La poeta tijuanense recibió el homenaje “Trayectoria FIL UABC 2025”. Víctor Soto Ferrel, Antonio León, Jorge Ortega, Mónica Morales Rocha y Paty Blake analizan sus aportaciones a las letras bajacalifornianas. Además, Metaletras Editorial reedita “Celeste y ocho poemas”
La poeta, novelista y académica tijuanense Ruth Vargas Leyva recibió el homenaje “Trayectoria FIL UABC 2025” durante la XXVI Feria Internacional del Libro de la Universidad Autónoma de Baja California, misma que se realizó del 27 de marzo al 6 de abril en Mexicali, Tijuana, Ensenada y Tecate.
En una ceremonia realizada el 27 de marzo al inaugurarse la FIL UABC, la autora bajacaliforniana de origen sinaloense (Culiacán, 10 de enero de 1946), pero de raigambre tijuanense desde 1948, año en que se estableció en la ciudad fronteriza junto con su familia, recibió del rector de la UABC, Luis Enrique Palafox Maestre, la placa correspondiente con la siguiente leyenda inscrita:
“La Universidad Autónoma de Baja California, en el marco de la XXVI Feria Internacional del Libro de la Universidad Autónoma de Baja California (FIL UABC), otorga el reconocimiento ‘Trayectoria FIL UABC 2025’ a la destacada poeta Ruth Vargas Leyva por su trabajo incansable por la cultura bajacaliforniana, que la ha llevado a ser una destacada profesional de la educación con una historia de vida en el aula, así como una investigadora y escritora que ha marcado una huella entrañable en el ensayo, la novela y, muy especialmente, en la poesía, género literario en el que se ha convertido en un referente en nuestra región, en una figura fundamental para nuestro estado y para la lírica creada por mujeres. Y, sobre todo, por su diálogo abierto con las nuevas generaciones de amantes de la escritura y la lectura, y por mostrarnos que la historia del amor a las letras se escribe día a día”.
“NO ES LA FIGURA DISTANTE DE LA LEYENDA DE LA LITERATURA BAJACALIFORNIANA”: ANTONIO LEÓN
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Tras el reconocimiento entregado por el rector de la UABC, Enrique Palafox Maestre, la autora homenajeada estuvo presente en dos mesas de diálogo sobre su obra y vida, tanto en Mexicali como en Tijuana, que fueron parte de su homenaje.
Por ejemplo, el mismo día, 27 de marzo, en el Foro de Publicaciones de la XXVI FIL UABC, en Mexicali, los poetas Antonio León y Víctor Soto Ferrel participaron en la primera mesa:
“La suya no es la figura distante de la academia, o de la leyenda de la literatura bajacaliforniana, sino la de una artista que hace comunidad y se encuentra accesible para intercambiar ideas y convivir alrededor de la creación poética”, valoró para empezar León, tras leer algunos poemas de la homenajeada.
Asimismo, el poeta ensenadense advirtió que “la suya es una andadura ejemplar para el trabajo de las mujeres creadoras en el estado y un referente para las nuevas generaciones de poetas”.
También Víctor Soto Ferrel, Jorge Ortega, Mónica Morales Rocha y Paty Blake leyeron sendos textos sobre la obra y vida de Ruth Vargas Leyva, mismos que tras su revisión compartieron con ZETA.

VÍCTOR SOTO: “SU OBRA COMO POETA ES AMPLIAMENTE RECONOCIDA”
El poeta Víctor Soto Ferrel contó que conoce la obra de Ruth Vargas Leyva desde 1972; incluso estudiaron en la UABC, en la colonia Juárez:
“Conozco la poesía de Ruth desde sus inicios en la revista Voz de Amerindia, del Taller de Poesía fundado en 1972, en la UABC, por nuestro querido amigo Mario Arturo Ramos, recientemente fallecido. La amistad con Ruth inicia propiamente en 1973, aunque compartimos los pasillos de la Preparatoria de la Universidad en la colonia Juárez, donde también estaban las licenciaturas de Economía y Comercio”, trajo a la memoria Víctor Soto Ferrel.
“Durante mucho tiempo supe que Ruth escribía una novela, que indagaba en archivos y bibliotecas acerca de un personaje, así que mis expectativas crecieron cuando finalmente me dijo que ‘Felicia’ sería parte del Fondo Editorial La Rumorosa, de autores bajacalifornianos”, compartió el maestro Soto para centrarse luego en “Felicia” (Secretaría de Cultura de Baja California, 2021):
“Su obra como poeta es ampliamente reconocida y prueba de ello es este homenaje que le hace nuestra Universidad. Ya había publicado adelantos de su prosa en ‘Amerindia’, y en su plaquette ‘Celeste y ocho poemas’ (ITT, 1987), pero hablar de novela es otro orden de lectura y diversificación. Su talento y maestría se hayan en un particular momento de fuerza creativa junto a autoras como Rosina Conde, Aglae Margali y Elma Correa, entre otras y otros escritores del noroeste del país. ‘Felicia’ me recordó a Ficticia Editorial y a Juan José Arreola y, por otra parte, me sugería una historia bienaventurada entre los nombres de heroínas de la literatura y el cine”.
Finalmente, sobre “Felicia”, reseñó Soto Ferrel: “El epígrafe de Marguerite Yourcenar resultó una verdadera intriga de predestinación porque relaciona perfectamente el inicio con el final de una narración que abre con un sueño o un momento de lucidez de la protagonista y que funciona como analepsis que la trae a la Ensenada de 1887, cinco años después del último tratado de demarcación de la frontera con Estados Unidos. Sueña el Hotel Iturbide y a Telémaco Guerrero a 80 años de su ausencia, sueña la hacienda de los Félix y La Tasajera. Vive en San Diego, la acompaña su bisnieta Mariela. Acaba de terminar la guerra del Golfo Pérsico. Recuerda el tinte púrpura de la orchilla y el ferrocarril que va de Tijuana a San Quintín. Podemos percibir la respiración, la luz de la estancia y los desplazamientos de Mariela. La voz narrativa nos lleva a los orígenes de Felicia, hasta Bamoa, en Sinaloa, un pueblo fundado en 1592. A su matrimonio con Telémaco Guerrero y a la relación tormentosa con los hermanos y el suegro, y a los nacimientos de Horacio y María Antonia, lo que desencadena un drama que coloca a Felicia como personaje fuera de la norma”.

JORGE ORTEGA: “RUTH ES LA ENCARNACIÓN DE SU PROPIA POESÍA”
En la segunda mesa de análisis de la obra y vida de Vargas Leyva, sucedida el domingo 6 de abril en la FIL UABC en Tijuana, incursionaron los poetas Jorge Ortega, Paty Blake y Mónica Morales Rocha; Rosina Conde hizo de moderadora.
Tras su revisión, Jorge Ortega compartió con ZETA su texto titulado “Celebración de Ruth Vargas Leyva”, del cual se extraen algunos fragmentos:
“Desde el momento que iniciamos nuestro diálogo, hace poco más de una década, el incesante coloquio presencial y virtual que se prolonga hasta la actualidad al calor de la amistad, Ruth me ha consentido llenar de color su poesía, iluminar determinados ángulos de su mundo poético que han cobrado pleno sentido: la pérdida, la nostalgia, pero, a la par, la esperanza y la búsqueda del lado festivo y vital del día a día, como lo demuestra la inclinación de la poesía de Ruth Vargas por la veta erótica y epigramística”, leyó Ortega, para después confirmar:
“Dicho esto, podría aseverar que Ruth es la encarnación de su propia poesía, ejemplificando una fusión de la existencia y el discurso, el decir y la vida misma, lo que no es necesariamente común, dado el predominio que desempeña la ficción, la elocuencia o la imaginación en el proceso de creación poética. Ruth vive sus poemas. Nada hay de gratuito ni entrelíneas en las estrofas que los componen. Quizá por ello la autenticidad constituye, de entrada, la primera cualidad de la escritura de Ruth Vargas, a la que secundarían la lealtad y la versatilidad: lealtad, o fidelidad, a la poesía y a la vocación literaria: versatilidad para transitar de la poesía a la reseña, el ensayo y la novela, y, además, de la actividad cultural a la docencia y la pedagogía como legendaria profesora del Instituto Tecnológico de Tijuana. Autenticidad, lealtad y versatilidad, pilares de la ética de artista de nuestra homenajeada”.
Ortega también reconoció la voz narrativa de Vargas Leyva en su novela “Felicia” (Secretaría de Cultura de Baja California, 2021):
“La producción de Ruth Vargas Leyva se divide en tres bloques que bien responden a tres géneros definidos: poesía, crítica y narrativa. Si a Ruth se la conoce y reconoce como poeta, miembro fundador del grupo Voz de Amerindia y única mujer del ya clásico volumen ‘Siete poetas jóvenes de Tijuana’, de 1974, su novela ‘Felicia’, de 2021, representa una precisa referencia de su bibliografía reciente en la que la memoria se conjuga con el biografismo, la fabulación y la evocación poética, habilitando el dinámico mural de una época y una historia personal; en suma, de una saga en la que concurren un pasado íntimo y público, familiar y comunitario, a la usanza de la mejor tradición de la novela latinoamericana en la que lo individual se entrelaza con lo comunal, lo identitario con lo universal, desde el sustrato de la poesía, tal como lo patenta la prosa de José María Arguedas, Juan Rulfo, Elena Garro, Gabriel García Márquez, Amparo Dávila, Inés Arredondo, Nélida Piñón y Mario Vargas Llosa, entre tantos otros”.
Por último, Ortega puso en valor “el destino, el Dios cristiano en el que Ruth confía, ha querido que ella siga entre nosotros para que su palabra sirva de puente entre pasado y presente, presente y futuro, abriéndose, como la de Olga Gutiérrez Galindo y Rosina Conde, a la hospitalidad de los poetas emergentes y venideros. De este modo, Ruth Vargas Leyva se yergue ante nosotros como la gran dama de la poesía bajacaliforniana, atravesando las distintas edades del arte y la poesía que nos precede para salir fresca y renovada, como la genuina palabra poética: inquebrantable, perenne, sobreviviente de los avatares del tiempo y bienvenida por siempre al porvenir”.

PATY BLAKE: “RUTH VARGAS ES UNA REFERENCIA FUNDAMENTAL EN LAS LETRAS EN LA REGIÓN”
En su turno, tras contar que conoció a Ruth Vargas Leyva en 2002 en una conferencia sobre pedagogía, Paty Blake citó “Siete poetas jóvenes de Tijuana” (Ibo Cali, 1974), con la selección de Alfonso René Gutiérrez y bajo la edición de Jesús Cueva Pelayo y María Guadalupe Kirarte Domínguez, fundadores de la editorial, donde Ruth Vargas Leyva fue la única mujer incluida:
“En 1974, cuando se publicó por primera vez ‘Siete poetas jóvenes de Tijuana’, el panorama literario y cultural en el estado era muy diferente al que vivimos actualmente. Imaginemos esto: en ese momento, apenas 22 años atrás el territorio de Baba California se constituyó en entidad federativa. Al momento de la publicación, Ruth tenía 28 años -no me es difícil imaginarla con esa vivacidad que conserva actualmente-, ya tenía tiempo siendo colaboradora cercana del profesor Rubén Vizcaíno y ya formaba parte del taller Voz de Amerindia, que sesionaba en el hotel Nelson. Se reunieron en este libro, editado por Jesús Cueva Pelayo en la editorial Ibo Cali, las voces de Felipe Almada (1944-1993), Luis Cortés Bargalló (1952), Alfonso René Gutiérrez (1952), Eduardo Hurtado (1950), Raúl Rincón Meza (1948-2019), Víctor Soto Ferrel (1948) y Ruth Vargas Leyva (1946), como la única mujer en ese proyecto que se convertiría en una referencia en la literatura de la región”, reconoció.
“Ruth Vargas Leyva, con su escritura, es una referencia fundamental en las letras en la región. Como buena tijuanense, nació fuera de Baja California, en Culiacán, y llegó a los dos años a esta ciudad, para luego hacerla su territorio en el que ha vivido desde entonces y que ha colaborado en construir tanto desde el ámbito académico como cultural. Es por eso que este homenaje que otorga la Feria Internacional del Libro de la UABC llega en un momento perfecto, para que el reconocimiento sea un impulso para seguir leyendo nuevas creaciones de esta activa poeta que, para fortuna de todos nosotros, siempre tiene entre cuadernos nuevos proyectos en marcha”, concluyó Blake.
MÓNICA MORALES: “RUTH VARGAS, UNA PIEZA FUNDAMENTAL DE NUESTRA HISTORIA”
Finalmente, la poeta Mónica Morales Rocha leyó un texto que después de revisarlo compartió con este Semanario, del cual también se extraen algunos fragmentos, a propósito del homenaje a Vargas Leyva.
“Soy mujer tijuanense, docente y escribo. Desde esta esquina del mundo, de Latinoamérica y del país. Desde aquí, desde el siglo XX (donde crecí), afirmo: mujeres como Ruth (y como Rosina, que nos acompaña) -y perdonarán el lugar común-, son un verdadero faro: iluminan el camino, son ejemplo y guía. Como a muchas cosas en la vida, llegué tarde a la doctora Ruth, a su obra, pero afortunadamente llegué. Y el descubrimiento, como un velo que cae dejando a la vista todo su resplandor, ha sido una experiencia que me llena de admiración y respeto por ella, su vida y su obra… y por lo que, para las mujeres de Baja California que buscamos encontrar el propio camino en las palabra, significa”.
En su momento, Morales Rocha se refirió a la versión de académica de la homenajeada, autora del libro “Diseño curricular por competencias” (Asociación Nacional de Facultades y Escuelas de Ingeniería, 2008):
“Hace poco, por el ámbito en el que profesionalmente me desempeño, la encontré en el libro ‘Diseño curricular por competencias’, de María Ruth Vargas Leyva. ¿Se imaginan mi emoción de encontrarme a Ruth? Ya sé que es docente, que tiene toda esta parte de su vida tan importante, sus méritos académicos; pero encontrármela así, en el mar, en el océano de internet, fue una grata sorpresa, porque dije: también desde aquí me va a iluminar el camino”.
“Ruth no cesa de sorprendernos, de dejarnos a cada paso una enseñanza: su luz, luminosa Ruth. Me emociona mucho coincidir con ella, con Paty, con Rosina, con Jorge en este homenaje porque Ruth es, en verdad, una pieza fundamental de nuestra historia como mujeres bajacalifornianas y como mujeres bajacalifornianas que queremos escribir”, concluyó Mónica Morales Rocha para dar paso a los aplausos, las selfies con la homenajeada y firma de algunos libros que sus lectores le acercaban el día de su tributo.

LA REEDICIÓN DE “CELESTE Y OCHO POEMAS”
En el marco de la Feria Internacional del Libro de la Universidad Autónoma de Baja California (FIL UABC), Metaletras Editorial y Editorial Halfbreed reeditaron el primer poemario de Ruth Vargas Leyva, “Celeste y ocho poemas”, publicado por primera vez en 1987 por el Instituto Tecnológico de Tijuana.
En la edición de aniversario, Eric Jair Palacios, editor de Metaletras, reseña “Celeste y ocho poemas”: “Cuando hablamos de la escritura de la autora no podemos ignorar temáticas y conceptos como lo son la pérdida, la ausencia, el pasado, la repetición del tiempo y la esperanza del porvenir; son esas las redes que la nombran y realzan sus distintas eras como escritora”.
Concluye Eric Jair: “‘Celeste y ocho poemas’ es una prueba del paso del tiempo; se integra por esos primeros versos que llevaron a Ruth Vargas Leyva al clímax poético, hecho que la historia se encargaría de nombrar y definir como lo que hoy en día es: una poeta completa y con el don de utilizar todos los recursos escriturales como arquitecta de su amplio quehacer poético”.