La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo expresó, el 8 de abril de 2025, su rechazo a la posibilidad de que el Gobierno de Estados Unidos pudiera realizar una incursión con drones, en territorio mexicano, para combatir a los carteles del narcotráfico.
“De manera pública lo hemos dicho siempre, no estamos de acuerdo, primero porque no estamos de acuerdo con ninguna intervención, ni injerencismo, eso ha sido muy claro, nos coordinamos, colaboramos, no nos subordinamos y no hay ni injerencismo, ni estas acciones”, manifestó la mandataria nacional.
“Por supuesto que rechazamos cualquiera de estas acciones y tampoco creemos que vayan a ocurrir, porque hay mucho diálogo en temas de seguridad y en muchos otros temas, entonces no, eso en México, no”, enfatizó la titular del Poder Ejecutivo Federal.
El mismo día, la cadena estadounidense NBC News informó que el Gobierno del presidente Donald Trump estaba considerando atacar con drones a los carteles de droga en México, para combatir el tráfico a través de la frontera sur.
El medio estadounidense citó a seis cargos militares, policiales y de inteligencia estadounidenses, actuales y anteriores, con conocimiento del asunto, mismas que indicaron las discusiones para llevar dichos ataques estaban en una etapa temprana, pero buscarían la cooperación del Gobierno mexicano para llevarlas a cabo.
NBC News afirmó que los ataques y acciones del Gobierno de Trump podrían no tener precedentes en la cantidad de personal estadounidense involucrado, así como en el uso de drones para bombardear a miembros y activos de los cárteles. Las fuentes señalaron que los objetivos probablemente podrían incluir operativos, vehículos, almacenes y otros componentes de la red de los grupos delictivos.
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Cuestionada al respecto, durante su conferencia de prensa matutina -llevada a cabo desde el Salón Tesorería del Palacio Nacional-, Sheinbaum Pado admitió que la idea había sido planteada por el Gobierno de Trump, pero no de manera abierta. Además, sostuvo que México ya había adelantado su respuesta, explicando a las autoridades estadounidenses que ese tipo de estrategias no resolvían nada.
“No resolvería nada, se les ha dicho, no es que lo hayan planteado así abiertamente, pero se les ha dicho que eso no resuelve, que lo que resuelve es estar en este trabajo permanente, de atención a las causas y detenciones, que tiene que ver con la inteligencia e investigación, con copas y cero impunidad”, expresó la presidenta.
La mandataria nacional recordó que, el 2 de abril de 2025, entró en vigor la reforma constitucional que establecía prisión preventiva oficiosa y pedía la imposición de “la pena más severa posible”, a cualquier extranjero que incurriera en un acto de intervencionismo en el territorio nacional.
Asimismo, la reforma constitucional contemplaba cárcel para castigar cualquier acto desde el extranjero que fuera lesivo para la integridad, independencia y soberanía del país, incluyendo golpes de Estado, injerencia en elecciones o la violación del territorio mexicano, ya sea por tierra, agua, mar o espacio aéreo.
Según la reforma a la Constitución, México tampoco consentirá intervención en investigaciones y persecuciones sin la autorización y colaboración expresa del Estado, en apego a la legislación vigente. Además, se catalogó como delito grave la fabricación, distribución, enajenación, traslado o internación al territorio nacional de armas, de manera ilegal.
Un día antes, según con un funcionario y tres fuentes citadas por la cadena de noticias estadounidense CNN, la Agencia Central de Inteligencia de EE. UU. (CIA, por sus siglas en inglés) estaba revisando sus facultados para el uso de fuerza letal contra cárteles del narcotráfico.
“[La revisión] Está diseñada para ayudar a la agencia a comprender qué tipo de actividades podría llevar a cabo legalmente y cuáles serían los riesgos potenciales en todas las opciones, según las fuentes, lo que subraya la seriedad con la que la Administración Trump está considerando esta posibilidad”, explicó CNN.
“También destaca las preocupaciones de algunos funcionarios estadounidenses de que el uso de herramientas tradicionales de contraterrorismo contra los cárteles, como la Administración Trump ha dicho que pretende hacer, conlleva un riesgo mucho mayor de daños colaterales para los ciudadanos estadounidenses que operaciones similares realizadas en Medio Oriente, lejos de suelo estadounidense”, detalló la cadena.
Según las fuentes, entre los temas examinados se encontraba la responsabilidad de la CIA si un estadounidense fallecía accidentalmente en una operación. Sin embargo, CNN dijo que no pudo determinar si la revisión fue ordenada por la Casa Blanca o por John Ratcliffe, director de la Agencia Central de Inteligencia.
La cadena explicó que la CIA estaba facultada para llevar a cabo ataques letales si el presidente de EE. UU. lo permitía, sin embargo, hacerlo en una zona donde había mayor cantidad de ciudadanos estadounidenses o personas con ‘green card’, sería una “novedad” para la agencia.
“Los daños colaterales también podrían repercutir en cualquier país socio que permita a la CIA realizar acciones directas dentro de sus fronteras o que acepte el apoyo de inteligencia de la agencia para llevar a cabo sus propias operaciones letales. Si el apoyo de la CIA genera un problema político para el país socio, México, por ejemplo, su gobierno podría negarse a permitir que la agencia opere allí en el futuro”, explicó un funcionario a CNN.