Luego de que un día antes, la Fiscal General de Estados Unidos, Pam Bondi, informó que la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), incautaron tres millones de pastillas de fentanilo, el mayor decomiso de esa droga en la historia de EE. UU., de una organización delictiva operada por el Cártel de Sinaloa, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo dijo, el 7 de mayo de 2025, que el Gobierno estadounidense también tenía que hacer su parte en el combate a dicha droga sintética.
“Entonces, ayer fue una detención y un decomiso muy importante en Estados Unidos, ellos lo vinculan con un grupo delincuencial de México con operaciones también de nacionales-estadounidenses del otro lado en la frontera, también en México”, señaló la mandataria nacional.
“Y también Estados Unidos está haciendo lo propio en donde nosotros operamos, trabajamos. Es muy importante porque tiene que ver con las organizaciones que operan en los Estados Unidos y que también Estados Unidos pues tiene que hacer su parte”, comentó la presidenta mexicana.
Durante su conferencia de prensa matutina -llevada a cabo desde el Salón Tesorería del Palacio Nacional-, la titular del Poder Ejecutivo Federal mencionó que existía buena coordinación con el Gobierno de Estados Unidos en materia de seguridad, lo que había permitido que ambas naciones llevaran a cabo tareas en beneficio de la población.
“Entonces, hay buena comunicación. Más allá de este particular operativo, lo importante es que hay mucha comunicación en temas de seguridad y comercio. Ha habido mucha coordinación y cada quien hacemos nuestra parte de nuestro territorio para beneficio de ambas naciones”, agregó Sheinbaum Pardo.
“Las autoridades federales arrestaron a 16 personas y confiscaron cantidades récord de fentanilo, dinero en efectivo, armas de fuego y vehículos en varios estados, desmantelando una de las organizaciones de narcotráfico más grandes y peligrosas en la historia de Estados Unidos”, indicó el Departamento de Justicia de EE. UU. (DOJ, por sus siglas en inglés), en un comunicado.
Publicidad
“Esta histórica incautación de drogas, liderada por la DEA, representa un golpe significativo contra el Cártel de Sinaloa, que elimina el veneno de nuestras calles y protege a los ciudadanos estadounidenses del flagelo del fentanilo […] Este Departamento de Justicia seguirá trabajando con nuestros aliados en las fuerzas del orden para desmantelar todas las redes de cárteles que operan ilegalmente en Estados Unidos”, declaró Bondi, en una conferencia de prensa.
“Junto con nuestros socios locales, estatales y federales, se apuntó contra una de las organizaciones de narcotráfico y terrorismo extranjero más grandes y peligrosas de nuestro país […] El desmantelamiento de una enorme organización de tráfico de drogas y armas en Nuevo México, operada por el Cártel de Sinaloa, lo que resultó en la mayor incautación de fentanilo en la historia de nuestra nación y el arresto de seis miembros de alto nivel del cártel que se encontraban ilegalmente en los Estados Unidos”, señaló la funcionaria federal.
“La DEA incautó 11.5 kilos de fentanilo, aproximadamente 3 millones de pastillas de fentanilo, una cifra asombrosa”, detalló la Fiscal General de Estados Unidos, quien también señaló que se confiscaron millones de dólares en efectivo, armas y autos, pero que las drogas estaban en Albuquerque, Phoenix y Utah.
“Así de protegidos están estos líderes de los cárteles. Se aíslan completamente […] Los precursores se fabrican en China, se envían a México, y de ahí entran directamente a nuestro país. Y, nuevamente, seis de estas personas estaban aquí ilegalmente, lo cual no los sorprenderá, y estaban dirigiendo una operación de drogas masiva”, destacó Bondi.
Las autoridades de EE. UU. identificaron a Heriberto Salazar Amaya, como el principal líder del grupo vinculado al Cártel de Sinaloa en territorio estadounidense y quien residía en Salem, Oregon, en condición migratoria irregular. Junto con él, fueron detenidos otros cinco miembros de alto nivel de la citada organización.
El operativo también permitió el decomiso de millones de dólares en efectivo, vehículos de lujo y otros bienes adquiridos con las ganancias ilícitas del narcotráfico. Las autoridades estadounidenses destacaron la sofisticada estructura operativa que mantenía el grupo delictivo vinculado al Cártel de Sinaloa.
Según el comunicado del DOJ, Salazar Amaya también enfrentaría tres cargos adicionales relacionados con inmigración: reingreso ilegal después de la deportación, contratación de un extranjero no autorizado y conspiración para albergar a extranjeros no autorizados.