Pacientes del Instituto de Psiquiatría de Baja California en Ensenada enfrentan escasez de medicamentos, y hay quienes por más de un año no han recibido su fármaco recetado.
Según el presupuesto de egresos del ejercicio 2024 el instituto destinó alrededor del 4.84 por ciento (11 millones 300 mil pesos) en la compra de medicinas y productos farmacéuticos.
Pero ante el desabasto persistente en el sistema público de salud, la mayoría de los derechohabientes ha tenido que comprar medicamentos genéricos con descuentos de hasta el 50 por ciento en farmacias particulares.
La prolongada situación ha generado crisis y preocupación entre las familias.
Uno de los afectados es Ricardo, de 56 años, quien de no recibir los fármacos recetados puede tener complicaciones en su salud, sobre todo en el comportamiento, por lo que hizo un llamado a la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmedo, para recibir sus fármacos.
Desde hace cuatro décadas ha recibido tratamiento médico por parte del gobierno, sólo que en otras ocasiones ha sido constante y ahora teme no poder controlar su condición de salud mental.
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Su receta incluye ketamina, un anestésico utilizado para el tratamiento de la depresión, biperideno y un tercer fármaco para conciliar el sueño, a fin de que no se detonen otros trastornos.
Sin embargo, desde enero de 2024 el Instituto dejó de surtir las recetas.
Según relata su madre adoptiva y cuidadora, el argumento recurrente que reciben del personal médico es que la falta de insumos se debe a afectaciones derivadas del proceso de transición del sistema estatal de salud al IMSS-Bienestar.
Esta reestructuración de Hospital General a IMSS-Bienestar ha generado retrasos en la distribución y entrega de medicamentos psiquiátricos, repercutiendo en cientos de usuarios, eso es lo que han dado a conocer los empleados.
“Cada semana gasto aproximadamente 500 pesos para comprar los tres medicamentos, pero solo si los consigo en lunes, cuando las farmacias de genéricos aplican descuentos del 50 por ciento. Aun así, es un gasto que no puedo sostener. Yo no tengo esa entrada”, comentó la mujer, adulta mayor, con evidente preocupación.
La historia de Ricardo ha conmovido a la opinión pública, ya que él llegó al Centro de Salud de la calle Ruiz y 14 en Ensenada hace más de 40 años, tras haber sido atropellado. Tenía entre 15 y 16 años, y tras el accidente, perdió la memoria.
Contó que tenía algunos episodios de amnesia, y recordaba algunos detalles vagamente, pero nunca los suficientes como para reencontrarse con su verdadera familia o algún allegado.
Pasaron los días y nadie acudió a buscarlo; su actual cuidadora (madre adoptiva) colaboraba en ese momento con el personal de salud en actividades de caridad, así fue como lo conoció y empatizó con él.
La mujer dijo que decidió llevarlo a casa para que se recuperara, y posteriormente emprendió los trámites para adoptarlo legalmente.
“No sabía quién era, se inventó un nombre. Luego dijo que era de Tijuana, pero nunca logramos encontrar a nadie que lo estuviera buscando. Por fortuna, yo trabajaba en una organización sin fines de lucro y no tuve problemas para hacerme cargo de él”, relató.
La mujer destacó que desde antes de ser profesora dedicaba su tiempo al trabajo comunitario como misionera. “Siempre he visto por los más pobres y los enfermos. Así ha sido toda mi vida”, compartió.
“No me arrepiento. Él es mi fuerza, una bendición”, repitió en varias ocasiones, esto a pesar de que teme por el futuro de su hijo.
En enero pasado, se enteró de la llegada de un pequeño lote de medicamentos que fue entregado en el Centro de Salud ubicado en calle Cuarta, en la plaza Elva donde actualmente se encuentra la unidad del Instituto de Psiquiatría en Ensenada.
Pero debido a la alta demanda del medicamento controlado, el suministro se agotó de inmediato; desde entonces el gasto ha sido constante.

DEL TOTAL DEL PRESUPUESTO, EL 4% VA A MEDICAMENTO
El presupuesto de egresos del Instituto de Psiquiatría en Baja California, en el 2024, fue de 332.4 millones de pesos para cubrir las necesidades de los trabajadores y de los enfermos.
Del total del presupuesto anual asignado, 283 millones se usaron para el pago de sueldos, honorarios, aportaciones patronales, incentivos, bonos, fomento a la edición, reserva para incremento en percepciones así como estímulos al personal.
Lo más relevante es que 11.3 millones de pesos se destinan en la compra de medicinas y productos farmacéuticos, lo que representa un 4.84 por ciento del presupuesto general.
Adicionalmente, 11.7 millones de pesos fueron usados para material de oficina, equipos, material de construcción, uniforme, refacciones, aires acondicionados y otros insumos de cafetería. Más 4.1 millones para la alimentación de personas hospitalizadas.
Entre los gastos más fuertes, también se encuentran, por ejemplo, 30 millones que fueron usados para servicios básicos, pasajes aéreos, jardinería, lavandería, viáticos para viajes dentro y fuera del país, pago de trámites, así como instalación y mantenimiento de los edificios.
Para la limpieza del hospital y oficinas se destinó una cantidad de cuatro millones de pesos más 4.8 millones para la contratación del servicio de vigilancia, así como monitoreo de las instalaciones.
LA SALUD MENTAL, UN PROBLEMA GENERALIZADO, CON POCO RECURSOS
En México, tres de cada diez personas se enfrenta a algún trastorno mental a lo largo de su vida y sólo menos del 40 por ciento de ellos recibe tratamiento, de acuerdo con un estudio publicado por la Secretaría de Salud en julio del 2023.
La Actual Presidenta del Consejo de Salud Mental para Indigentes, A. C. (SAMPIN), Ana Catalina Garza de García, en su estudio “Pobreza y salud mental: andantes urbanos “invisibles”, mencionó que México ocupa el segundo lugar en el mundo en discriminación hacia las personas con alguna condición de salud mental.

Es un problema no visualizado, no conocido y por lo tanto no atendido hasta el día de hoy.
La capacidad de atención gubernamental está rebasada y difícilmente se encuentran estancias que reciban o brinden atención a personas con discapacidad psicosocial, en total abandono y en el rango de edad entre los 18 y 60 años.
El presupuesto de Salud ofrecido a la población sin seguridad social en términos de Salud Mental en 2024 es menor al 2 por ciento.
“Es lamentable que, en el mundo, millones de horas de vida humana se pierdan debido a la incapacidad producida por las crisis causadas por trastornos mentales no atendidos adecuadamente”.
El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) ha registrado un incremento en el número de nuevas enfermedades sobre trastornos mentales y del comportamiento.
Un tema que está ligado a estos padecimientos son las defunciones registradas por suicidio por entidad federativa, a raíz de problemas de salud mental.
De acuerdo con las cifras en la “Tasa de casos nuevos de enfermedades sobre trastornos mentales y del comportamiento seleccionados y entidad federativa según sexo, serie anual de 2014 a 2023”, en Baja California en el 2021 se presentaron 121 casos de suicidio en distintas modalidades; en el 2022 bajó el número a 95; y en el 2023 se disparó a 191 suicidios, es decir, más del doble que el periodo anterior.