera dama nacional, de tener vínculos con la delincuencia organizada, en específico con miembros del extinto Cártel de Colima.
El abogado afirmó tener en su poder grabaciones de audio que, según él, probarían sus acusaciones. De hecho, publicó una, en su cuenta de la red social X, donde se escuchaba la voz de una mujer, que atribuyó a Nilda Patricia Velasco Núñez, conversando con supuestos miembros del extinto Cártel de los Amezcua Contreras.
El abogado es hijo de José de Jesús Gutiérrez Rebollo, un general de división del Ejército Mexicano y que en 1996 fue nombrado como jefe del Instituto Nacional para el Combate a las Drogas (INCD), dependiente de la ahora extinta PGR, que en ese entonces estaba subordinada al Gobierno de Zedillo Ponce de León.
Sin embargo, tras ser investigado en 1997, por la aparición de una supuesta grabación entre Gutiérrez Rebollo y Amado Carrillo Fuentes, alias “El Señor de los Cielos”, líder del Cártel de Juárez -en la que presuntamente el general discutía los pagos que el capo sinaloense debía realizarle, a cambio de ignorar la utilización de aviones de su propiedad para el transporte de droga-, el llamado “zar antinarcotráfico” fue detenido, acusado de soborno, de obstrucción a la justicia y de facilitar el transporte de cocaína.
Gutiérrez Rebollo fue condenado a 31 años, 10 meses y 15 días de prisión, por el uso ilegal de armas restringidas al Ejército. Luego, en 2007, fue condenado por un tribunal federal a una nueva pena de prisión de otros cuarenta años, y una multa de 24 millones 716 mil 829 pesos, por su presunta colaboración con Carrillo Fuentes.
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El general murió de cáncer cerebral en el Hospital Central Militar de la Ciudad de México el 19 de diciembre de 2013, mientras cumplía su condena de 40 años de prisión, que antes de su internamiento purgaba en el Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) Número 1, “El Altiplano”, ubicado en el municipio de Almoloya de Juárez, en el Estado de México.
La Presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, dio entrada al audio publicado en X por el hijo de Gutiérrez Rebollo, y por tanto solicitó una investigación, dándole validez al audio que no ha sido indagado ni autentificado.
“Tiene que investigarse todo esto que se hizo público; es importante que se investigue porque, repito, hay mucha hipocresía en el conservadurismo, mucha, y es importante que se conozca toda esta información y que se investigue”, afirmó la titular del Poder Ejecutivo Federal, durante su conferencia de prensa matutina, llevada a cabo desde el Salón Tesorería del Palacio Nacional.

HISTORIA DEL CÁRTEL DE COLIMA Y SUS PRINCIPALES LÍDERES
El Cártel de Colima, también conocido como Cártel de los Amezcua Contreras, fue una organización criminal mexicana dedicada principalmente al tráfico de drogas, con un enfoque especial en la producción y distribución de metanfetaminas. Operó desde finales de la década de 1980 hasta principios de los 2000, con influencia en estados como Jalisco, Colima, Baja California, Nuevo León, Aguascalientes, Michoacán y la Ciudad de México.
A diferencia de otros cárteles que dependían de sus homólogos colombianos, los Amezcua Contreras se destacaron por controlar el comercio de efedrina y pseudoefedrina, precursores clave para la fabricación de metanfetaminas, obtenidos a través de contactos en Tailandia y la India.
El citado Cártel se formó en 1988, bajo el liderazgo de los hermanos José de Jesús, Adán y Luis Ignacio y Patricia Amezcua Contreras. Inicialmente, traficaban cocaína para cárteles colombianos, pero pronto se especializaron en la producción de metanfetaminas, lo que les valió el apodo de Los Reyes de las Metanfetaminas por parte de la DEA.
Controlaban laboratorios de metanfetaminas en México y distribuían la droga en Estados Unidos. Su red de contactos internacionales les permitió importar grandes cantidades de precursores químicos, diferenciándolos de otros grupos que dependían de las rutas colombianas. Aunque operaban de forma independiente, se convirtieron en una rama del Cártel de Sinaloa, junto con el Cártel del Milenio, el Cártel de Guadalajara y el Cártel de Sonora.
Según documentos de la Procuraduría de la Ciudad de México, se les relacionó con el asesinato del locutor de radio y conductor de televisión, Paco Stanley, el 7 de junio de 1999, aunque hasta la fecha no había pruebas concluyentes de ello.
El Cártel comenzó a debilitarse tras las capturas de los hermanos Jesús y Luis Ignacio, el 1 de junio de 1998, y de Adán, el 4 de mayo de 2001. En 2005, las autoridades mexicanas arrestaron a mil 785 colaboradores del cártel, lo que mermó significativamente su estructura.