El impuesto estadounidense de 3.5 por ciento a las remesas iría en contra del Convenio entre México y Estados Unidos para evitar la doble imposición y se podría tipificar como doble tributación, según consideró, el 28 de mayo de 2025, Édgar Abraham Amador Zamora, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Por 215 votos a favor y 214 sufragios votos en contra, la mayoría republicana, el Pleno de la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó, el 22 de mayo de 2025, un gravamen de 3.5 por ciento a las remesas que enviaban los migrantes al extranjero, como parte del proyecto de ley denominado ‘The One, Big, Beautiful Bill’ -presentado por el legislador republicano Jason Smit-, que todavía debería ser discutido en el Senado de EE. UU.
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“Es un gravamen que no es justo, es discriminatorio en términos del tratado de no tributación y probablemente sea un doble tributo”, aseveró el funcionario federal, durante la Reunión Nacional de Consejeros Regionales 2025 de BBVA México.
El titular de la SHCP señaló que el impuesto a las remesas podría disminuir el ingreso disponible para los consumidores en Estados Unidos, por lo que el impacto acabaría pagándolo el mercado interno de dicho país.
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“Más allá de estos temas técnicos, pues sí es un gravamen importante a un segmento de la población que, primero, es muy trabajador, y que ha ganado de manera honrada sus ingresos y que apoya a sus familiares en México”, indicó Amador Zamora.
“Una buena parte de ello pasa a través del sistema bancario; más del 94-95 por ciento es a través de plataformas electrónicas completamente trazables, todo es transparente en términos de trazabilidad de la transacción y puede tener impactos importantes a escala”, sostuvo el funcionario federal, quien comentó que el impacto regional iba a ser muy diferenciado.
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“El impacto regional sí podría ser muy importante. Hay estados donde representa para algunas familias el 20 por ciento de sus ingresos. Es equivalente al 10 por ciento del Producto Interno Bruto [PIB] en algunos estados”, explicó el titular de la SHCP.
Por su parte, Victoria Rodríguez Ceja, gobernadora del Banco de México aseguró, el mismo día, que el impuesto de 3.5 por ciento a las remesas que buscaba imponer Estados Unidos, encarecería los canales formales de envío de dinero y fomentaría vías no reguladas, lo cual sería un retroceso a los avances que se habían logrado en la materia.
“Un impuesto en el envío de remesas haría más costosos los canales formales, podría fomentar la búsqueda de canales no regulados y esto representaría, en caso de darse, un retroceso respecto a los avances que se han logrado”, dijo la gobernadora del BANXICO.
“Los envíos como sabemos se dan por canales seguros, son canales de bajo costo, pero, por otro lado, el uso de medios digitales que ha estado fortaleciéndose y también una mayor inclusión financiera tanto en Estados Unidos como en México podría abrir la puerta a nuevas opciones más competitivas”, expresó Rodríguez Ceja, durante la presentación de su Informe Trimestral enero-marzo 2025.
La gobernadora del Banco central mexicano enfatizó que durante 2024, las transferencias electrónicas representaron el 99 por ciento de los ingresos por remesas, y solamente el uno por ciento fueron entregadas directamente en especie y efectivo.
“La medida aún está en discusión, pero en su caso sí podría haber un efecto en el flujo de las remesas, aunque consideramos que el efecto macroeconómico se esperaría acotado, pero hay que esperar y no adelantar conclusiones, esta medida aún no ha sido aprobada”, expuso Rodríguez Ceja.
Mientras que Omar Mejía Castelazo, subgobernador del BANXICO, abundó que en caso de que el impuesto a remesas se implementara, la afectación sería acotada, debido a que la mayor parte eran envíos de trabajadores migrantes formales.
“Aunque estas pueden representar el 3.5 por ciento del PIB, esto no quiere decir que la afectación pueda ser ni remotamente de esa magnitud, yo creo que hay atenuantes incluso que en el caso de que esto se implementara, que no ha sido el caso, tendría un impacto acotado, pues la mayor parte de esas remesas son enviadas por trabajadores migrantes formales, por lo que la afectación estaría bastante más reducida”, comentó Mejía Castelazo.
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