El Cártel de Sinaloa (CDS) produce toneladas de metanfetamina de “excepcional pureza y potencia” en laboratorios clandestinos, según indicó, la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), en su informe titulado ‘Evaluación Nacional de Amenaza de Drogas de 2025’.
La agencia del Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ, por sus siglas en inglés), detalló, el 15 de mayo de 2025, que según el Laboratorio de Pruebas e Investigación Especiales de la DEA, la metanfetamina incautada al CDS, analizada en 2025, había alcanzado “la mayor pureza y potencia jamás registrada”, con niveles de pureza promedio cercanos al 97 por ciento.
“La amplia oferta, el bajo costo y la alta potencia han permitido al Cártel expandirse más allá de los mercados tradicionales de metanfetamina en el oeste de Estados Unidos hacia nuevos mercados en el este, sentando las bases para más muertes por sobredosis de metanfetamina”, indicó la DEA.
“A nivel mundial, el CDS aprovecha el tráfico y el suministro de metanfetamina y cocaína para inundar los lucrativos mercados de drogas en Asia, Australia y Nueva Zelanda, donde las ganancias de la metanfetamina pueden ser más de 100 veces superiores a las de Estados Unidos”, dijo la agencia del DOJ.
Por otra parte, la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos detalló en su informe, que el Cártel de Sinaloa estaba agregando un sedante que usan los veterinarios, no aprobado para usarse en seres humanos, denominado xilazina, a los lotes de fentanilo que introducían de contrabando en EE. UU., destinados principalmente a los mercados de la Costa Este del territorio estadounidense, lo que les permitía optimizar el suministro de dicha droga sintética y generar mayores ingresos.
“El CDS controla y opera extensas y multifacéticas redes transnacionales para facilitar la adquisición y el envío de precursores químicos desde China e India para sintetizar drogas sintéticas letales, incluido el fentanilo, en laboratorios clandestinos con sede en México. El cártel utiliza puertos marítimos, principalmente a lo largo de la costa del Pacífico, para contrabandear e importar precursores químicos a los laboratorios controlados por el CDS”, comentó la DEA.
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“Estos laboratorios producen millones de pastillas de fentanilo ilícito y miles de libras de polvo de fentanilo ilícito cada año. Recientemente, facciones del CDS comenzaron a agregar xilazina a los lotes de fentanilo que se introducen de contrabando en Estados Unidos, destinados principalmente a los mercados de la Costa Este. Los traficantes con sede en Estados Unidos también mezclan xilazina con su suministro de fentanilo, lo que permite a ambos grupos optimizar el suministro de fentanilo y generar mayores ingresos”, abundó la agencia del DOJ.
“El CDS mantiene vínculos de larga data con productores de cocaína en Sudamérica y ha cultivado adormidera para la producción de heroína durante generaciones. El Cártel también se ha involucrado en la fabricación y el tráfico de ‘tusi’, un cóctel de drogas de color rosa que se consume principalmente en los clubes nocturnos de las principales ciudades metropolitanas de Norteamérica y Sudamérica”, agregó la DEA.
“Originalmente un término coloquial para la droga alucinógena sintética 2C-B, el CDS ha explotado la marca ‘tusi’ para crear nuevas mezclas que combinan ketamina con otras drogas como cocaína, metanfetamina o fentanilo. El CDS es capaz de importar grandes cantidades de ketamina desde China para facilitar la producción de tusi en México”, subrayó la agencia del DOJ.
“Como uno de los cárteles más poderosos del mundo, el CDS participa en una amplia gama de actividades delictivas violentas para proteger sus operaciones de narcotráfico, expandir su influencia ilícita y aumentar sus ingresos. El CDS utiliza la violencia real o la amenaza de violencia (por ejemplo, asesinato, tortura, secuestro) para intimidar a civiles, funcionarios gubernamentales y periodistas”, enfatizó la DEA.
“Además, el CDS participa en muchos otros delitos, como el lavado de dinero, la extorsión, el robo de petróleo y recursos naturales, el tráfico de armas, el tráfico de personas, la prostitución y el comercio ilegal de vida silvestre. Las ganancias ilícitas de estos delitos secundarios proporcionan recursos que fortalecen al CDS y aumentan su capacidad de expansión”, insistió la agencia del DOJ.