El presidente Donald Trump anunció, el 9 de abril de 2025, que pausaría por 90 días, con efecto inmediato, los aranceles con base del 10 por ciento sobre los productos importados a EE. UU., para un grupo de alrededor de 60 países.
Sin embargo, también con efecto inmediato, el magnate neoyorquino volvió a intensificar la guerra comercial con China, imponiendo aranceles de 125 por ciento, en respuesta a los gravámenes que le puso el país asiático, de 84 por ciento, el mismo día.
“Debido a la falta de respeto que China ha mostrado hacia los mercados mundiales, por la presente aumento el arancel que Estados Unidos le impone al 125%, con efecto inmediato. En algún momento, ojalá en un futuro próximo, China comprenderá que la época de estafar a EE. UU. y a otros países ya no es sostenible ni aceptable”, escribió Trump, en su cuenta de la red social Truth.
“Por otro lado, y considerando que más de 75 países han convocado a representantes de Estados Unidos, incluyendo los Departamentos de Comercio, Tesoro y el Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), para negociar una solución a los temas en discusión en materia de comercio, barreras comerciales, aranceles, manipulación cambiaria y aranceles no monetarios, y que estos países no han tomado represalias de ninguna manera contra Estados Unidos, a instancias mías, he autorizado una PAUSA de 90 días y una reducción sustancial del arancel recíproco durante este período, del 10%, también con efecto inmediato. ¡Gracias por su atención!”, agregó el magnate neoyorquino.
“Los aranceles están en vigor y el dinero está entrando a un nivel que nunca antes habíamos visto, y va a ser genial para nosotros. Va a ser genial para otros países. Nos han estafado y abusado durante muchos años”, dijo Trump, un día antes, durante un evento llevado a cabo en la Casa Blanca.
El 9 de abril de 2025, China presentó una nueva queja ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), después de haber dicho anteriormente que los aranceles impuestos por Estados Unidos eran “temerarios” y amenazaban con desestabilizar aún más el comercio mundial. El país asiático respondió elevando las cargas a las importaciones estadounidenses al 84 por ciento, desde el 34 por ciento.
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“La situación se ha agravado peligrosamente […] Como uno de los miembros afectados, China expresa su grave preocupación y su firme oposición a esta medida imprudente”, dijo China en una declaración ante la OMC, enviada a la agencia británica Reuters, por la misión de dicho país asiático, en Ginebra, Suiza.
“Aunque China se opone a las guerras comerciales, defenderá firmemente sus intereses legítimos”, enfatizó el Gobierno chino, en una declaración a los miembros de la OMC, durante una reunión sobre el comercio de bienes.
China acusó a Estados Unidos de violar las normas de la OMC y socavar el sistema multilateral de comercio. En este sentido, animó a la Secretaría de dicha Organización, a estudiar el impacto de los aranceles en el comercio mundial e informar de sus conclusiones a los miembros.
“Los aranceles recíprocos no son, y nunca serán, una cura para los desequilibrios comerciales. Por el contrario, serán contraproducentes y perjudicarán a los propios Estados Unidos”, afirmó la declaración del Gobierno de China ante la OMC.